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Otras traducciones:

(Continuación al No. 0737) Leyes de la naturaleza.... Transformación y explotación abusiva de la tierra....

En el futuro, probablemente se promoverá toda reorganización, y se tratará de sacar las consecuencias presentando todos los daños que se produzcan como inevitables para la necesidad de la vida, pero esto solo será posible hasta que se manifiesten las consecuencias más graves que son amenazantes para la vida de los humanos. Porque el mal menor es la carencia, pero querer remediar esto poniendo en peligro la vida, eso va en contra del orden divino y por lo tanto contra las leyes de la naturaleza.

Por lo tanto, el Señor advierte contra cualquier intervención violenta en Su obra de creación si las personas no quieren entregarse a sí mismas a la destrucción; y es mucho más aconsejable contentarse con poco y no querer quitar los productos de la tierra en exceso, porque si esto sólo pasa por aumentar los bienes terrenales, el divino Creador no dará Su visto bueno, porque tal esfuerzo no sería constructivo, sino destructivo y, por lo tanto, debe tener un efecto desventajoso para la humanidad.

Sin embargo, si basáis todas vuestras acciones y vuestras decisiones únicamente en la preocupación por el bienestar de la humanidad.... de modo que solo se cubran las necesidades de la humanidad mientras que ponéis vuestra propia ventaja terrenal en un segundo plano, entonces la voluntad de amar del Creador se activará y se esforzará por reponer lo que fue quitado de la tierra para el bien de la humanidad, porque entonces las personas no actúan por su propia voluntad sino por la voluntad de Dios, y esto no es una ofensa contra las leyes de la naturaleza, sino que corresponde completamente al orden divino.

El curso del mundo demostrará que toda destrucción tiene su origen en una codicia insaciable por las posesiones terrenales y que la voluntad de Dios se detiene allí donde se ha llegado a un cierto límite si Él no quiere que la humanidad caigo por completo en la ruina. El hombre, por lo tanto, nunca puede actuar contra las leyes divinas con impunidad si no quiere ponerse en peligro a sí mismo y a sus semejantes en cuerpo y alma....

(Interrupción)

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

(Fortsetzung zu Nr. 737) Naturgesetze.... Umgestaltung und Raubbau an der Erde....

Es wird in der Folge wohl alle Neugestaltung gefördert werden, und man wird versuchen, die Konsequenzen zu ziehen, indem aller Schaden, der entsteht, als unabwendbar für die Lebensnotwendigkeit hingestellt wird, doch wird dies nur so lange möglich sein, bis sich die ernstesten Folgen zeigen werden, die sich für die Menschen lebensbedrohend auswirken. Denn das kleinere Übel ist der Mangel, doch diesem abhelfen zu wollen unter Gefährdung des Lebens ist wider die göttliche Ordnung und also gegen die Naturgesetze verstoßend. Daher warnet der Herr vor jeglichem gewaltsamen Eingriff in Sein Schöpfungswerk, so die Menschen sich nicht selbst dem Untergang preisgeben wollen; und es ist um vieles ratsamer, sich mit wenigem genügen zu lassen und der Erde nicht im Übermaß die Erzeugnisse entziehen zu wollen, denn so dies lediglich zur Vermehrung irdischer Güter geschieht, wird der göttliche Schöpfer nicht Seine Zustimmung geben, denn ein solches Bestreben wäre nicht aufbauend, sondern zerstörend und muß sich sonach nachteilig für die Menschheit auswirken. Leget ihr aber all eurer Handlungsweise und euren Verfügungen lediglich die Sorge um das Wohl der Menschheit zugrunde.... daß also unter Hinten-Ansetzung des eigenen irdischen Vorteils nur die Bedürfnisse der Menschheit gedeckt werden sollen, dann wird der Liebewille des Schöpfers tätig werden und das für das Wohl der Menschheit der Erde Entzogene reichlichst zu ersetzen bestrebt sein, denn dann handeln die Menschen nicht in eigenem, sondern Gottes Willen, und es ist dies kein Vergehen gegen die Naturgesetze, sondern entspricht völlig der göttlichen Ordnung. Der Weltenlauf wird den Beweis erbringen, daß jegliche Zerstörung ihren Ursprung hat in unersättlicher Gier nach irdischem Besitz und daß der Wille Gottes dort Einhalt gebietet, wo eine gewisse Grenze erreicht ist, wenn Er die Menschheit nicht gänzlich dem Untergang verfallen lassen will. Niemals also kann der Mensch ungestraft den göttlichen Gesetzen zuwiderhandeln, will er nicht sich selbst und seine Mitmenschen gefährden an Leib und Seele.... (Unterbrechung)

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This is an original publication by Bertha Dudde