Estar en el reconocimiento correcto significa para el hombre la maduración de su alma, porque el reconocimiento es el conocimiento sobre el significado y el propósito de la vida terrenal, sobre su tarea terrenal, sobre la relación correcta con Dios, sobre la sabiduría, omnipotencia y el amor de Dios, y sobre el inicio principal y el destino final de toda criatura.
De esto resulta que el hombre sabiendo ajustará su vida terrenal de otra manera, como cuando pasaría su vida en ignorancia de esto. Se esforzará espiritualmente por acercarse al Ser más perfecto, al Creador del cielo y de la tierra, tratará de asimilarse a este Ser más elevado y, por tanto, también madurar en consecuencia, es decir, desarrollarse hacia arriba. Por lo tanto, es extremadamente importante esforzarse por el conocimiento correcto, el reconocimiento; es muy importante penetrar en la verdad y, por tanto, pedirla, de lo contrario no se la puede llevar a la gente.
La voluntad del hombre debe estar siempre dirigida a recibir la sabiduría divina, tiene que reconocer a Dios como la fuente original de la sabiduría y llevar el deseo de poder sacar de esta fuente, y debe, si se abre a Él, dejar que el agua viva se desborda sobre él... entonces llegará al reconocimiento más completo y será extremadamente bendecido ya en la tierra. Luego rompió el hechizo que lo separa del reino espiritual; entonces ya está conectado con el reino espiritual, porque el conocimiento que ahora recibe es un bien espiritual, pertenece al reino espiritual y, por lo tanto, el hombre se convierte en un candidato para el reino espiritual, en cuanto se le transmite el bien espiritual desde allí.
La vida terrestre es ahora solo una transición para él, sus pensamientos demoran más encima de la tierra y todos sus sentidos son atraídos hacia el reino desde el cual fluye el conocimiento hacia él. Y este anhelo por el reino espiritual también le permite esforzar por la perfección, vive su vida conscientemente, trabaja en sí mismo porque el saber del objetivo lo impulsa a esforzarse ansiosamente, porque sabe que la vida terrenal solo es el medio para el fin, la etapa preparatoria para la vida en el más allá, que se supone que le traerá libertad espiritual, luz y felicidad....
El reconocimiento es un gran progreso en la tierra; quien camina en el reconocimiento ya no pertenece exclusivamente a la tierra, sino que su alma a menudo se queda dónde está su verdadero hogar. Los pensamientos de aquel, que está en el reconocimiento vagan hacia arriba, escapan del peso de la tierra, y esto es siempre una ventaja para el alma, que deja el cuerpo desatendido, dejándose guiar por el espíritu en el hombre allá donde aguardan los tesoros espirituales, donde los amigos espirituales le enseñan y le ofrecen verdades eternas... el alma se encuentra a gusto en este reino y solo regresa a la tierra con desgana, pero lleva consigo el bien espiritual hacia abajo y así continua madurando y desarrollándose hacia arriba...
Amén
TraductorIn der rechten Erkenntnis zu stehen bedeutet für den Menschen das Ausreifen seiner Seele, denn Erkenntnis ist das Wissen um den Sinn und Zweck des Erdenlebens, um seine Erdenaufgabe, um das rechte Verhältnis zu Gott, um die Weisheit, Allmacht und Liebe Gottes und um den Uranfang und das Endziel eines jeden Geschöpfes. Es ergibt sich daraus, daß der wissende Mensch sein Erdenleben ganz anders einstellen wird, als wenn er in Unkenntnis dessen dahinlebt. Er wird geistig streben, um dem vollkommensten Wesen, dem Schöpfer des Himmels und der Erde, näherzukommen, er wird sich diesem höchsten Wesen anzugleichen versuchen und also auch entsprechend reifen, d.h. zur Höhe sich entwickeln. Es ist darum überaus wichtig, das rechte Wissen, die Erkenntnis, anzustreben; es ist wichtig, in die Wahrheit einzudringen und diese also zu erbitten, da sie sonst den Menschen nicht zugeführt werden kann. Es muß des Menschen Wille stets darauf gerichtet sein, göttliche Weisheit entgegenzunehmen, er muß Gott als den Urquell der Weisheit anerkennen und Verlangen tragen, aus diesem Quell schöpfen zu dürfen, und er muß, so er sich Ihm öffnet, das lebendige Wasser in sich überströmen lassen.... Dann wird er zur vollsten Erkenntnis kommen und überaus gesegnet sein schon auf Erden. Dann hat er den Bann gebrochen, der ihn von dem geistigen Reich trennt; er ist schon mit dem geistigen Reich verbunden, denn das Wissen, das er nun entgegennimmt, ist geistiges Gut, es gehört dem geistigen Reich an, und somit ist der Mensch ein Anwärter des geistigen Reiches, sowie ihm von dort geistiges Gut vermittelt wird. Das Erdenleben ist für ihn nun nur noch ein Übergang, seine Gedanken weilen mehr über der Erde, und es zieht ihn mit allen Sinnen in das Reich, von dem ihm tiefstes Wissen zuströmt. Und dieses Sehnen nach dem geistigen Reich läßt ihn auch streben nach Vollkommenheit, er lebt sein Leben bewußt, er arbeitet an sich, weil das Wissen um das Ziel ihn anspornt zu eifrigem Streben, weil er weiß, daß das Erdenleben nur das Mittel ist zum Zweck, das Vorbereitungsstadium für das jenseitige Leben, das ihm geistige Freiheit, Licht und Seligkeit bringen soll.... Die Erkenntnis ist ein großer Fortschritt auf der Erde; wer in der Erkenntnis wandelt, der gehört nicht mehr ausschließlich der Erde an, sondern seine Seele weilt des öfteren dort, wo ihre rechte Heimat ist. Die Gedanken dessen, der im Erkennen steht, schweifen zur Höhe, sie entfliehen der Erdenschwere, und es ist dies immer von Vorteil für die Seele, die den Körper unbeachtet läßt und sich von dem Geist im Menschen dorthin führen läßt, wo geistige Schätze ihrer harren, wo geistige Freunde sie belehren und ihr die ewigen Wahrheiten darbieten.... Die Seele fühlt sich wohl in diesem Reich und kehrt nur mit Widerstreben zur Erde zurück, doch sie nimmt Geistesgut mit hinab, und also reifet sie fortgesetzt und entwickelt sich zur Höhe....
Amen
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