Llenará el aíre un umbido fuera de lo común, cuando el día del Juício esté para llegar. Y esto será para los hombers la última señal, sin embargo, sólo reconocido por aquellos, por los fieles, como tal, a quienes los lleman de gran alegría. Pues ahora esperan ellos la venida del Senor. Se necesita una gran fe para ello, en esperar a Dios viniendo en las nubes, pues es en suceso de forma tan extraordinaria, que los ateos, si se les habla de ello, sólo se mofan y burlan. El rumbido bien que lo percibirán también, pero no ven al Señor en las nubes, y por eso hacen poco caso del extraordinario rugído en el aíre y no se dejan molestar en su vida, estan alegres y sin escrúpulos van a sus diversiones. Los fieles se reunirán y con corazón feliz se preparan para la acogída del Señor. Están al final (al extremo) de su fuerza terrenal y saben que su tiempo de penas y sufrimientos está ahora ya terminado, y al unísono profesan ser partidarios de Dios hasta última hora, aunque eso significa la pérdida de la vida terenal, porque el mundo procede contra ellos de manera despiadada.
Sin embargo, la aparación del Señor hace contrariar sus planes. Pues ellos ven de repente al grupo de los fieles elevarse y flotar hacia lo alto. Y al mismo tiempo resuena un horrible trueno, y los hombres descubren llenos de espanto, que algo horrible, tremendo les sobreviene a ellos. A causa del suceso extraordinario del arrebato entumecidos, perplejos, son incapaces de pensar, tratan de huir y ven lo mismo en todas partes, de la tierra prorrumpen con ímpetu llamas de fuego, de las que no hay ningún escape. Y encuentran de la forma más horrible su fin, porque no hay ninguna salvación para los hombres que etán llenos de pecados y están sobre la tierra enfurecidos igual que diablos. El grupo de los fieles a Dios ve el fin de la antigua tierra como se ejecuta ante sus ojos la obra de destrucción divina, mientras que él mismo (el grupo) se ha escapado de ella. Y a salvo bien seguros permanecen en un lugar de paz, como lo ha prometido Dios.
Este es el fín de un periodo de salvación y el comienzo de uno nuevo, tan pronto como la nueva tierra esté nueva formada por la Voluntad de Dios. Entonces los fieles de Dios continuarán viviendo como el linaje de la nueva generación humana, con los que comienza la nueva época de salvación.
Sólo a los hombres sabientes, a los hombres que entán en el prfundo conocimiento, les es el suceso del arrebato comprensible y por eso creíble, pero él corona un tiempo de apuros y sifrimientos de gran temor, ese tiempo es la conclusión y la prueba de la Gloría de Dios, quien también a los suyos les prepara una suerte que atestigua (o da fe) de Su Gloría. Es un acto del Amor más profundo Divino a Sus hijos, que en El reconocen a su Padre desde la eternidad, los que han encontrado el regreso a El, y han llegado a ser y son uno con El por el amor, entre los que ahora El puede permanecer, porque no hay ningún obstáculo para el Amor Divino, si el hombre mismo se ha vuelto amor.
Amén
TraductorEin ungewöhnliches Brausen wird die Luft erfüllen, so der Tag des Gerichtes im Anzuge ist. Und es wird dies für die Menschen das letzte Zeichen sein, jedoch nur als solches erkannt von den Gläubigen, die es mit großer Freude erfüllt. Denn nun erwarten sie das Kommen des Herrn.... Es gehört ein starker Glaube dazu, Gott in den Wolken kommend zu erwarten, denn es ist ein Vorgang von so außergewöhnlicher Art, daß die Gottlosen nur höhnen und spotten, so davon zu ihnen gesprochen wird. Das Brausen werden sie wohl auch vernehmen, doch den Herrn in den Wolken sehen sie nicht, und darum schenken sie auch dem ungewöhnlichen Getön in der Luft wenig Beachtung und lassen sich nicht in ihrem Leben stören.... sie sind ausgelassen und skrupellos und gehen ihren Vergnügungen nach. Die Gläubigen aber werden sich sammeln und frohen Herzens sich vorbereiten für den Empfang des Herrn. Sie stehen am Ende ihrer irdischen Kraft und wissen, daß ihre Leidenszeit nun beendet ist, und einmütig bekennen sie sich in letzter Stunde für Gott, wenngleich dies Verlust des irdischen Lebens bedeuten soll, weil die Welt unbarmherzig gegen sie vorgeht. Doch das Erscheinen des Herrn macht einen Strich durch die Rechnung der Gottlosen.... Denn plötzlich sehen sie die Schar der Gläubigen sich vom Erdboden erheben und emporschweben zur Höhe.... Und gleichzeitig ertönen furchtbare Donner, und die Menschen werden voller Entsetzen inne, daß etwas Furchtbares über sie hereinbricht. Durch den ungewöhnlichen Vorgang der Entrückung erstarrt, sind sie unfähig zu denken, sie suchen zu fliehen und sehen überall das gleiche.... aus der Erde hervorbrechende Feuerflammen, vor denen es kein Entrinnen gibt. Und sie finden ein Ende in schrecklichster Art, denn es gibt keine Rettung für die Menschen, die gleich Teufeln auf der Erde wüten und voller Sünde sind. Die Schar der Gottgetreuen aber sieht das Ende der alten Erde; vor ihren Augen spielt sich das göttliche Vernichtungswerk ab, während sie selbst ihm entgangen sind und wohlgeborgen an einem Ort des Friedens weilen, wie es Gott verheißen hat. Dies ist das Ende einer Erlösungsperiode und der Beginn einer neuen, sowie die alte Erde wieder neu gestaltet ist durch den Willen Gottes. Dann werden die Gottgetreuen weiterleben als Stamm des neuen Menschengeschlechtes, mit welchem die neue Erlösungsepoche beginnt. Nur dem wissenden, tief in der Erkenntnis stehenden Menschen ist der Vorgang der Entrückung verständlich und darum glaubhaft, doch er krönet eine Zeit banger Nöte und Leiden, er ist der Abschluß und der Beweis der Herrlichkeit Gottes, Der auch den Seinen ein Los bereitet, das von Seiner Herrlichkeit zeuget.... Es ist ein Akt tiefster göttlicher Liebe zu Seinen Geschöpfen, die in Ihm ihren Vater von Ewigkeit erkennen, die zu Ihm zurückgefunden haben und eins geworden sind mit Ihm durch die Liebe.... unter denen Er nun Selbst weilen kann, weil es kein Hindernis gibt für die göttliche Liebe, so der Mensch selbst zur Liebe geworden ist....
Amen
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