Yo quiero derramar Mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos e hijas profetizarán. Yo quiero llamaros la atención sobre el tiempo del fin, así que se cumplen estas Mis Palabras. La cornucopia de Mi Gracia será sacudida, pues Mi Espíritu se revela a todos los que permiten que Yo obre en ellos. Sobre siervos y siervas quiero Yo derramar Mi Espíritu. Todos, los que están solícitos en servirme, serán directamente enseñados por Mí, oírán Mis Palabras y pregonarán del tiempo venidero. Las profecías de los videntes y profetas antiguos se repetirán a través de los videntes y profetas del último tiempo, pues estos también ven en el espíritu como sucederá, ellos ven cómo se aproxima el fin, la gran necesidad espiritual de la humanidad, y se entregan como altavoces para Mí, se preparan en recipientes, en los que Mi Espíritu pueda fluír, para que puedan ver clara y lúcidamente, lo que Yo he determinado desde la eternidad. Mi Espíritu obra por eso en estos hombres.
Cuando Yo ascendí al Cielo, estaba la obra consumada, la muerte había sido vencida, las tinieblas del espíritu estaban rasgadas, el rayo de luz de lo alto podía penetralas por medio, y Mi Espíritu podía realizar a los hombres que en Mí creían. La comuncación se había establecido entre el Cielo y la tierra, entre el Reino espiritual y el terrenal, había un puente del uno al otro, el cual infaliblemente conduce a Mí, pues quien deja obrar a Mi Espíritu, ese tiene derecho a Mi Amor paternal eterno, él como Mi hijo heredero del Padre.
Mas el derramamiento del Espíritu ha sido poco reconocido por los hombres, fue considerado como una aparición o suceso único de pentecostés, como corraboración visible de la misión de Mis apóstoles que hablaban en todas lenguas, es decir que estaban llenos de Mi Espíritu. Pero el obrar del Espíritu no es ningún asunto único, pues Mi promesa reza: "Quien cree en Mí, de su cuerpo fluirán corrientes de agua viva..." Con estas Palabras anunciaba Yo el derramamiento del Espíritu sobre todo hombre que en Mí creyera y por esa fe viviera así, como es Mi Voluntad. Yo derramo Mi Espíritu en cada corazón que tiene capacidad receptora y es solícito en percibir, el que se forma y ha preparado de recipiente, el cual está bien apto en dejar que fluya a Mi Espíritu en sí. Muy pocos hombres sólo han experimentado en sí mismo ese proceso, sólo pocos hombres son tan fieles que Yo pueda obrar en ellos y con ellos directamente. Y por eso la humanidad no sabe nada del significado de estas Palabras, del significado importante del derramamiento del Espíritu.
Pero en el tiempo del fin le será llamada la atención, en el que de forma manifiesta tiene lugar el derramamiento del Espíritu, el que es reconocible por indicación y advertencia profética el fin del mundo, a través de advertencias que sólo confirman lo que videntes y profetas antiguos han profetizado. Siervos y siervas serán despertados, es decir, ellos, voluntariamente, se pondrán a Mi servicio y de ese modo serán realizados con Mi Espíritu por Mí; harán posible Mi obrar en sí, a través de su voluntad, la que está dirigida por completo sólo a Mí, y así pues podrán actuar como Mis apóstoles del tiempo final y anunciar el Evangelio, el fin del mundo y Mi venida en las nubes. Y derramaré Mi Espíritu sobre toda carne. Muchos podrán oír Mi Voz, cuando esté próximo el último fin. Sin embargo, primero son sólo algunos, que se unen tan entrañables a Mí, que pueden percibirme. No obstante, a todos ellos les es por Mi asignada una misión: que estén activos para Mí y Mi Reino por encargo de Mí. Estos pocos notarán en sí el llamamiento, y por eso no se espantan en pronunciar lo que los manifiesta Mi Espíritu, no se espantan en anunciar el Juicio final, y repetir en cierto modo las profecias de les antiguos videntes y profetas. Ellos hablan, por lo tanto, influenciados por Mi Voluntad, su espíritu ve lo futuro, y la boca expresa lo que ve el espíritu en él, transmitiéndoselo al alma. Él está lleno de Mi Espíritu, a él le está descubierto, lo que para los demás está oculto, él ve anticipadamente lo que le sobreviene a la humanidad, y en su afán de ayudar a los hombres, les participa lo que ha visto en su espíritu, y siervos y siervas profetizarán. Sin diferencia de sexo derramo Yo Mi Espíritu sobre toda carne, porque a cada uno que quiera servirme y aspire consciente a Mí, puede serle seguro el despertar de su espíritu, el atravesamiento de la fuerza de Mi Amor, y esto entra en aparición de modo manifiesto antes del fin.
Lo que hablaron Mis discípulos en el derramamiento de Mi Espíritu, eso lo anunciarán también ahora los que están despiertos del espíritu, pues Mi Espíritu es sin interrupción el mismo, Mi Espíritu os introduce en un saber que debéis transmitir de nuevo a aquellos que no están iluminados por Mi Espíritu.
La fiesta del derramamiento del Espíritu no debiera ser sólo un recuerdo de que Mis discípulos hablaron en lenguas extrañas, sino debe ser una exhortación constante, a que forméis también vuestro corazón de tal manera, que Yo pueda hacer efusivo Mi Espíritu sobre toda carne. Además Mi Promesa se debiera recordar, como lo podéis ver, que no solamente Mis discípulos fueron recipientes perceptivos de Mi Espíritu, sino que lo pueden ser todos los hombres; que todos los hombres impelidos por Mi Espíritu, puedan hablar, si en verdad quieren ser siervos y siervas para Mí, si quieren servirme, porque la miseria espiritual de los hombres requiere la ayuda servicial. A esos se lo manifestará Mi Espíritu lo que deban hablar, y a ellos los podéis creer, aunque os anuncien el próximo fin y se presenten de ese modo como videntes y profetas. Pues ahora se cumple, así como está eserito: "Yo derramaré Mi Espíritu sobre toda carne, y siervos y siervas profetizarán, y vuestros mozos verán visiones ..." De modo extraordinario me apareceré Yo Mismo, porque extraordinaria es la gran pena y necesidad espiritual que amenaza a los hombres y porque cada hombre que me ofrece ayuda servicial, puede experimentar en sí el obrar de Mi Espíritu, para que se remedie la gran necesidad espiritual.
Amén
TraductorDerramarei o Meu Espírito sobre toda a carne, e os criados e criadas profetizarão.... Chamo a vossa atenção para a hora do fim, quando estas palavras de Mine serão cumpridas.... A cornucópia da Minha graça será derramada, pois o Meu Espírito revela-se a todos os que Me permitem trabalhar neles. sobre criados e serviçais Derramarei o Meu Espírito.... todos os que estiverem dispostos a servir-Me serão ensinados por Mim directamente, ouvirão as Minhas Palavras e proclamarão o tempo vindouro. As profecias dos antigos videntes e profetas serão repetidas pelos videntes e profetas dos últimos dias, pois também eles vêem em espírito como isso virá, vêem o fim que se aproxima, a grande adversidade espiritual da humanidade, e entregam-se como bocais para Mim, preparam-se como vasos nos quais o Meu espírito pode fluir para que possam ver brilhante e claramente o que foi determinado desde a eternidade. O meu espírito funciona assim nessas pessoas.... Quando ascendi ao céu a obra foi realizada.... a morte foi vencida, as trevas do espírito foram quebradas, o raio de luz do céu foi capaz de penetrar e o Meu espírito foi capaz de encher as pessoas que acreditavam em Mim. A ligação tinha sido estabelecida entre o céu e a terra, entre o reino espiritual e o reino terrestre, havia uma ponte de um para o outro que conduz infalivelmente a Mim, pois quem permite que o Meu espírito trabalhe tem direito ao Meu eterno amor paterno, pois o Meu filho é o herdeiro do Pai.
A efusão do espírito, porém, foi pouco reconhecida pelas pessoas, foi considerada como uma manifestação Pentecostal única, como uma confirmação visível da missão dos Meus apóstolos que falavam em todas as línguas e estavam assim cheios do Meu espírito. Mas o trabalho do Espírito não é uma coisa isolada, pois a Minha promessa é: "Quem acreditar em Mim, do seu corpo correrão rios de água viva....". Com estas palavras anunciei a efusão do Espírito sobre cada pessoa que acredita em Mim e vive desta fé, pois é a Minha vontade.... Derramo o Meu espírito em cada coração receptivo e disposto que se preparou como um recipiente bem adequado para deixar o Meu espírito fluir para dentro dele. Apenas algumas pessoas passaram por este processo, apenas algumas pessoas são tão devotas que eu posso trabalhar directamente nelas e nelas. E é por isso que a humanidade nada sabe do significado destas Palavras, do significado da efusão do espírito. No final dos tempos, no entanto, eles serão sensibilizados pelo facto de que a efusão do espírito terá obviamente lugar, o que é reconhecível através de indicações proféticas do fim, através de indicações que apenas confirmam o que os videntes e profetas antigos profetizaram. Servos e servas serão acordados, ou seja, colocar-se-ão voluntariamente ao Meu serviço e agora serão preenchidos por Mim com o Meu espírito; tornarão possível o Meu trabalho em si mesmos através da sua vontade, que é inteiramente destinada a Mim, e assim poderão ser activos como Meus apóstolos dos últimos dias e proclamar o Evangelho, o último fim e a Minha vinda nas nuvens. Derramarei o meu espírito sobre toda a carne.... Muitos serão capazes de ouvir a Minha voz quando o último fim estiver próximo. Mas por enquanto são poucos os que se unem a Mim tão intimamente que serão capazes de Me ouvir. No entanto, a todos eles foi atribuída por Mim uma missão: ser activo em Meu nome para Mim e Meu reino. Estes poucos sentirão o chamamento dentro de si e, por isso, não se esquivarão a expressar o que o Meu espírito lhes anuncia.... não têm medo de anunciar o último Juízo e, em certa medida, repetir as profecias dos antigos videntes e profetas (29.5.1950). Assim falam influenciados pela Minha vontade, o seu espírito percebe o que está para vir e a boca fala o que o espírito percebe e transmite à alma do ser humano. Ele é preenchido pelo Meu espírito, caso contrário são-lhe reveladas coisas escondidas, ele prevê o que está a chegar à humanidade e, no seu desejo de ajudar os seus semelhantes, ele comunica-lhes o que viu no espírito.... e os criados e criadas profetizarão.... Derramo o Meu espírito sobre toda a carne sem distinção de sexo, porque todos os que Me querem servir e se esforçam conscientemente por Mim podem estar certos do despertar do seu espírito, do fluir da Minha força de amor, e isto manifestar-se-á obviamente antes do fim. O que os Meus discípulos falaram na efusão do espírito será agora também proclamado por aqueles que são despertados pelo espírito, pois o Meu espírito permanece o mesmo, o Meu espírito guia-vos ao conhecimento, o Meu espírito introduz-vos ao conhecimento que deveis transmitir novamente àqueles que não são iluminados pelo Meu espírito. A festa da efusão do Espírito não será apenas um lembrete de que os Meus discípulos falaram em línguas estrangeiras, mas será também um lembrete constante para moldar o vosso coração de tal forma que eu possa derramar o Meu Espírito sobre toda a carne. Além disso, fará com que se lembrem da Minha promessa da qual se pode ver que não só os Meus discípulos foram receptáculos do Meu espírito, mas que todas as pessoas podem ser; que todas as pessoas, impelidas pelo Meu espírito, podem falar se quiserem verdadeiramente ser servas e servas para Mim, se quiserem servir-Me, porque as dificuldades espirituais das pessoas requerem ajuda serviçal. O meu espírito dar-lhes-á a conhecer o que devem dizer, e podeis acreditar neles mesmo que vos anunciem o Juízo que se aproxima e assim apareçam como videntes e profetas a fim de vos salvar, humanos, da ruína eterna. Por agora está cumprido como está escrito: "Derramarei o Meu espírito sobre toda a carne, e servos e donzelas profetizarão e os jovens terão sonhos brilhantes....". Eu próprio apareço de uma forma extraordinária porque as pessoas são ameaçadas por uma extraordinária adversidade espiritual e porque cada pessoa que Me oferece ajuda pode experimentar o trabalho do Meu espírito dentro de si para que a grande adversidade espiritual seja remediada...._>Ámen
Traductor