La más mínima violación del orden divino tiene el efecto de una pérdida de fuerza según la ley divina, que está llena de fuerza, lo que se mueve completamente en el orden de Dios, y que pierde quien no hace caso omiso de Su ley de orden. Porque este último es un esfuerzo negativo que también tiene que tener un efecto correspondiente. Sólo puede llamarse violación del orden divino lo que se lleva a cabo con plena conciencia, mentalmente o mediante acciones, que se reconoce como contrario a Dios. Así también sólo puede llamarse “pecado” lo que se hace con plena conciencia de una injusticia; por lo tanto, el hombre debe saber sobre el bien y el mal y hacer libremente lo que reconoce como malo para haber cometido un pecado.
Esta definición es importante porque el perdón de los pecados implica un profundo arrepentimiento que sólo se puede sentir cuando el hombre reconoce su pecado y no se le imputa como pecado una violación del orden divino cometida en la ignorancia de la culpa. Por eso la confesión de la culpa es indispensable si el ser humano quiere obtener el perdón, y esta confesión de culpa debe estar conectada con el más profundo remordimiento; por lo que debe venir del corazón, no solo se habla con la boca, porque de lo contrario no se puede obtener el perdón.
Las ofensas, por lo tanto, que no violan el orden divino, pero que son tipificados como pecados por los humanos sobre la base de leyes promulgadas por humanos, ciertamente pueden ser castigadas por humanos, pero no pertenecen a los pecados por los cuales se debe buscar el perdón a Dios, porque Dios Mismo no los considera como pecados y tampoco los contará como pecados contra una persona. Porque una violación del orden divino sólo consiste en que el ser humano viole el amor a Dios y al prójimo...
Todo lo que se hace por amor a Dios y al prójimo jamás puede violar el orden divino, así como al contrario, todo lo que se hace en contra del mandamiento del amor no puede moverse en el orden divino por que el amor es la ley básica y en ella se fundamenta el orden divino. Y en esto siempre aplicada el estándar si el término “pecado” no os queda claro...
Un pecado debe ser expiado si la persona no es perdonada, pero por eso debe ser reconocido como pecado y aborrecido para encontrar su perdón, y por eso el hombre también debe saber lo que se entiende por pecado, él debe saber si y cuando ha violado en amor de Dios, y si y cuando ha pecado contra su prójimo. Y debe llevar estos pecados a Jesucristo y pedirle sinceramente que sea perdonado por causa de Su sangre... Entonces será perdonado, entonces estará libre de su culpa... amén
TraductorDer kleinste Verstoß gegen die göttliche Ordnung wirkt sich als Kraftverlust aus laut göttlichem Gesetz, daß krafterfüllt ist, was sich völlig in der Ordnung Gottes bewegt, und derer verlustig geht, der Sein Gesetz der Ordnung nicht beachtet. Denn es ist letzteres ein negatives Streben, das sich auch entsprechend auswirken muß. Ein Verstoß gegen die göttliche Ordnung kann aber nur das genannt werden, was vollbewußt ausgeführt wird, gedanklich oder durch Handlungen, was also erkannt wird als Gott-widrig. So also kann "Sünde" auch nur das genannt werden, was im vollen Bewußtsein eines Unrechts getan wird; also muß der Mensch um Recht und Unrecht wissen und frei das tun, was er als Unrecht erkennt, um eine Sünde begangen zu haben. Es ist diese Definition wichtig, weil zur Sündenvergebung eine tiefe Reue gehört, die nur dann empfunden werden kann, wenn der Mensch seine Sünde erkennt und ein in Unkenntnis der Schuld begangener Verstoß gegen die göttliche Ordnung ihm nicht als Sünde angerechnet wird. Darum ist das Schuldbekenntnis unerläßlich, will der Mensch Vergebung erlangen, und dieses Schuldbekenntnis muß mit tiefster Reue verbunden sein; es muß also aus dem Herzen kommen, nicht nur mit dem Munde gesprochen werden, weil sonst keine Vergebung erlangt werden kann. Vergehen also, die nicht wider die göttliche Ordnung verstoßen, die aber von Menschen zur Sünde gestempelt werden auf Grund menschlich erlassener Gesetze, können wohl von seiten der Menschen mit Strafen belegt werden, gehören aber nicht zu den Sünden, für die Vergebung von Gott erbeten werden soll, weil Gott Selbst sie nicht als Sünde ansieht und auch niemals einem Menschen als Sünde anrechnen wird. Denn ein Verstoß gegen die göttliche Ordnung besteht immer nur darin, daß der Mensch sich vergeht gegen die Liebe zu Gott und dem Nächsten.... Alles, was aus Liebe zu Gott und zum Nächsten getan wird, kann nimmermehr gegen die göttliche Ordnung verstoßen, wie umgekehrt alles, was dem Liebegebot zuwidergetan wird, sich nicht in göttlicher Ordnung bewegen kann, weil die Liebe das Grundgesetz ist und auf ihr sich die göttliche Ordnung aufbaut. Daran leget also stets den Maßstab an, so euch der Begriff "Sünde" unklar ist.... Eine Sünde muß gesühnt werden, wenn dem Menschen nicht Vergebung wird, darum aber muß sie als Sünde erkannt und verabscheut werden, um ihre Vergebung zu finden, und darum muß der Mensch auch wissen, was unter Sünde zu verstehen ist, er muß wissen, ob und wann er gegen die Liebe zu Gott sich vergangen hat, ob und wann er gegen den Nächsten gesündigt hat. Und diese Sünden muß er zu Jesus Christus hintragen und Ihn innig bitten, daß sie ihm vergeben werden, um Seines Blutes willen.... Dann wird er Vergebung finden, dann wird er frei werden von seiner Schuld....
Amen
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