Es como una cadena ininterrumpida, es una serie interminable de procesos que revelan el dominio demoniaco y por tanto también el estado atado en el que se encuentra la humanidad. Cada pensamiento, cada acción delata la influencia del mal, que tiene un efecto terrible en las almas que no pueden liberarse de tales ataduras. Y por eso esta obra demoníaca provoca también una destrucción total de la fe, porque la gente misma no ofrece resistencia. Es extremadamente desolador ver cómo se abandona todo lo que nos recuerda a Dios, cómo la fe en el divino Redentor disminuye cada vez más y cómo todos los pensamientos y aspiraciones de la humanidad se dirigen sólo a lo que forma parte del poder oscuro.
Las enseñanzas de la fe ahora ya son conceptos del mundo de la imaginación del hombre, y el hombre se siente elevado en relación con estas enseñanzas; vive su vida terrenal y todo lo espiritual es para él un lastre no deseado. Y por eso es inevitable que el poder de Dios se oponga a estas fuerzas demoniacas y ponga fin a las actividades de Satanás. Sin la ayuda divina, la decadencia espiritual progresaría y finalmente llevaría a la destrucción completa, pero el Padre en el cielo recuerda a los pocos cuya voluntad aún está indecisa, que aún no Le han abandonado finalmente.
Y para salvar a éstas, traerá este juicio sobre la tierra, cuyo efecto es inimaginable. Quiere dar a conocer a la humanidad Su omnipotencia una vez más, quiere dirigir sus pensamientos hacia Él para que Lo llamen y Él los ayude. Quiere arrebatarle a Satanás aquellas almas que aún no se han enamorado completamente de él, para que la humanidad no se pierda por completo.... Es un gran acontecimiento el que se supone provocará todo esto, y sólo depende de la voluntad del ser humano, cómo deja que este acontecimiento le afecte. Puede significar su liberación, pero también su encarcelamiento final en la violencia satánica.
Nuevamente le corresponde al hombre elegir entre el bien y el mal.... entre elegir la luz y la oscuridad. Y Dios le proporciona todos los medios para que pueda reconocer si sólo quiere. La ley inmutable de autodeterminación no puede ser anulada a voluntad, el hombre mismo ahora también debe decidir su destino futuro, debe declarar mediante su voluntad qué camino quiere tomar, hacia arriba o hacia abajo. Sólo la Deidad eterna puede acudir en su ayuda de tal manera que le permita ver la fugacidad de aquello por lo que se había esforzado anteriormente. Y por tanto, una aparente obra de destrucción puede ser de inconmensurable valor para el alma humana, tan pronto como se aleja de los bienes terrenales en el momento oportuno y se esfuerza en cambio por los bienes espirituales.
Un cambio tremendo en el modo de vida habitual puede provocar también un cambio de mentalidad, y esta es la última oportunidad para levantar a toda la humanidad y hacerla recuperar la fe en Dios. El objetivo del tiempo actual es erradicar toda fe.... pero como la vida en la tierra fue dada al hombre sólo para el propósito de que el hombre se desarrolle a sí mismo y a su alma a través de la fe, así también se le debe quitar la vida, si no cumple con este propósito real.
Porque la vida en la tierra sin fe sólo resulta en un desarrollo regresivo del ser. Y esto es inevitablemente el resultado de tales aberraciones de toda la humanidad, que la omnipotencia y la actividad de Dios aparecen para salvar lo que está dispuesto y destruir completamente lo que está completamente en el poder de Satanás. Porque la tierra es una estación educativa del espíritu.... pero si no es reconocida como tal, a los seres ya no se les debe permitir permanecer en ella, porque se privan de esta gracia....
amén
TraductorEs ist wie eine ununterbrochene Kette, es ist eine endlose Reihe von Vorgängen, die das dämonische Walten erkennen lassen und also auch den gefesselten Zustand, in dem sich die Menschheit befindet. Ein jeder Gedanke, eine jede Handlung verrät den Einfluß des Bösen, und ungeheuerlich wirket sich dieser auf die Seelen aus, die sich aus solchen Fesseln nicht zu befreien vermögen. Und so bringt auch dieses dämonische Wirken eine völlige Zerrüttung des Glaubens zustande, weil der Mensch selbst keinen Widerstand bietet. Es ist ungemein trostlos, zu sehen, wie alles hingegeben wird, was an Gott gemahnet, wie der Glaube an den göttlichen Erlöser mehr und mehr schwindet und wie alles Sinnen und Trachten der Menschheit nur dem gilt, was Anteil ist der finsteren Macht. Es sind die Glaubenslehren dem Menschen schon jetzt Begriffe aus der Welt der Phantasie, und es fühlt sich der Mensch erhaben jenen Lehren gegenüber; er lebt sein Erdenleben und alles Geistige ist ihm unerwünschter Ballast. Und so ist es unvermeidlich, daß sich diesen dämonischen Kräften die Kraft Gottes entgegensetzen muß, daß sie Einhalt gebietet dem Treiben des Satans. Ohne göttliche Hilfe würde der geistige Verfall fortschreiten und zuletzt zu völligem Untergang führen, doch es gedenket der Vater im Himmel der wenigen, deren Wille noch unentschieden ist, die noch nicht endgültig Ihn dahingegeben haben. Und um diese zu retten, lässet Er jenes Gericht über die Erde kommen, das unvorstellbar ist in seiner Auswirkung. Er will der Menschheit noch einmal Kunde zugehen lassen von Seiner Allmacht, Er will ihre Gedanken lenken zu Sich, auf daß sie Ihn rufen und Er ihnen helfend beistehen kann. Er will dem Satan noch die Seelen abringen, die noch nicht gänzlich ihm verfallen sind, so daß die Menschheit nicht gänzlich verlorengehe.... Es ist ein gewaltiges Geschehen, das alles dieses bewirken soll, und es ist nur vom Willen des Menschen abhängig, wie er dieses Geschehen auf sich wirken läßt. Es kann seine Freiwerdung bedeuten, aber auch seine endgültige Gefangenschaft in satanischer Gewalt. Wieder ist es dem Menschen anheimgestellt, zu wählen zwischen Gut und Böse.... zu wählen zwischen Licht und Finsternis. Und Gott stellt ihm alle Mittel zur Verfügung, daß er erkennt, wenn er nur will. Das unwandelbare Gesetz der Selbstbestimmung kann nicht beliebig umgestoßen werden, es muß auch nun der Mensch selbst über sein ferneres Los bestimmen, er muß durch seinen Willen selbst bekunden, welchen Weg er gehen will, nach oben oder nach unten. Es kann nur die ewige Gottheit ihm so zu Hilfe kommen, daß Sie ihn sichten läßt die Vergänglichkeit dessen, was er bisher anstrebte. Und es kann sonach ein scheinbares Werk der Vernichtung von unermeßlichem Vorteil sein für die Seele des Menschen, sobald er noch zu rechter Zeit sich abwendet von irdischem Gut und geistiges Gut statt dessen anstrebt. Eine gewaltige Änderung des gewohnten Lebens kann auch einen Umschwung des Denkens herbeiführen, und dies ist die letzte Möglichkeit, die gesamte Menschheit wiederaufzurichten und sie den Glauben an Gott wiederfinden zu lassen. Das Bestreben der Jetztzeit geht dahin, jeglichen Glauben auszurotten.... da das Erdenleben aber dem Menschen nur zu dem Zweck gegeben wurde, daß der Mensch durch den Glauben sich selbst und seine Seele entwickeln soll, so muß ihm auch das Leben genommen werden, so er dieser eigentlichen Bestimmung nicht nachkommt. Denn ein Erdenleben ohne Glauben zieht nur einen rückschrittlichen Werdegang des Wesens nach sich. Und dies ist notgedrungen die Folge solcher Verirrungen der gesamten Menschheit, daß Gottes Allmacht und Walten in Erscheinung tritt, um noch zu retten, was willig ist, und restlos zu vernichten, was sich völlig in der Gewalt des Satans befindet. Denn es ist die Erde eine Bildungsstation des Geistes.... wo sie aber als solche nicht erkannt wird, sollen die Wesen auch nicht länger auf ihr verweilen dürfen, denn sie berauben sich selbst dieser Gnade....
Amen
Traductor