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El sufrimiento de Jesús en la cruz..... El cuerpo terrenal.....

Para muchas personas, el sufrimiento de Jesús en la cruz es un proceso inexplicable y, no pocas veces, un motivo de duda sobre la divinidad de Jesús. El Señor sufrió indeciblemente en la cruz, porque fue el cuerpo terrenal el que se cargó con todos los tormentos de la muerte en la cruz y soporto inconmensurables tormentos de muerte. ¿Cómo podría ser esto de otra manera?..... El Espíritu de Dios tuvo que dejar el caparazón humano en la hora de la muerte para completar la medida del sufrimiento del Hijo del Hombre, y en consecuencia no sintió el más mismo alivio en la hora de la muerte, porque sólo así se completaría la Obra de redención de la humanidad, de modo que una personas entregara su caparazón corporal bajo los dolores más terribles por la culpa del pecado de la humanidad.

Una persona cuyo corazón estaba lleno de amor ha asumido la muerte más amarga. Dios estaba en toda plenitud en este hombre, de modo que Su obra en la tierra era obra divina, y todo el poder sobre el cielo y la tierra era Suyo..... Y sin embargo, entrego Su pobre cuerpo a sus enemigos que querían destruirlo..... No hizo uso de Su extraordinaria fuerza, aunque un pensamiento de Él hubiera sido suficiente para destruir todo lo que estaba en Su contra..... Y Su alma luchó consigo misma en Su agonía y pronunció las palabras: ¿Dios Mío, por qué Me dejaste? !.....” Era Su alma la que todavía estaba conectado al cuerpo y en la más profunda necesidad y llamó al Espíritu del Padre, que a su vez tenía que salir del cuerpo humano si se quería llevar a cabo la Obra de redención. Y vació la copa hasta la última gota.....

Nadie puede evaluar la grandeza de este sacrificio, porque Su alma era tan inocente y puro..... Sufrió indeciblemente bajo el desamor de aquellos que Le clavaron en la cruz, porque Su alma era amor puro y por lo tanto Una con Dios, y sin embargo, este amor no pudo detener a la humanidad pecadora de su plan..... La Deidad se retiró, y el ser humano en toda angustia, en toda miseria y tormento se quedó atrás y murió la muerte más dolorosa en la cruz. Lo que sufrió en la cruz fue un caparazón humano y este caparazón sintió tormentos sobre humanos. Y la Obra de redención no podría haberse realizado de otra manera, porque el amor de una persona tenía que ser tan grande que se sacrificó por toda la humanidad.

Y Jesús era el ser divino más puro..... el hombre era insuperable en Su perfección, porque contenía completamente la Deidad dentro de sí mismo..... Y este ser puro se entregó a Sí Mismo en las manos del pecado, dejó Su cuerpo a los sirvientes de las tinieblas, y esos no rehuyeron tocar al ser más puro y poner fin a Su vida. Y bajo unos dolores indescriptibles, Jesús pronunció las palabras: “Consumado es.....” y entregó Su espíritu, es decir, el alma se separó del cuerpo, que había sufrido indeciblemente por amor a la humanidad.....

Amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

La sofferenza di Gesù sulla Croce – Il Corpo terreno

La sofferenza di Gesù sulla Croce è per c erti uomini un procedimento inspiegabile e non di rado motivo per dubitare nella Divinità di Gesù. Il Signore ha indicibilmente sofferto sulla Croce, perché era il Corpo terreno che ha preso su di sé tutti i tormenti della morte sulla Croce ed ha sopportato incommensurabili tormenti di morte. Come potrebbe anche essere diversamente? Nell’ora della morte lo Spirito di Dio doveva appunto abbandonare l‘Involucro umano, per colmare la misura di sofferenza del Figliuol dell’Uomo, e di conseguenza Questo non ha percepito minimamente sollievo nell’ora della Morte, perché soltanto così era compiuta l’Opera di Redenzione sull’umanità, che un Uomo ha dato totalmente il Suo Involucro corporeo sotto i dolori più terribili per la colpa di peccato dell’umanità. Un Uomo, il Cui Cuore era colmo d’Amore, ha preso su di Sé la morte più amara. In quest’Uomo Era Dio in tutta la pienezza, in modo che il suo Agire sulla Terra era l’Agire divino, e Gli spettava ogni Potenza sul Cielo e sulla Terra. E malgrado ciò ha dato il Suo povero Corpo ai Suoi nemici, che Lo volevano distruggere. Egli non ha fatto uso della Sua straordinaria Forza, anche se un Suo Pensiero sarebbe valso a distruggere tutto ciò che era contro di Lui. E la Sua Anima lottava con sé nella sua paura di morte ed Egli ha pronunciato le Parole: “Dio Mio, perché Mi hai abbandonato!.... ” Era la Sua Anima che era ancora legato con il Corpo e gridava nella più profonda miseria allo Spirito del Padre, che doveva di nuovo uscire dal Corpo umano, se doveva essere compiuta l’Opera di Redenzione. Ed Egli ha vuotato il Calice fino all’ultima goccia. Nessun uomo può misurare la Grandezza di questo Sacrificio, perché la Sua Anima era del tutto innocente e pura. Questa ha sofferto immensamente sotto il disamore di coloro che Lo avevano inchiodato sulla Croce, perché la Sua Anima Era puro Amore e perciò Una con Dio, e questo Amore comunque non poteva trattenere l’empia umanità dal suo intento. La Divinità Si E’ ritirata, e rimaneva l’Uomo in tutta la paura dell’Anima, in tutta la miseria e tormento e morì la morte più dolorosa sulla Croce. Quello che ha sofferto sulla Croce, era l’Involucro umano, e questo percepì i tormento sovrumani. Ma l’Opera di Redenzione non avrebbe potuto essere compiuta diversamente, perché l’Amore di un Uomo doveva Essere così grande, che ha portato Sé Stesso in Sacrificio per l’intera umanità. E Gesù Era l’Essere Dio più puro, l’Uomo nella Sua Perfezione Era insuperabile, perché celava anche totalmente in Sé la Divinità. E questo puro Essere Si E’ dato nelle mani del peccato, ha lasciato il Suo Corpo ai servi dell’oscurità, e questi non avevano timore di toccare l’Essere più puro e di mettere fine alla Sua Vita. E sotto indicibili dolori Gesù disse le Parole: “E’ compiuto.... ” e rese il Suo Spirito, cioè l’Anima Si separava dal Corpo, che ha indicibilmente sofferto per Amore dell’umanità.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich