7999 La misión de los últimos discípulos

21 de septiembre de 1961: Libro 84

Vosotros, Mis discípulos del tiempo final, a vosotros os hablo en particular que ayudéis a consumar la obra, ofreceos a Mí por completo, no os fijéis en lo que pase en el mundo; fijaos solamente en lo que sentís en el corazón, debéis escucharme cuando y donde Yo os hable. Yo os he reunido, para que seáis conscientes de la gran misión que tenéis que ejecutar aún antes del fin. Yo Mismo obro con y en cada uno de vosotros, y cada uno de vosotros me podrá ver, y uno tiene que alentar al otro, pues cada uno va a necesitar fuerza espiritual, la que le afluye en todo momento abundantemente de Mí. Y sentiros siempre como apoyos de Mi Reino, como pilares angulares de Mi Iglesia, la que Yo Mismo fundé en la tierra. Yo os he enviado a la tierra a causa de esa misión, pues os necesito en el último tiempo antes del fin. Mi Espíritu tiene que poder obrar en vosotros, y Mi Voluntad tiene que ser anunciada a los hombres en la tierra, deben oír Mi Palabra en la forma más pura, y la corriente de Mi Gracia ha de derramarse sobre los hombres que son de buena voluntad. Y por eso necesito intermediarios en la tierra que dejen en sí el obrar de Mi Espíritu; los que se me han ofrecido voluntarios para desempeñar ese oficio de misión como mediadores. Yo os bendigo por eso y para eso, pues para vosotros la tierra no es una estancia que os haga felices, a vosotros que habéis descendido abajo desde el Reino de la Luz, para servirme a Mí. Yo necesito apoyos vigorosos que ofrezcan resistencia a Mi adversario, que no lo teman cuando proceda en contra de ellos. Yo necesito apoyos que estén entrañablemente unidos a Mi, y que por eso también sean con Mi Fuerza activos en la tierra. Y cada uno de vosotros va a cumplir la misión para la cual voluntariamente se ha ofrecido.

Pero sí debéis de saber que Mi Voluntad os envió a la tierra, y vuestros caminos han sído por eso destinados y determinados por Mí, de que siempre pensáis en Mi Voluntad y que vuestro obrar está dirigido por Mi Voluntad también. Por eso confiad siempre en Mi Fuerza, la que es en los débiles poderosa. Pues os sacarán pidiendo cuentas, cuando el último combate se encienda. Pero sí, entonces no estaréis jamás sólos, y jamás necesitaréis preocuparos de lo que vaís a hablar, porque Yo Mismo os pondré las palabras en la boca, y en verdad que no necesitáis temer al enemigo, Yo estoy a vuestro lado, y de Mí huye él. Y puesto que Yo os estoy presente, no conocéis ningún temor terreno ya más. Mi LUz irradía tan luminosa en vosotros, que una santa paz os sobreviene en vosotros y ahora sabéis también acerca de vuestro origen y llenos de dicha esperáis sólo el momento en el que podáis regresar otra vez a Casa, a Mí, en vuestra Casa paternal. Sin embargo, primero tiene que haber terminado vuestra misión, pues sobreviene la tribulación en la tierra donde tenéis que prestar mucha ayuda y podéis prestar si no encontráis plena resistencia. Y esa ayuda es la conducción de Mi Palabra, el resultado de Mi directa alocución, la cual esta bendecida con Mi Fuerza.

Yo quiero dirigir Mi Palabra a muchos hombres todavía, porque Yo sé, que entonces ellos sucumbirán a Mi Irradiación de Amor, que se dirigirán a Mí y que aún antes del fin tratan de desprenderse de Mi adversario. Y Yo sé acerca de todas esas posibilidades, y Yo os colocaré allí en todas partes, donde un alma está abierta para Mi Palabra. Y Yo os equiparé también con fuerza tanto tiempo como hayáis de servirme sobre la tierra.

Y Yo me encargaré de vuestra gobernación en todos los asuntos terrenales, y Yo tomaré a Mi cargo vuestras preocupaciones terrenas, sólo abandonáos a Mí despreocupados totalmente y haced a lo que os sintáis impulsados, porque es siempre eso Mi Voluntad, la que os pongo en vosotros y a la que haréis vuestra vosotros mismos también. Pues el tiempo se cierra, se termina, un ratito todavía, y Mi Brazo intervendrá, poderosa, enormemente será la transformación producida, repercutiendo espiritual y terrenalmente. Pero sí es seguro, que el amor a Mis criaturas hará también todo antes para salvarlas todavía de la perdición. Y éste Mi Amor os ha reunido también, para que os reconozcáis mutuamente y sepáis sobre vuestro origen. Todos vosotros trabajáis de Mi Fuerza, porque en vosotros está el amor, el cual me deja que esté presente en vosotros. Y de ese modo también está predominante también Mi Voluntad en vosotros que os entregáis a Mí y queréis servirme.

Sin embargo, vuestro servicio para Mí y Mi Reino comienza a ser duro en extremo, pues las circunstancias mundiales no permanecerán así como están y entonces se requiere gran fuerza y una férrea voluntad para vencer todas las oposiciones por parte de aquellos, que sirven al enemigo. Y uno debe fortalecerse en el otro, pues a ratos os atacarán por sorpresa debilidades, viendo cuán poco se dejan impresionar vuestros semejantes si les ofrecéis alimento espiritual, cuando les habláis en Mi Nombre.

Vosotros por propia voluntad vinistéis abajo a la tierra, para asistir a la humanidad en la necesidad espiritual mayor. Vosotros sois como oasis en un desierto espiritual, y todo caminante encontrará descanso y solaz para su alma en vosotros. Pero vuestros semejantes corren tras un espejismo, y pasan de largo por vosotros, excepto unos pocos, a los que podéis proporcionarles ahora por Mi Poder comida y bebida. Un manantial puro, claro deja que brote el agua más fresca de Vida, y todos pueden sacar agua del manantial. Completamente igual, donde Yo os haya abierto la fuente de la vida. Donde Mi Espíritu puede abrirse paso, allí está la unión Conmigo también visibilbe, y allí estará evidentemente Mi Bendición también, porque con Mi Amor abrazo a todos los que se unen a Mí en el espíritu y la Verdad. Y Mi Gobernación y Conducción es también manifiesto, nada sucede sin Mi Voluntad y Admisión. Y Mi Amor sabe en todo momento acerca de vuestra voluntad que únicamene se dirige a Mí. Y de vosotros saldrá mucha Bendición, porque os impele el amor a vuestro trabajo en la Viña.

El amor asegura también el éxito, porque el amor es una fuerza que jamás queda sin acción, efecto. El amor vence toda clase de resistencia y penetra en los corazones de vuestros semejantes, bajo condición que ese hombre no haya caído ya en el enemigo, que su voluntad se insubordine a Mí totalmente y esté entonces enemiga frente a vosotros. Entonces sería todo esfuerzo inútil, entonces apartaos de esos y entrad en el silencio, y suplicad fuerza de Mí para obrar de nuevo para Mí y Mi Reino. Y en la íntima unión Conmigo os será indicado y mostrado el camino siempre de nuevo, en el que debéis ír, para llevar salvación a las almas en el apuro espiritual. Mi Fuerza afluirá en vosotros, Yo hablaré con vosotros, vuestros corazones palpitarán por amor hacia Mí, porque están llenos de amor a Mí y al prójimo. Pero también vais a reconocer muy pronto, el poco tiempo que le está concedido a la humanidad aún, pues vosotros, los que me servís, conocéis también Mi Plan de salvación eterno, sabéis lo que a la tierra y a la humanídad les es inminente, y sabéis también que el tiempo se ha cumplido. Vosotros sabéis también sobre Mi Amor y que este os protege en Verdad, aunque el mundo frente a vosotros os amenace. Pues Yo os necesito, discípulos Míos del fin del tiempo, y Yo seré vuestro Acompañante permanente en todos vuestros caminos, y obraréis Conmigo y con Mi Fuerza.

Amén

Traducido por: Pilar Coors

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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