Esta es la bendición del trabajo espiritual, que el ser humano permanece en conectado con Dios y recibe constantemente y constantemente es receptor de la fuerza de Dios. El ser humano debe buscar constantemente a Dios, debe unirse a Él mentalmente a través de la oración del corazón y a través de la obra del amor, entonces está siendo constantemente activo para sí mismo y para sus semejantes, y entonces la fuerza de Dios continua fluyendo hacia él. El trabajo espiritual presupone el amor a Dios y a los demás seres humanos.... el ser humano reconoce sus defectos y los de sus semejantes, reconoce la perfección de Dios y busca cerrar la brecha que separa a los humanos de Dios porque ama a Dios y también a sus semejantes que languidecen lejos de Dios. Y toda obra que se basa en el amor, Dios la bendice, por eso siempre transmite fuerza al ser humano para que pueda realizar su trabajo de alma.
El ser humano que se conecta con Dios en la oración sincera nunca quedará sin fuerza si esta oración está dirigida principalmente al bienestar espiritual, si el ser humano que ora quiere realizar el trabajo por el reino de Dios y necesita fuerza para hacerlo. Pero esta transmisión de fuerza le fortalecerá también para el trabajo terrenal, le hará capaz de afrontar todas las exigencias, porque el trabajo espiritual, el trabajo por el reino de Dios, sigue siendo siempre la actividad real y para esta el ser humano nunca queda sin fuerza.
Si el ser humano quiere ser espiritualmente activo, es decir, si quiere contribuir a la salvación de las almas descarriadas, entonces el destino de su vida siempre estará adaptado a este trabajo, es decir, todo lo que le toca en la Tierra debe estimularle a un mayor esfuerzo espiritual y permitir que su alma madure para poder tener un efecto aún más exitoso en sus semejantes. A menudo tendrá que abrirse camino en la Tierra, pero siempre tendrá la fuerza para hacerlo porque sólo puede ganar luchando.
Así su vida en la Tierra no será tranquila y sin espinas. Pero siempre se extenderá hacia él una mano que lo guiará por caminos difíciles de transitar.... El amor de Dios no le dejará tropezar, siempre lo fortalecerá y lo hará capaz de cualquier trabajo que tenga que realizar en la Tierra. Y Ella lo atrae hacia Sí una y otra vez.... Pero quien permanece unido al amor de Dios, no quedará sin fuerza para siempre y todo lo que hace, Dios lo hace a través de él....
amén
TraductorQuesta è la Benedizione del lavoro spirituale, che l’uomo rimane unito con Dio ed è un costante ricevente di Forza da Dio. L’uomo deve costantemente cercare Dio, si deve unire con Lui mentalmente attraverso la preghiera del cuore ed attraverso l’agire d’amore, allora è continuamente attivo spiritualmente per sé e per il prossimo ed allora gli affluisce anche continuamente la Forza da Dio. Il lavoro spirituale premette amore per Dio e per il prossimo, l’uomo riconosce i difetti suoi e dei prossimi, riconosce la Perfezione di Dio e cerca di pontificare la voragine dagli uomini a Dio, perché ama Dio ed anche i suoi prossimi che languono nella lontananza da Dio. E Dio benedice ogni lavoro che è fondato nell’amore, quindi Egli guida all’uomo sempre la Forza affinché possa anche eseguire il suo lavoro sull’anima. Non sarà mai senza Forza, l’uomo che si unisce intimamente con Dio nella preghiera, quando questa è dapprima rivolta al bene spirituale, quando l’orante vuole eseguire il lavoro per il Regno di Dio e per questo ha bisogno di Forza. Ma questo apporto di Forza lo fortificherà anche per il lavoro terreno, lo renderà capace di eseguire ogni pretesa, perché il lavoro spirituale, il lavoro per il Regno di Dio, rimane sempre la vera attività e per questa l’uomo non rimane mai senza Forza. Se l’uomo vuole essere attivo spiritualmente, cioè contribuire alla Redenzione di anime erranti, allora il destino della sua vita sarà sempre adeguato a questo lavoro, cioè tutto ciò che lo tocca terrenamente, lo deve spronare maggiormente al tendere spirituale e fare maturare lui stesso nella sua anima, affinché possa agire con maggior successo sull’anima del prossimo. Sovente dovrà trascorrere la sua via terrena lottando, ma ne avrà anche sempre la Forza, perché solo attraverso la lotta può riportare una vittoria. E quindi la via della sua vita terrena non sarà liscia e senza spine. Ma gli si stenderà sempre incontro una Mano la Quale lo conduce oltre le vie difficilmente percorribili. L’Amore di Dio non lo lascia inciampare, lo fortifica sempre e sempre di nuovo e lo rende capace per ogni lavoro che deve prestare sulla Terra. E lo attira sempre di nuovo a Sé. Ma chi rimane unito con l’Amore di Dio, non sarà eternamente senza Forza e tutto ciò che fa, lo fa Dio attraverso lui.
Amen
Traductor