Mirad, cómo el mar del amor divino se derrama sobre todas las criaturas.... como incesantemente se abre la fuente de la gracia y la plenitud del amor de Dios se comunica a sus seres. Siempre hay fuerzas visibles e invisibles dispuestas para llevar a cabo lo que el amor de Dios quiere, y es por eso que el amor de Dios obra ilimitado.... siempre y eternamente. Su voluntad es poder, Su amor es fuerza y Su sabiduría crea a partir de la voluntad y del amor.... Cada cosa es, por lo tanto, el obrar del amor de Dios realizado con toda sabiduría, surgió de sí mismo cuando el amor de Dios estaba activo, y tal obra de amor, por lo tanto, también debe ser lo más alto.... lo que ha sido creado debe anunciar clara y tangible o visiblemente la voluntad y el amor de Dios y, por lo tanto, nunca puede volver a hundirse en la nada, porque todo lo creado es fuerza.... pero la fuerza no se disminuye, sino que aumenta, por así decirlo, hasta el infinito.
Un ser creado como un producto de este poder creativo, cuyo origen es el amor divino, igualmente debe contener amor y poder en sí mismo, aunque sea en la parte más infinita.... Todo ser contiene una chispa de este amor divino y poder en sí mismo.... Ahora el ser tiene, especialmente en posesión del libre albedrío, la tarea de llevar esta chispa igualmente a una formación cada vez mayor, es decir, en la asociación con el amor de Dios aumentar la propia fuerza de amor y así de nuevo unificarse con el poder original, el epitome del amor, para que todo lo que partió de Dios vuelva de nuevo hacia Él.
A quien esto no le parece comprensible, se tiene que imaginar una planta de energía que continuamente genera y entrega energía al mismo tiempo. Cuanta más fuerza se requiere ahora, más se genera, pero a la planta sea devuelto todo el suministro de energía sin disminuir en la forma que fue ganado por la energía utilizada, por lo que solo se ha llevado a cabo una transformación de la fuerza primaria, pero ni la más pequeña parte de ella perdió fuerza.
Y así, la más mínima cosa jamás puede perderse o destruirse en el universo, porque siempre da testimonio de la voluntad creadora interminable de la Deidad eterna en todo el universo solo en una forma diferente correspondiente a la voluntad del Señor. Esto ciertamente puedes comprender, pero no cómo la fuerza como tal se aumenta en los seres creados por Dios....
La fuente de luz no se agota, porque la fuerza divina nunca puede agotarse, aunque cada ser debe su existencia sólo a esta fuente de poder.... La luz y la fuerza se aumentan ininterrumpidamente a través de las irradiaciones hacia al universo. Estas no están limitadas ni dependen de cualquier influencia, sino más bien expresiones ininterrumpidas del obrar y del amor de Dios, que solo se disminuirían si se quisiera reducir la voluntad de Dios de crear. Pero esto no puede suceder, porque significaría una falta de amor, y como Dios es el amor Mismo, también tiene que ser incesantemente activa creativamente y generar una y otra vez nuevos seres vivos, a quienes se aplica el amor eterno del Padre.
Cuanto más activo está ahora el impulso creativo, más numerosos son los milagros de la creación.... Y dado que cada obra de creación es fuerza de Dios, esta fuerza se multiplica diariamente y cada hora por el infinito, porque continúan y surgen en todas partes del universo, las más diversas obras de creación de la voluntad de Dios, y la creación como tal no retrocederá ni un segundo en forma y tamaño o disminuirá, sino que se hará cada vez más extensa y variada a través de la invencible voluntad creativa de Dios, que emana del amor infinito de Dios.
Y por eso el Señor ha vuelto a poner el amor y la voluntad de crear en cada ser creado, que el ser entonces, si dispone del libre albedrío, debe llevar la máxima perfección, para que la fuerza de Dios, lo cual es el amor eterno, solo siempre sea aumentada y como tal desencadenará la más alta felicidad en el cielo y en la tierra, porque el epítome de toda divinidad y, por lo tanto, de la más alta bienaventuranza es el amor....
Amén
TraductorSehet, wie sich das Meer göttlicher Liebe ergießet über alle Geschöpfe.... wie unentwegt sich der Quell der Gnade öffnet und die Fülle der Liebe Gottes sich Seinen Wesen mitteilt. Immer sind sichtbare und unsichtbare Kräfte bereit, das von Gottes Liebe Gewollte auszuführen, und so wirket die Liebe des Herrn unbegrenzt.... immer und ewig. Sein Wille ist Macht, Seine Liebe Kraft, und Seine Weisheit erschaffet aus Willen und Liebe.... Jedes Ding ist sonach das in aller Weisheit ausgeführte Liebeswirken Gottes, es ist entstanden aus sich heraus, indem die Liebe Gottes tätig ward, und ein solches Liebeswirken muß daher auch das Höchste sein.... es muß das Geschaffene anschaulich und greifbar oder sichtbar den Willen und die Liebe Gottes kundgeben und kann sonach auch nimmermehr zurück in ein Nichts versinken, denn alles Geschaffene ist Kraft.... die Kraft aber verringert sich nicht, sondern vermehrt sich gleichsam bis ins unendliche. Ein geschaffenes Wesen, als Produkt dieser Schaffenskraft, deren Ursprung die göttliche Liebe ist, muß also gleichfalls die Liebe und die Kraft in sich bergen, wenn auch im unendlichsten Teil.... Es birgt jedes Wesen einen Funken dieser göttlichen Liebe und Kraft in sich.... Es hat nun das Wesen, sonderlich im Besitz des freien Willens, die Aufgabe, diesen Funken gleichfalls zu immer größerer Gestaltung zu bringen, also im Zusammenschluß mit der Liebe Gottes die eigene Kraft der Liebe zu vermehren und sich so wieder mit der Urkraft, dem Inbegriff der Liebe, zu vereinen, auf daß alles, was von Gott ausgegangen, wieder zu Ihm zurückkehret. Wem dieses nicht verständlich erscheint, der stelle sich eine Kraftanlage vor, die gleichfort Kraft erzeugt und solche abgibt. Je mehr nun Kraft erfordert wird, desto mehr wird auch erzeugt, die Anlage erhält aber alle Kraftzufuhr unvermindert zurück in der Form, die durch die genützte Kraft gewonnen wurde, es ist also nur eine Umformung der Urkraft vollzogen worden, nicht aber der geringste Teil der Kraft verlorengegangen. Und es kann somit auch nimmermehr das Geringste im Weltall verlorengehen oder vernichtet werden, weil es stets nur in anderer Gestaltung, dem Willen des Herrn entsprechend, im gesamten Weltall Zeugnis ablegt von dem nie enden wollenden Gestaltungswillen der ewigen Gottheit. Solches ist dir wohl verständlich, nicht aber, wie die Kraft als solche sich vermehrt in den von Gott geschaffenen Wesen.... Der Lichtquell ist in Ewigkeit nicht versiegend, denn göttliche Kraft kann sich niemals aufbrauchen, obgleich ein jedes Wesen sein Bestehen lediglich diesem Kraftquell verdankt.... Ununterbrochen vermehrt sich das Licht und die Kraft durch die Ausstrahlungen in das Weltall. Es sind diese weder begrenzt noch von irgendwelchem Einfluß abhängig, sondern ununterbrochene Äußerungen des Wirkens und der Liebe Gottes, die nur dann nachlassen würden, wenn der Schöpfungswille Gottes sich verringern möchte. Doch dies kann nicht geschehen, denn es bedeutete einen Mangel an Liebe, und da Gott doch die Liebe Selbst ist, so muß sie auch unaufhörlich schöpferisch tätig sein und immer wieder neue Lebewesen erzeugen, denen die nie enden wollende Liebe des Vaters gilt. Je mehr sich nun der Schaffensdrang betätigt, desto zahlreicher sind die Wunder der Schöpfung.... und da ein jedes Schöpfungswerk Kraft aus Gott ist, vermehrt sich diese Kraft täglich und stündlich um das Unendliche, denn es gehen doch immerfort und überall im Weltall die mannigfaltigsten Schöpfungswerke aus dem Willen Gottes hervor, und es wird nicht eine Sekunde die Schöpfung als solche an Gestaltung und Größe zurückgehen oder sich vermindern, sondern statt dessen immer umfangreicher und vielgestaltiger werden durch den ewig unbesiegbaren Schöpfungswillen Gottes, der aus der unendlichen Liebe Gottes entspringt Und es hat der Herr darum auch wieder in jedes geschaffene Wesen die Liebe und den Gestaltungswillen gelegt, die dann das Wesen, so ihm der freie Wille zu eigen gegeben wird, zu höchster Vollendung bringen soll, auf daß die Kraft Gottes, welche ist ewige Liebe, nur immer vermehrt werde und als solche das höchste Glück im Himmel und auf Erden auslöse, denn der Inbegriff aller Göttlichkeit und somit der höchsten Seligkeit ist die Liebe....
Amen
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