Dejad que los niños pequeños vengan a Mí y no se los impidáis. Las palabras del Señor deben dar testimonio del gran amor y la bondad del Señor, que se preocupa de todos los que Le piden. El hombre a menudo no sabe lo fácil que es conectarse con el Señor.... cómo solo necesita abrir su corazón.... cómo solo necesita estar dispuesto a escuchar las palabras del Señor y como el padre ya se acerca a Su hijo y lo escucha.... Dejad que los pensamientos se dirigen al Señor y Salvador, y no los impidáis, así pronto vendréis a Él vosotros mismos y Él os bendecirá....
Y si Le habéis abierto vuestro corazón para que el Señor pueda entrar en este, nunca os dejará, se preocupa por vosotros con amor constante, para protegeros del daño. Él Mismo quiere aposentarse en vosotros, y para que esta residencia sea digna de Él, os da la fuerza y la perseverancia para amarlo y así acercarse cada vez más a Él. Como niños, debéis arrojaros al corazón del Padre, debéis pedirle con confianza de niño que Él, como Padre, que os cuide siempre y constantemente.... Debéis esforzaros de establecer una relación muy íntima para que os volváis hacia Él sin dudarlo, y que ninguna ansiedad y miedo os impida a abrirle vuestro corazón.
Él os creó y determinó que disfrutaréis de toda la gloria del cielo algún día y, como hijos Suyos, participarais en todo poder y gloria.... Pero ahora también debéis verlo como vuestro Padre, debéis amarlo de todo corazón, pedirle y entregaros a Él como la relación del hijo con el padre lo exige.... Debéis hacer con amor filial todo lo que el Padre os pide que hagáis, debéis guardar Sus mandamientos y practicar el amor, para que el ojo del Padre descanse bien en Su hijo y os bendiga. Y si os mantenéis en Su bendición, os irá bien en la tierra y encontraréis la fuerza para dirigir vuestra atención por completo a la salvación del alma, porque el amor al Padre lo puede todo....
Amén
TraductorLasciate venire a Me i piccoli e non vietatelo loro. Le Parole del Signore devono dare testimonianza dell’ultragrande Amore e Benignità del Signore, il Quale Si prende Cura di tutti coloro che Lo desiderano. L’uomo sovente non sà, quanto sia facile unirsi con il Signore, come deve soltanto aprire il suo cuore, sentire le Parole del Signore e come il Padre Si avvicina già ai Suoi figli e li ascolta. Lasciate volteggiare i pensieri al Signore e Salvatore e non vietatelo loro, allora anche voi stessi arriverete presto da Lui ed Egli vi benedirà. E quando Gli avete aperto il vostro cuore affinché il Signore possa entrarvi, Egli non vi abbandonerà mai più. E’ preoccupato per voi nel costante Amore, per proteggervi da danni. Egli Stesso vuole prendere dimora in voi ed affinché questa dimora diventi anche degna di Lui, vi dà la Forza e la perseveranza di amarLo e con ciò venirGli sempre più vicino. Dovete gettarvi come bambini al Cuore del Padre, dovete pregarLo nella fiducia infantile, affinché Egli come Padre vi voglia assistere sempre e continuamente, dovete sforzarvi a stabilire un vero intimo rapporto affinché vi rivolgiate a Lui senza timore e nessuna paura vi impedisca di aprirGli il vostro cuore. Egli vi ha creato e destinato di gustare una volta tutte le Magnificenze del Cielo e di aver parte come figli Suoi in ogni Potenza e Magnificenza. Ma ora dovete anche vedere in Lui vostro Padre, dovete amarLo con tutto il cuore, pregarLo ed affidarvi a Lui, come lo esige il rapporto del figlio verso il Padre. Nell’amore figliale dovete fare tutto ciò che il Padre esige da voi, dovete osservare i Suoi Comandamenti ed esercitarvi nell’amore, affinché l’Occhio del Padre riposi compiacente sul figlio Suo e vi benedica. E quando state nella Sua Benedizione, starete bene sulla Terra, e troverete la Forza a rivolgere tutta la vostra attenzione alla salvezza dell’anima, perché l’amore per il Padre può tutto.
Amen
Traductor