(Continuación de B.D. 0786 y 0787)
En qué medida se extiende el cuidado del Padre celestial a sus niños en la Tierra, esto se desprende del hecho que cada encarnación antes ya garantiza un desarrollo lo más espiritual posible en esta forma humana. De modo que el alma al entrar en el cuerpo carnal ya se encuentra en cierto estado de madurez, por lo que ahora la última encarnación es absolutamente suficiente para obtener la filiación de Dios - eso si el hombre cuida de aprovechar la vida en la Tierra con todas las fuerzas para el progreso espiritual.
Si esta etapa de Gracia por propia voluntad o por resistencia ha transcurrido inútilmente o poco aprovechada para el bien del alma, esto es tanto más lamentable ante el hecho de que ahora el ser mismo tiene que soportar precisamente las consecuencias de su propia resistencia; es decir que, a la vez, todo lo espiritual inmaturo e inacabado se le manifiesta en forma de sufrimiento y castigo...
También el alma sufrirá en la misma medida en que reconoce sus flaquezas y sus errores, de los que ya no puede liberarse ella misma - como lo pudo en la Tierra... La etapa de Gracia de su propia salvación se ha acabado; y si ahí no intercediera la obra de amor y de salvación por parte de los seres perfectos para socorrer al alma y llevarla hacia la Altura, el alma estaría irremediablemente perdida.
Hay una suposición errónea de poder repetir, a voluntad, una vida en la Tierra inútilmente desperdiciada, para recuperar la auto-salvación omitida. Si el Señor de la Creación hubiera previsto esto sin excepción, entonces, verdaderamente, no habría sido necesaria la Obra de Redención del Salvador divino, porque una vez que la vida terrenal hubiera sido desperdiciada o desaprovechada, cada ser habría sido libre a repetirla, sin más ni más. En este caso la gran Bendición de la Obra de Redención quedaría considerablemente reducida - mientras que precisamente por la corta duración de la vida en la Tierra, la Obra de Redención ha conseguido Gracia ilimitada para el hombre... y eso precisamente para facilitar, en esta corta etapa, una liberación total de la materia - a pesar de ser cosa de cada hombre el elegir este camino de Gracia y aprovecharlo o, en el Más Allá, cargarse con la era de todos tormentos.
El Amor ilimitado de Dios no permite que un ser esté condenado al fracaso eterno, y hay una infinidad de posibilidades para la purificación, pero lo de poder aprovechar el tiempo en la Tierra sólo os será permitido una sola vez - excepto en los pocos casos cuando el Señor lo combina con un una tarea o un propósito especial - lo que nunca se debe generalizar.
La “doctrina” de la reencarnación siempre es en detrimento de los hombres. Porque en cierta tibieza del espíritu siempre verán en ella un consuelo o la argumentación que una vez podrán recuperar todo de lo que carecen. De modo que esta “doctrina” nunca será benéfica, porque únicamente el trabajo incesante en sí mismo puede producirles el éxito que algún día, con satisfacción, podrán echar una mirada retrospectiva sobre su vida... mientras que la “doctrina de la reencarnación” siempre reserva una salida trasera de la que se aprovechan los débiles, los negligentes y los tibios.
Ni un solo minuto de vuestra vida debéis olvidaros de vuestra meta. Siempre sólo debéis aspirar a la reunificación con Dios, y procurar a aprovechar al máximo el tiempo en la Tierra. Sólo entonces os volvéis dignos del Cuidado amoroso que Dios el Señor os ha concedido durante el camino infinitamente largo que anduvisteis hasta el día de vuestra encarnación en la Tierra...
Amén.
TraductorWie weit sich des himmlischen Vaters Sorge um Seine Kinder auf Erden erstreckt, ist daraus ersichtlich, daß eine jede Verkörperung zuvor schon die möglichste geistige Entwicklung gewährleistet, die in dieser Form erreicht werden kann, so daß die Seele des Menschen bei ihrem Eintritt in den Fleischleib sich in einem bestimmten Reifegrad befindet und nun die letzte Verkörperung vollauf genügt zur Gewinnung der Gotteskindschaft, wenn es sich der Mensch angelegen sein läßt, das Erdenleben nach Kräften auszunützen zum geistigen Fortschritt. Ist diese Gnadenzeit durch eigenen Willen oder Widerstand nutzlos oder wenig erfolgreich für die Seele verstrichen, so ist dies um so bedauerlicher, als daß nun das Wesen ebendie Folgen seines Widerstands selbst zu tragen hat, d.h. sich gleichzeitig alles unreife und unvollendete Geistige auch als Leid und Strafe auswirkt.... Es wird im gleichen Maß die Seele leiden, als sie ihre Schwächen und Fehler erkennt und sich von diesen nicht mehr, wie auf Erden, selbst befreien kann.... Die Gnadenzeit der eigenen Erlösung ist vorüber, und so das Erlösungs- und Liebeswerk der vollkommenen Wesen nicht einsetzen würde, um der Seele beizustehen und sie zur Höhe zu bringen, wäre die Seele nun rettungslos verloren.
Es ist nun aber eine falsche Annahme, ein nutzlos verbrachtes Erdenleben beliebig wieder auf sich nehmen zu können, um die versäumte Selbsterlösung nachzuholen. Wenn solches vom Herrn der Schöpfung vorgesehen wäre ohne Ausnahme, so bedurfte es wahrlich nicht des Erlösungswerkes des göttlichen Heilands, denn es stände dann jedem Wesen ohne weiteres frei, das einmal verfehlte oder schlecht genützte Erdenleben beliebig zu wiederholen, und es wäre so der übergroße Segen des Erlösungswerkes erheblich verringert, wohingegen aber gerade für die kurze Dauer des Erdenlebens durch das Erlösungswerk dem Menschen Gnaden ohne Maßen erworben wurden, um eben ein restloses Freiwerden von der Materie in dieser Zeit zu ermöglichen, obzwar es einem jeden Menschen überlassen bleibt, diesen Gnadenweg zu wählen, resp. sich nutzbar zu machen oder die Leidenszeit im Jenseits mit allen Qualen auf sich zu nehmen. Die unendliche Liebe Gottes läßt kein Wesen dem ewigen Untergang verfallen, und der Läuterungsmöglichkeiten sind endlos viele, doch die Erdenzeit zu nützen wird euch nur einmal gestattet sein, bis auf die wenigen Fälle, wo der Herr eine besondere Aufgabe oder Absicht damit verknüpft.... die aber niemals zu verallgemeinern sind. Es ist die Lehre von der Wiederverkörperung allemal zum Schaden für die Menschen, denn sie werden in einer gewissen Lauheit des Geistes immer darin ihren Trost oder ihre Begründung suchen, daß sie alles ihnen Mangelnde einmal nachholen können, und wird eine solche Lehre niemals segensreich sein, denn nur rastloses Arbeiten an sich selbst vermag ihnen den Erfolg einzubringen, daß sie befriedigt auf ihr Leben dereinst zurückblicken können.... während die Wiederverkörperungslehre immer ein Hintertürchen offenläßt, deren sich die Schwachen, Nachlässigen und Lauen bedienen. Keine Minute eures Lebens sollt ihr euer Ziel vergessen, immer nur die Wiedervereinigung mit Gott anstreben und die Erdenzeit bis aufs äußerste auszunützen versuchen, nur dann macht ihr euch würdig der sorgsamen liebevollen Fürsorge, die Gott der Herr euch angedeihen ließ während des unendlich langen Weges, den ihr bis zu eurem Erdendasein gegangen seid....
Amen
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