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Promesa de Jesús: “Buscad primero el reino de Dios....”

El hombre necesita muy poco para la vida terrenal si tan sólo persigue el objetivo espiritual y sólo se preocupa por su alma. Y Dios proveerá para sus necesidades terrenales, y nada le faltará, como el Señor lo ha prometido.... Y por eso las preocupaciones terrenales son innecesarias, ya que el Padre celestial sabe cómo son Sus hijos y de qué necesitan para su bienestar corporal. Y los considera terrenales y espirituales. Él no sólo preserva el cuerpo, sino que también le da al alma lo que necesita para madurar para la eternidad.

Pero el hombre debe anteponer la salvación su alma a todo lo demás para que se cumpla la promesa de Jesús: “No os preocupéis por lo que habréis de comer y beber, no con qué os vestiréis, sino buscad primero el reino de Dios, y todo lo demás caerá en vuestras manos....” Pero los seres humanos no tienen otras preocupaciones que el bienestar de sus cuerpos, y como no piensan en sus almas, Dios los deja con sus preocupaciones porque no Le prestan atención. Y así Él también Se retira. Deben reconocer el fracaso de sus esfuerzos terrenales, y por eso Él muchas veces les quita lo que con tanto esfuerzo han logrado, y por eso viven en constante preocupación por el bienestar de sus cuerpos, aunque podrían pasar la vida en la Tierra con facilidad y despreocupados, si persiguieran un objetivo diferente que al mismo tiempo asegurara sus necesidades terrenales.

Pero la gente no tiene fe, no presta atención a la Palabra divina, no presta atención a la promesa de Jesús, la gente no cree en la verdad de lo que Jesucristo enseñó en la Tierra y por lo tanto no puede recibir la bendición de esta promesa. Por eso no se la puede ofrecer ningún otro alivio y tiene que luchar por la existencia por su propia culpa. Así como la incredulidad siempre causará a los humanos desventajas en cuerpo y alma.

Dios creó al humano por la razón de una tarea. Lo creó de tal manera que tiene que considerar su cuerpo para poder mantener su vida terrenal. Y si ahora cumple la tarea, que consiste en la maduración de su alma, no debe temer que su cuerpo muera de hambre, aunque ponga la actividad terrenal detrás de su esfuerzo espiritual, porque ahora Dios Mismo lo considera.... al suministrarle todo lo que el ser humano necesita para la vida diaria. Cuán despreocupadamente podría caminar la humanidad por la Tierra si quisiera considerar seriamente la Palabra de Dios y vivir según ella.... En cambio, la preocupación de la gente sólo se aplica a la preservación del cuerpo e ignora las necesidades espirituales.

Pero quien se esfuerza por el reino de Dios está constantemente bajo su cuidado, todo lo que necesita para vivir le será dado, nunca necesitará pasar hambre, ni tendrá que temer si le quitan lo que posee, porque Dios conoce sus necesidades y preocupaciones y está dispuesto a ayudar en el momento adecuado. Él prueba a sus hijos en la fe y busca fortalecer a aquellos cuya fe aún es débil. Y es por eso que quien lleva a Dios dentro sí mismo, que está unido a Él y se esfuerza ansiosamente por adquirir el reino de Dios, nunca se encontrará en angustia física.... Dios lo considerará en todo momento, y Su cuida sabrá evitar, que la persona que hace caso a la promesa de Jesús se meterá en problemas físicos: “Buscad primeramente el reino de Dios.... todo lo demás caerá en vuestras manos....”

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Verheißung Jesu: "Suchet zuerst das Reich Gottes...."

Für das irdische Leben benötigt der Mensch nur wenig, so er das geistige Ziel verfolgt, also nur auf seine Seele bedacht ist. Und für seine irdischen Bedürfnisse sorgt Gott zur Genüge, und ihm wird nichts mangeln, wie es der Herr verheißen hat.... Und darum sind die irdischen Sorgen unnötig, weiß doch der himmlische Vater, wie es um Seine Kinder beschaffen ist und wessen sie bedürfen für ihr leibliches Wohl. Und Er bedenket sie irdisch und geistig, Er erhält nicht nur den Körper, sondern Er gibt auch der Seele, was sie benötigt, um zu reifen für die Ewigkeit. Doch die Sorge um das Seelenheil muß der Mensch allem anderen voransetzen, auf daß die Verheißung Jesu sich erfüllen kann: "Sorget nicht, was ihr essen und trinken werdet und womit ihr euch bekleidet, sondern suchet erst das Reich Gottes, alles andere wird euch zufallen...." Doch die Menschen kennen keine anderen Sorgen als um ihres Leibes Wohlergehen, und da sie ihrer Seele nicht gedenken, überlässet sie Gott ihren Sorgen, denn sie achten Seiner nicht. Und so ziehet auch Er Sich zurück. Sie sollen das Erfolglose ihres irdischen Strebens erkennen, und darum nimmt Er ihnen oft, was sie sich mühevoll errungen haben, und also leben sie in ständiger Sorge um ihres Körpers Wohlbehagen, wo sie leicht und unbeschwert durch das Erdenleben gehen könnten, so sie ein anderes Ziel verfolgen möchten, das ihnen gleichzeitig die irdischen Bedürfnisse gewährleistet. Doch die Menschen haben keinen Glauben, sie achten des göttlichen Wortes nicht, sie achten nicht der Verheißung Jesu; sie glauben nicht an die Wahrheit dessen, was Jesus Christus auf Erden gelehrt hat, und können auch folglich nicht in den Segen dieser Verheißung gelangen. Und so wird ihnen auch keine andere Erleichterung geboten werden können, und sie müssen den Daseinskampf führen durch eigene Schuld, wie stets der Unglaube den Menschen Nachteil eintragen wird an Leib und Seele. Gott hat den Menschen erschaffen einer Aufgabe wegen, Er hat ihn so geschaffen, daß er seinen Körper bedenken muß um sein irdisches Leben zu erhalten. Und erfüllt er nun die Aufgabe, die im Ausreifen seiner Seele besteht, so braucht er keineswegs zu fürchten, daß sein Körper darben müßte, auch wenn er die irdische Tätigkeit hinter sein geistiges Streben stellt, denn nun bedenket ihn Gott Selbst.... indem Er ihm alles zuführt, was der Mensch zum täglichen Leben benötigt. Wie sorglos könnte die Menschheit auf Erden wandeln, so sie das Wort Gottes ernsthaft bedenken und danach leben möchte.... Statt dessen aber gilt die Sorge der Menschen nur der Erhaltung des Körpers, und die geistigen Bedürfnisse lassen sie außer acht. Wer aber strebt nach dem Reich Gottes, der steht ständig in Seiner Fürsorge, ihm geht alles zu, was er zum Leben braucht, er wird niemals zu darben brauchen, er wird auch nicht zu bangen brauchen, so ihm das genommen wird, was er besitzet, denn Gott weiß um seine Nöte und Sorgen und ist zur Hilfe bereit zur rechten Zeit. Er prüfet Seine Kinder im Glauben und suchet zu kräftigen, deren Glaube noch schwach ist. Und darum wird niemals in der Not des Leibes sich befinden, wer Gott in Sich trägt, wer mit Ihm verbunden ist und eifrig danach strebt, das Reich Gottes zu erwerben.... Gott wird ihn bedenken jederzeit, und Seine Fürsorge wird es zu verhindern wissen, daß der Mensch in Leibesnöte gerate, der die Verheißung Jesu beachtet: "Suchet zuerst das Reich Gottes.... alles andere wird euch zufallen...."

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde