B.D.-Nr. 5642

Dones del Espíritu....

Debe ser vuestro esfuerzo constante desarrollar los dones del Espíritu dentro de vosotros, porque entonces podréis decir con certeza: El Señor está en mí.... porque entonces ya no sois vosotros los que habláis, pensáis a actuáis, sino que Yo Mismo estoy en vosotros y obro en vosotros a través de Mi Espíritu. Pero también quiero demostraros Mi presencia, quiero premiar vuestra fe, que tiene que estar presente allí donde Mi Espíritu quiere expresarse.... Y quiero transferiros Mi fuerza de amor de tal manera que ahora podáis hacer lo que queráis, para que Mi fuerza se haga visible en vosotros.

La fuerza de vuestra fe determina ahora también el don del espíritu que ahora os toca, lo cual habéis adquirido, por así decirlo, a través de la fe y el amor.... Porque el grado de amor determina la medida de la transmisión de fuerza, la cual a su vez se manifiesta como una fe fuerte y la fuerza de la fe ahora hace posible obrar milagros, de modo que la expresión de Mi Espíritu es demandada en abundancia, sin dudar, de que Yo ahora haré lo que el ser humano pide.... Cualquier don sobrenatural es, por así decirlo, un milagro, pero realmente sólo un proceso natural para aquel que ya se encuentra en la cognición, que sabe que Yo soy amor, que el amor es fuerza y que podéis recibir esta fuerza del amor de Mí, si desarrolláis el amor dentro de vosotros y hacéis que Yo mismo obre a través de vosotros.

Los dones del Espíritu son siempre sólo los signos del establecimiento del estado original del ser o de su relación hacia Mí. La relación correcta tiene que garantizar inevitablemente también una abundancia de luz y fuerza, el ser humano también pensará, hablará y actuará lleno de luz y fuerza; Él estará en la cognición, podrá hablar con sabiduría, enseñar y dará aclaración a los humanos, sabrá todo lo que está en correlación Conmigo.

Tendrá pues el don de la sabiduría y podrá ser sumamente activo en favor de sus semejantes porque podrá darles luz, Él tendrá una fuerza extraordinaria y por eso podrá realizar cosas que serán considerados como milagros por parte de la gente, pero que sólo se pueden lograr recurriendo a Mi poder de amor. Los dones del Espíritu son todas aquellas capacidades extraordinarias que requieren poder divino, que no pueden ser adquiridos por la mente humana, pero siempre pueden ser adquiridos por un corazón dispuesto a amar.

Los dones del Espíritu siempre prueban la conexión íntima Conmigo, porque soy Yo Mismo Quien Se revela a través de tales dones, y por eso un ser humano que se mantiene alejado de Mí no puede demostrar un don de Espíritu, quien no ha establecido ya la conexión, la relación correcta Conmigo a través de obras de amor. Pero la forma en que Me expreso a través de un ser humano está determinada por la misión que ese ser humano ha emprendido; Depende de la fuerza de su voluntad y de su fe de que manera actúa Mi poder, Mi Espíritu....

Pero Mi Espíritu siempre da testimonio de Mí, por lo que todo don espiritual Me glorifica a Mí y a Mi nombre, dará testimonio de Mí y de Mi Enseñanza y podrá llevar a los humanos a creer en Mí, porque en esto consiste la obra de Mi Espíritu, que quiere llevar a los humanos a Mí, que uno se esfuerza por el Espíritu Padre desde la eternidad, para que el ser humano se sienta interiormente impulsado a establecer la conexión Conmigo, para entonces ser atrapado por Mi amor, que nunca más lo dejará caer.

Y por eso siempre se puede hablar de la obra del Espíritu donde se trabaja para Mí y para Mi Reino, su esto sucede de una manera viva. Los dones del Espíritu, sin embargo, son obviamente reconocibles y presuponen una fe particularmente fuerte y también una obra de amor que haya producido esta fe. Porque Yo puedo revelarme a Mí Mismo a través de este ser humano y, por así decirlo, hacer visible Mi expresión de poder, que siempre debe tener como único fin despertar la fe en los semejantes, pero siempre respetando al libre albedrío, pues Mis dones espirituales no obligan, excepto el don de curar a los enfermos, que puede dejar una impresión más profunda que podría determinar a los humanos a creer....

Pero incluso una fe como tal primero debe cobrar vida a través del amor.... así que el ser humano probablemente ya no podrá negar nada extraordinario que se refiere a Mí, sino que sólo se beneficiará verdaderamente de este conocimiento si permite que su fe se vuelva viva a través del amor.... es por eso que este don del Espíritu también puede ser una bendición si es reconocido correctamente. Todos debéis esforzaros por alcanzar los dones del Espíritu, no por el éxito visible, sino por la fuerza de la fe.... debéis esforzaros por alcanzarlos para poder dar un testimonio vivo de la unión Conmigo, que ahora obra en vosotros a través de Mi Espíritu.

Quien puede demostrar dones del Espíritu está plenamente consciente en contacto Conmigo; Él ya Me ha sentido a Mí Mismo, y su celo por Mí y por Mi Reino es ahora comprensible y es promovido por Mí a través de los dones del Espíritu. Sin embargo, incluso estos dones espirituales no siempre son reconocidos por los demás seres humanos, porque el reconocimiento de las expresiones divinas de fuerza, el reconocimiento de Mis revelaciones, requiere un espíritu despierto, porque sólo los humanos que están dispuestos a amar tiene despertado el espíritu dentro de sí mismos, que entonces los ilumina y les da claridad, que ahora también dirige correctamente su pensar, su hablar y su querer. Pero allí donde Mi Espíritu aún duerme en el ser humano, no se puede esperar comprensión para procesos que sólo pueden explicarse puramente espiritualmente, para dones espirituales que presuponen una fe viva, pero que también exigen una fe viva para ser reconocidos....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.