8559 Dios corteja por los trabajadores de viña...

15 de julio de 1963: Libro 90

Debéis servirme en solidaridad espiritual y grandes bendiciones surgirán de vuestra actividad... Una y otra vez cortejo por trabajadores de viña, por hombres que tengan la voluntad de estar activos para Mí y Mi reino, que ellos mismos están penetrados por el celo de amor y que por lo tanto también tienen la capacidad de poder obrar con éxito. Es siempre vuestra voluntad de amar lo que garantiza el éxito... la voluntad de ayudar a los que están en necesidad espiritual...

Esta voluntad de amar os impulsara desde dentro a ser activos por Mí, y entonces también podréis estar seguros del éxito. Porque os digo una y otra vez: La necesidad es grande... simplemente porque ya no queda mucho tiempo y la noche cae inevitablemente sobre los humanos que andan en las tinieblas porque no buscaban la luz, Solo encendedles una pequeña lucecita para que puedan ver el camino que lleva de la oscuridad de la noche a la luz del día.

Y considerad vuestro trabajo por Mí y por Mi reino como una prioridad porque he encargado innumerables seres de luz para vosotros que siempre se asegurarán de que todos vuestros deberes y requisitos terrenales sean atendidos... que os apoyan de toda manera, donde aún estáis atados terrenalmente y que también os apoyan en toda actividad espiritual, porque si sólo vuestra seria voluntad está destinada a Mí, todo lo demás también está asegurado, como yo lo he prometido con las Palabras: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás caerá sobre vosotros...”

Mientras estéis todavía en medio del mundo, el reino espiritual os será muy alejado, y todo lo terrenal tiene prioridad porque podéis registrar un éxito terrenal, mientras que la obra espiritual queda aparentemente sin éxito... Pero no os dejáis engañar... los éxitos terrenales se desvanecen en la nada, pero la obra espiritual os traerá tesoros en el más allá, que algún día determinarán el grado de vuestra felicidad. Y, por lo tanto, ocupaos del reino espiritual, para el tiempo después de vuestra vida en la tierra, que ya puede terminar para vosotros en cualquier momento. Por lo tanto, no toméis en serio nada terrenal, sino que dirigid todo vuestro cuidado y atención a la actividad espiritual, y vosotros no lo arrepentiréis.

Una y otra vez os llamo a trabajar en Mi viña y en verdad, recibiréis una gran recompensa quienes acatan Mi llamado, quienes se esfuerzan por llevar Mi Evangelio a vuestros semejantes... vosotros que hacéis cultivables los campos en barbecho... vosotros que sembráis las semillas en el corazón de los hombres que Yo Mismo os entrego... Podéis repartir la verdad más pura y así ofrecer a los hombres unas semillas deliciosas que deben brotar en sus corazones y que deben dar ricos frutos...

Y quien reciba esta verdad de Mí, directamente o por medio de mensajeros, y la transmita a aquellos que todavía son pobres en espíritu, que necesitan un suministro de fuerza para poder ayudarse a sí mismos a salir de la necesidad espiritual, verdaderamente obtendrá un gran beneficio espiritual y Yo también quiero recompensar terrenalmente su trabajo por Mí y Mi reino... Pero no debéis hacerlo en aras de la recompensa terrenal, sino que el amor a vuestros semejantes debe impulsaros, y Yo evaluaré este amor como amor por Mí, y os acercará cada vez más a Mí; y cada obra de amor desinteresada que pueda ser considerada como un verdadero trabajo en la viña, os unirá más a Mí, Que soy el Amor Mismo...

Simplemente comprended las conexiones y vosotros mismos encontraréis la felicidad en el esfuerzo de ayudar a vuestros semejantes a llevar la salvación a sus almas, porque tan pronto como reconozcáis que todos los humanos son Mis criaturas que surgieron de Mi amor, también veréis a todos los semejantes como vuestros hermanos, y también buscáis unir Conmigo a vuestros hermanos que aún están lejos de Mí, anunciándoles Mi voluntad, cuyo cumplimiento es el sentido y el propósito de la vida en la tierra...

Y creadme que os necesito, que no Me sois siervos inútiles si vosotros mismos solo queréis trabajar por Mi reino, porque siempre os asignaré el trabajo de tal manera como sois capaces de cumplirlo; no abrumaré a nadie y también les daré a todos la fuerza necesaria, porque vosotros debéis estar activos en Mi lugar. Porque Yo Mismo no puedo dirigirme a los hombres que tienen tan poca fe que no establecen un vínculo Conmigo. Pero tampoco deben quedarse sin Mi discurso, y así hablo por vuestra boca, o también: Seguís llevando Mi Palabra a los lugares donde hay sequía, donde el agua viva debe fertilizar las tierras desoladas... Proclamáis el Evangelio a los hombres, que deben oír si sus almas aún han de ser salvadas.

Y entonces hablad en Mi lugar, y Yo verdaderamente quiero recompensaros por este servicio... Mi Palabra también debe resonar para aquellos que por sí mismos no toman el camino hacia Mí... A ellos debéis llevar Mi Palabra, debéis invitar a ellos también para que vengan a la mesa, donde todos serán alimentados y hechos beber con comida deliciosa y bebida deliciosa. Y podéis acercaros con denuedo, aunque os rechacen, porque pondré en vuestra boca las Palabras con las cuales debéis dirigiros a ellos, y quiero tocar sus corazones, que reconozcan Mi voz, que no rechacen de mala gana, sino que reflexionan en ellas...

Creedlo, que Yo os necesito, porque solo vosotros encontraréis el camino hacia los corazones de los demás seres humanos, Yo Mismo no puedo hablarles Porque no escucharían Mi voz por su rechazo interior que tienen hacia su Dios y Creador. Y porque os necesito, solicito repetidamente vuestra disponibilidad para servirme a Mí y Mi reino...

Me dirijo a vosotros en primer lugar y sólo os pido que transmitáis Mis dones para que vuestro semejantes también puedan participar en ellos para la salvación de sus almas. Y si hay amor en vosotros, entonces la necesidad de las almas se apiadará también de vosotros, y querréis ayudarlas, y entonces vuestra obra también tendrá éxito... ganaréis almas para Mí, que ahora ya no se perderán, que se sienten tocadas por Mi Palabra y ahora se esfuercen por Mí con el celo justo. Entonces todos vosotros ya no necesitáis temer el final, pero a quien sea Mío, lo salvaré de toda angustia...

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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