8055 Prueba de voluntad del primer ser creado...

5 de diciembre de 1961: Libro 85

Una vez un ser fue creado por Mí, que ahora se ha convertido en Mi peor enemigo y adversario... Este ser también surgió de Mi amor, fue puesto afuera de Mí como el primer ser porque quise crearme para Mi un recipiente en lo cual Yo podía fluir Mi amor... Mi amor era sobremanera grande y querría manifestarse... y como sólo Mi voluntad era suficiente, Me creé una imagen, un ser, que era sobremanera perfecto, que Yo podía irradiar con Mi fuerza de amor y que ahora podía crear y obrar como Yo para la propia felicidad...

Quería entregarme, quería encontrar una resonancia para Mi abundancia inconmensurable de luz y fuerza y por lo tanto crear un ser que pudiera captar esta corriente de amor, un ser en el que pudiera reconocerme a Mí Mismo, que fuera Mi imagen... y a este ser dedicaba todo mi amor. Yo lo hice feliz y encontré Mi propia felicidad en esta felicidad... estaba en la mayor abundancia de poder y fuerza, era una imagen reflejada de Mí Misma, que siendo extremadamente perfecto también llevaba dentro de sí la misma voluntad e impulso creativo y ahora era incomparablemente feliz Conmigo...

Y este ser estaba activo; su fuerza inconmensurable le impulsó a la creación de seres iguales; su voluntad usó la fuerza que le fluía de Mí y una y otra vez dejó que nacieran nuevos seres, que eran también sumamente perfectos como él, porque de Mi fuerza de amor solo podían surgir cosas perfectas, y el primer ser creado estaba en la misma voluntad Conmigo, en la misma luz y estaba unido a Mí en el amor más profundo, de modo que la felicidad más alta llenó a este ser y expresó su felicidad una y otra vez a través de la creación de seres idénticos a él...

Era un estado que podría haber durado para siempre y, sin embargo, no se quedó así... Porque todo lo creado fue “obra” de Mi amor... Era perfecto, porque de Mí no podía surgir nada imperfecto... Mi amor al primer ser creado fue abrumador, y también su amor Me pertenecía a Mí, a Quien bien reconoció, pero no pudo mirar. Yo irradiaba constantemente Mi amor a este ser, pero no lo obligaba a devolverme el amor en la misma medida, sino que le daba la libertad de devolverme el amor...

Yo había creado el ser con libre albedrío, porque el libre albedrío es una parte inevitable de la perfección. Mi voluntad era evidente al ser en todo momento, estaba, para así decirlo, como anclada en Mi Palabra, a través de la cual se establecía la comunicación del creador con Su criatura... Era la “Palabra”, el pensamiento convertido en forma, que irradiaba en el ser y que el ser también podía responder, de modo que se produjo entre nosotros el intercambio más íntimo, que hizo inmensamente felices tanto al ser como a Mí... Y así el ser conoció Mi voluntad, y en su amor entró completamente en Mi voluntad...

(05.12.1961) Y Yo ahora quería someter a prueba su amor, debía darme la prueba de que su amor entraba en Mi voluntad en un albedrío completamente libre, aunque también podía pensar y querer de otra manera, porque como ser divino no estaba bajo ninguna compulsión porque sólo el amor era lo único que podría haber determinado la dirección de su voluntad... De su voluntad Mi primer ser creado había creado innumerables seres idénticos utilizando Mi fuerza de amor que fluía constantemente, y su voluntad siempre estaba en armonía con la Mía, porque el amor más profundo lo unía Conmigo... Y estos actos de creación hacían al ser inmensamente feliz...

Recibió constantemente la fuerza del amor y usaba constantemente esta fuerza del amor según Mi voluntad... hasta que Yo le exigí que decidiera su voluntad en toda libertad... es decir, se dio cuenta de que también podía obrar por iniciativa propia, de que no estaba obstaculizado de ninguna manera porque no estaba sujeto a ninguna limitación... porque era un ser libre que sólo estaba ligado a Mí a través del amor... Y porque el ser era capaz de aceptar los pensamientos que brotaban de Mí... Mi Palabra... moverse dentro de sí mismo y tomar una posición sobre ella, también le era posible verla negativamente... en otras palabras, oponerse a ella con su libre albedrío.

Y así luchó con el pensamiento de que, a pesar de su mayor abundancia de luz y fuerza, a pesar de su más alta perfección, siempre fue solo un receptor de fuerza, pero no una fuente de fuerza... Ajustarse mentalmente a esto fue una prueba de Mi voluntad, que el supremo espíritu de la luz podría haber pasado verdaderamente, si su amor se llenase de tal manera que se hubiera subordinado a Mí como su Creador en su libre albedrío, lo cual, sin embargo, nunca habría sido perjudicial para su posición de rango, porque Mi amor por él era tan grande que jamás debería haber sentido la dependencia de Mí...

Pero habría aumentado su dicha al pasar la prueba de voluntad, en su perfección, que ahora ya no sólo Mi obra, sino también habría sido demostrada por él como su propia voluntad... Pero el ser fracasó... Era Lucifer, el espíritu de luz se convirtió en Mi adversario... No podía verme, pero vio el ejército de seres que él había creado, y estaba consciente de su tremendo poder, y este conocimiento lo hizo arrogante... Él se ensoberbeció y se defendió de cualquier otra irradiación de amor de Mi parte...

Este alejamiento de Mí fue un proceso que duró para siempre y que también se os puede presentar a vosotros los humanos solo se os puede explicar de manera pintoresca porque los motivos espirituales no se os pueden explicar comprensiblemente mientras permanezcáis en la tierra. Me había creado una semejanza... que se convirtió en lo contrario y también fue capaz de hacerlo a pesar de toda la abundancia de luz porque era un ser completamente libre que no estaba sujeto a la compulsión de ninguna manera o limitado en el pensar y querer... Sin embargo, su caída y también la caída de innumerables seres al abismo es el camino a la más alta perfección... porque crea la posibilidad de la transformación en dioses... que Yo nunca podía crear, porque esto debe ser realizado por el libre albedrío del mismo ser creado.

El producto de Mi amor se apartó de Mí... En su sustancia original era amor mismo, que se invirtió, que ya no se entregó sino que quiso poseer... y que por lo tanto contradecía completamente a Mi ser original. Pero fue también amor irradiado por Mí, que irrevocablemente tiene que volver a Mí según el orden de la eternidad. Pero primero el ser debe haber cambiado de nuevo, y debe realizar este cambio por su propia voluntad.

Y todo ser una vez caído también alcanzará está meta, aunque tarde eternidades en hacerlo... El primer ser creado que Mi amor infinito había sacado de Mí también realizará en sí mismo este cambio, y alcanzará la gloria al más alto nivel... pero antes Me servirá de contrapunto, porque el mismo se ha formado así para serlo... Porque su reino también Me sirve a Mí, incluso él colabora, aunque también inconsciente... en la perfección de todo lo espiritual..._>amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

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