8075 Todo ser cae y se levanta por el libre albedrío....

8 de enero de 1962: Libro 85

Cuando os creé, sabía bien de la dirección de vuestra voluntad, sabía de la decisión equivocada que tomaríais en el libre albedrío.... Pero esto no Me impidió completar Mi plan de creación porque también vi el objetivo final, que traería nuevamente dicha ilimitada al ser creados. Además, fue realmente una decisión completamente libre de todos los seres que cayeron.... Y cada ser estaba en tal abundancia de luz que también sabía lo que hacía cuando se alejó de Mí.... Y así también era totalmente responsable y no podía culpar a ningún otro ser.... ni siquiera a su procreador Lucifer....

Porque Yo nunca habría permitido que se determinara la voluntad de un ser.... él podía querer y actuar libremente por sí mismo, y en correspondencia también era su culpa, que ahora lo mantenía atado en lo más profundo. Pero nuevamente, cada uno de estos seres caídos tuvo la oportunidad de re-transformarse nuevamente en un ser semejante a Dios. Porque lo que pasó desde la caída a lo más profundo fue un plan de Salvación basado en amor y sabiduría que hizo posible esta re-transformación a la perfección.

Los seres de ninguna manera estaban perdidos, incluso se siguieron voluntariamente a Mi oponente.... Pero Yo también tenía derecho a estos seres porque emanaron de Mi poder de amor.... Y Yo no permito que este derecho sea disputado. Pero ni Yo ni Mi oponente obligaremos jamás al ser a elegirme a Mí o a él, sino que se le deja a su libre albedrío elegir a su amo. Sé que la decisión final algún día será para Mí, pero el ser mismo determina el tiempo que transcurre hasta esta decisión final.

Pero el objetivo Me movía a no impedir la caída de los seres.... lo cual bien podía hacer, pero lo que en Mi sabiduría reconocía como incorrecto en vista del objetivo que sólo un acto de completa libertad de voluntad podía lograr. El hecho de que ya sabía de antemano cómo se decidiría cada ser individual no tuvo influencia en el acto de la creación, en la medida en que ahora habría creado a los seres de manera diferente según la dirección de su voluntad.... La perfección suprema adornó a todas Mis criaturas, porque de Mí nada deficiente, nada imperfecto podría haber surgido de Mí. Y fue precisamente el libre albedrío el que demostró su divinidad, incluso si se dirigió en la dirección equivocada y ahora el ser en sí mismo también se convirtiera en lo contrario....

Pero la re-transformación del ser es una obra tan grande, algo tan poderoso, que este objetivo Me movió al más máximo desarrollo de Mi amor, sabiduría y poder. La transformación de los seres caídos en creaciones de todo tipo fue para Mí un acto de felicidad que vosotros, los humanos, no podéis estimar.... Fue Mi fuerza que una vez fluyó imparable desde la fuente original y que ahora tomó forma según Mi voluntad.... Y como todo ser creado alguna vez fue una fuerza irradiada por Mí, que no cumplió si propósito real, ahora fue guiada hacia esas formas, dándoles vida y realizando una actividad.... porque toda fuerza proveniente de Mí debe llegar a ser efectivo según Mi voluntad....

Sin embargo, el ser una vez caído ahora ya no es consciente de sí mismo, sino que está disuelto en innumerables partículas, que ahora realizan una actividad que les ha sido asignada por la ley de deber.... Deben someterse a Mi voluntad para poder volver a un estado donde se les pueden devolver la conciencia del “yo” y el libre albedrío.... Este proceso de desarrollo de lo espiritual una vez caído es Mi plan de Salvación, el cual fue diseñado en el amor más profundo y en la sabiduría insuperable y que con seguridad traerá de regreso a Mí todo lo que una vez caí en la más alta perfección.... que sólo el libre albedrío del ser mismo puede lograr, pero no Mi poder.

Pero el hecho de que todo tenga que realizarse según la ley de Mi orden eterno también puede prolongar infinitamente el proceso de repatriación, porque Yo no puedo intervenir en contra de la voluntad del ser cuando éste tiene que pasar la prueba final como ser humano.... Debo dejar gobernar el amor y la justicia y no puedo dar felicidad donde aún pesa sobre el ser la mancha de la culpa original.... Y por eso también tengo que exigir el reconocimiento de Jesucristo y de Su obra de Redención en la Tierra, y el ser humano debe llevar su culpa original bajo la cruz y pedirle perdón.... Entonces ha pasado la última prueba de voluntad, Me ha reconocido de nuevo en Jesús, en Quien ahora Me he convertido en un Dios visible para el ser humano y ahora puedo darle una vez más la más alta felicidad en Mi reino, en el que ahora se reunirá Conmigo hasta toda la eternidad....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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