4876 El calvario de Cristo

8 de abril de 1950: Libro 55

El que quiera seguirme va un camino solitario, no comprendido de los semejantes, lo que también me pasó a Mí a pesar del Amor que les regalé. El que quiera seguirme debe cargarse con su cruz, tal como lo hice Yo, aunque mi eterno Amor no permitirá que la cruz de ningún hombre llegue a pesar tanto como la del Hombre Jesús. Lo debe portar, pero en todo momento puede reducir el peso si invoca mi Ayuda.

Entonces Yo tomo su cruz en mis Hombros y la porto para él, porque junto conmigo todo resulta más fácil... junto conmigo ya no anda abandonado. Siempre le comprendo y comparto todo con él - sufrimientos y alegría; siempre puede andar su camino terrenal en unión silenciosa conmigo. Así su cruz le resultará soportable y con devoción se entregará a su suerte.

Cuando pasé por allí con la crucifixión inminente –teniendo que soportar una pena corporal indescriptible– Yo cargué con la pena del conjunto de toda la humanidad sobre mis hombros. Para todos que un día querían seguirme, Yo fui aquel camino penoso que terminaba con mi muerte en la cruz. Como Hombre sufrí indescriptiblemente, por lo que los sufrimientos de los hombres disminuyeron. Participé en los sufrimientos de toda la humanidad y porté la cruz para ella. Y el que me amaba me seguía. Eran muy pocos –medidos en la totalidad de la humanidad– por los que Yo morí... Sólo había pocos que participaron en mis sufrimientos, pues estos sufrieron conmigo y por Mí. Ellos también portaron su cruz porque me siguieron, porque su amor a Mí hizo que sintieran todos los sufrimientos el doble. Su amor era bálsamo para mis heridas que los hombres crueles me habían causado; pero su amor apoyó mi Voluntad de sufrir para los hombres y para prestarles ayuda mediante mi muerte en la cruz.

Muchos me siguieron en mi camino del calvario, pero sólo muy pocos participaron en mis dolores... Muchos pasan por la Tierra, pero pocos me siguen a Mí... Para todos los hombres Yo morí en la cruz, pero pocos reconocen mi sacrificio como tal ni aprovechan de las Gracias recibidas. Pocos me siguen, y sin embargo sólo siguiendo e imitándome los hombres pueden llegar a ser bienaventurados. Cada uno se cargue con su cruz, consciente de mi calvario a Gólgota que era casi insoportable para un hombre y que hizo que me desplomara. Pero el amor de un hombre me ayudo donde Yo como Hombre casi fallé; y Yo hice el sacrificio pues vacié el cáliz de las penas hasta el fondo...

Y si vosotros los hombres tenéis que sufrir, pensad en mis Palabras: “El que quiera seguirme, que se cargue con su cruz...”. Sabed que cada sufrimiento que aguantáis entregados a mi Voluntad os será considerado como vía crucis que para vosotros significa la salvación y la liberación de toda culpa... Sabed que andáis por el valle de esta Tierra para deshaceros de una culpa cuyas dimensiones vosotros como hombres no podéis ni imaginaros - una culpa por cuya causa Yo he muerto para disminuirla, pero la que aun así cada uno de vosotros tiene que reducir mientras pueda - si queréis participar en la Obra de la Salvación que mi Amor ha iniciado tras mi muerte en la cruz.

A vosotros los hombres sólo os está impuesta a llevar una cruz ligera porque Yo ya os he quitado la mayor parte del peso; pero no puede ser que os quedéis sin todo sufrimiento porque este es necesario para que continuéis vuestro camino hacia Aquel que en todo momento quiere ayudaros... al que debéis seguir para que eternamente seáis bienaventurados.

Amén.

Traducido por: Anonymous

Este comunicación se menciona en el siguiente folleto temático:
Folleto temático Título Descargas
70/1 El regreso a Dios 1 ePub   PDF   Kindle  

Descargas

Descargar cotizaciones para libro _book
 ePub  
 Kindle  
  Más descargas

Este Comunicación

 descargar como MP3  
Vista de impresión
 Manuscritos

Translations