8442 El trabajo en la Viña según la Voluntad divina

18 de marzo de 1963: Libro 89

Yo bendigo cada esfuerzo que va dirigido a la divulgación de Mi Palabra. Vosotros no podéis apreciar qué necesario es que los hombres se enteren de cual es el objetivo de su vida en la tierra, porque ellos sólo ven éste, en el abastecimiento y en el porvenir asegurado de su cuerpo y la conducta de su vida puede ser llamada todo lo demás, menos espiritual. En todas partes es ha noche oscura, y no existe otra ayuda más que dífundir chispas de luz que desgarren las tinieblas y que puedan ser para los hombres la sugerencia de que vayan por el buen camino, al cual reconocen con el brillo de la luz, y Yo dispondré en verdad todo, de tal manera, para que la luminosidad sea reforzada. Yo haré que Mi Palabra, que a vosotros os resuena desde arriba, les sea accesible a todos todavía donde ella pueda tener aún su efecto, para que oígan a Ese, a quien a ellos les habla y acepten Su Amonestación, para que finalmente se dejen conducir y entonces ya no puedan perderse más. Yo conozco los medios y caminos, y Yo en verdad los aplico también. Yo no desaprovecho ninguna oportunidad, y vosotros, Mis servidores, efectuar sólo dóciles y siempre, a lo que os sintáis impulsados de dentro, del interior, porque ese impeler, ese sentimiento viene de Mí, a los que os habéis ofrecido al servicio.

Así que sabed, que no necesitáis temer las debilidades de vuestro cuerpo, que Yo os doy fuerza para que estéis activos para Mí, porque necesito en Mi Viña obreros aplicados y Yo conozco muy bien, quien Me sierve con toda entrega y fervor. Pero no disipéis vuestros esfuerzos, empezando cosas con excesivo celo, lo que Yo no os he encargado. Vosotros poned siempre antención sólamente a Mis Instrucciones y haced a lo que Yo os intimo. Pues podéis creérmelo, que el éxito verdadero se realiza y obtiene en el silencio, de que Yo sólo entonces me manifiesto poderoso también, cuando de otro modo no hay ya un éxito manifiesto y se acerca el fin.

El querer enseñar a las masas, sería un trabajo inútil, pues son sólo aún unos cuantos que se dejan enseñar, y no conseguiríais que la humanidad se cambiara y que muchos reflexionaran, sino sólo a pocos valdrá la pena tales esfuerzos, y estos pocos serán aún ganados, porque son de buena voluntad, por medio de un actuar en silencio, porque Yo los conozco y a ellos les haré también Mi Palabra accesible. Sin embargo, Mis caminos son otros que los vuestros, y por eso poned bien de antención a la voz interior, y observádla como Mis Instrucciones. Y esta voz interior jamás os motivará, a que os destaquéis en forma especial, o a que emprendáis grandes acciones, de las que Yo sé, que no tendrán mucho éxito.

Siempre de nuevo aíslo Yo a Mis cooperadores del mundo, porque entonces su actividad para Mí y Mí Reino puede ser llevada a cabo con mayor intensidad y también porque Mis obreros de la Vña pueden así perfeccionarse ellos mismos siempre más, lo que se consigne por la entrega entrañable a Mí, que se efectúa más bien en el silencio que en el barullo del mundo, pues de todo lo que os promete gran éxito, exige preparaciones mundanas, las que, por otro lado no son apropiadas a la interiorización del hombre. Por eso os pongo siempre en el corazón de nuevo el asiduo silencioso trabajo en la Viña, el que consiste en influenciar a vuestros semejantes con todo amor, para que se formen en el amor, a que los informéis acerca de Mi Palabra, contribuyendo así, por eso, como lo más importante, a la divulgación de Mi Palabra, que se os dirige desde lo alto directamente.

Creédme que el efecto y eficacia de Mi Palabra logrará aún las bendiciones mayores y el avance espiritual. Creédme que os adquirís beneficios extraordinarios, si aprovecháis todas las posibilidades, haciendo conocer Mi Palabra a los hombres, porque quien todavía es de buena voluntad, estará afectado de ella, mientras que todos los demás esfuerzos en darles conocimientos espirituales a los hombres, sólo los reciben con el entendimiento y los corazones permanecen indiferentes, excepto unos pocos, pero que Yo los ganaré aún por otro camino, porque Yo conozco el corazón humano.

Tened en cuenta, que primero se requiere el juicio del entendimiento, en ofrecer así a los hombres Mi Revelación divina, de modo que estén fascinados, pero que por otro lado, sólo se siente hablado el intelecto, y no se puede anotar apenas un éxito espiritual, pero la transmisión directa de Mis Palabras tendrá mucho más éxito, porque Mi Palabra está con Mi Fuerza bendecida y porque ya antes, tenían que tener los hombres un cierto estado de madurez, el que contribuya a un desarrollo espiritual entre los hombres.

Creédlo, que Yo bendeciré cada trabajo en silencio para Mí y Mi Reino, y esforzaos en serme obreros hábiles, que cumplen sólo siempre las Intrucciones de su Señor y Padre de familia y que acogen con amor a sus hermanos. Todo lo demás quiero Yo hacer para vosotros y a vosotros mismos conduciros también así, de modo que ofrezcáis a estos Mi Palabra, los que agradecidos la reciben como un obsequio extraordinario de Gracia, el cual no fallará su efecto eficaz.

Amén

Traducido por: Pilar Coors

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