B.D.-Nr. 4816
Todas las criaturas están en estado del libre albedrío han alcanzado un cierto nivel de cognición, es decir, son capaces de recibir un cierto conocimiento. Pero si este les resulta comprensible y que realmente les ponga en un estado de reconocimiento, depende de cómo el ser humano utiliza su libre albedrío. Porque el estado de cognición es el signo del desarrollo ascendente del ser humano; Se trata de un grado de madurez del alma por el cual el libre albedrío del ser humano debe esforzarse y que, por tanto, no le es asignado arbitrariamente.
Pero el desarrollo ascendente es el resultado de un estilo de vida según la voluntad de Dios, y la voluntad de Dios es una vida en amor. Por lo tanto, sólo un ser humano amoroso puede estar en la cognición, por lo que el conocimiento superior sólo puede adquirirse si el ser humano se esfuerza por vivir una vida de amor. Pero entonces tendrá comprensión de todo; Solo necesita ocuparse pensativamente con una pregunta, y la respuesta correcta le llegará en sus pensamientos.... pensará correspondiente a la verdad y obtendrá una riqueza de conocimiento....
Pero también habrá problemas cuya solución requería la asistencia divina, porque la mente humana por sí sola nunca sería capaz de enfrentarse a ellos, pues requieren el renacimiento espiritual del ser humano, requieren un grado de madurez que no se encuentra a menudo en los humanos. Pero Dios nunca Se niega a responder a tales preguntas cuando se Le formulan seriamente. Solo Él también pude presentar lo incomprensible a los humanos de tal manera que les resulte comprensible si Le rezan con fervor, pero siempre es necesaria una cierta fe, que acepta incluso lo incomprensible, siempre y cuando el ser humano aún tenga un espíritu despierto, porque para el espíritu despierto todo es comprensible.
(13.01.1950) No hay nada que no dejaría reconocer el amor de Dios, que no tenga como base el amor de Dios. Pero la justicia de Dios no puede ser eliminada porque la perfección así lo requiere. Y con esto ya ha quedado aclarado un gran problema: la Redención de la humanidad por medio de Jesucristo.... Por una lado había una deuda enorme, por otro lado la Deidad Eterna, ante Quien lo espiritual se hizo culpable. Pero la culpa era tan grande porque lo espiritual poseía la cognición y por lo tanto no pecaba por falta de cognición.
Este pecado también desafió la Justica de Dios, porque la perfección de Dios nunca puede desviarse de Su principio fundamental.... la expiación por cada por cada violación del orden divino, que se logró por el alejamiento de lo espiritual de Dios. Pero la expiación fue indeciblemente difícil porque el pecado era infinitamente difícil. El alejamiento de Dios trajo como consecuencia el debilitamiento de lo espiritual. Lo espiritual perdió toda su fuerza, ya no podía subir por sí solo un camino empinado, sino que se hundía cada vez más, hasta que un Ser de luz se apiadó de este espiritual y acudió en ayuda de este débil y caído antes de que se perdiera completamente en las profundidades.
El Ser de luz quería expiar la culpa, quería sacrificarse por los desdichados seres que, después de un proceso de desarrollo interminable, ahora corrían el peligro de fracasar en su etapa humana por ser impotentes. Y este Ser de luz descendió a la Tierra.... un Hijo de Dios encarnado como ser humano para ayudar a sus semejantes. El Ser de luz estaba en unión con Dios, y sabía acerca del lamentable estado de los seres que caminaban en la Tierra y olvidaban de su verdadero propósito....
Pero el Ser de luz también sabía de una salida de esta lamentable situación. Sabía acerca de todo lo que ocurría en el Reino espiritual, en la Tierra y bajo la tierra, es decir, el destino de aquellos que vivían en las profundidades. Y como Él Mismo venía del Reino de la luz, quiso dar a la humanidad el mismo estado envidiable. Pero encontró una gran resistencia. Un ser de las tinieblas trabajaba contra el Ser de la luz con palabras y hechos. Ataba donde el Ser de luz quería soltar, es decir, el ser de las tinieblas tenía una gran influencia sobre los seres humanos y los impulsaba a su pensar, querer y actuar.
Pero esto último no correspondía a la voluntad de Dios, por lo que el ser de las tinieblas obraba de manera contraria a Dios, y el ser humano habría tenido que resistir a su influencia si hubiera querido enmendar su anterior injusticia contra Dios. Pero el ser humano era demasiado débil para eso; Él estaba, en cierto sentido, atado por la voluntad del adversario de Dios.... Si el ser humano había de ser redimido de su poder, entonces tendría que enfrentarse a él un ser que tuviera una voluntad fuerte, que estuviera conscientemente del lado de Dios y reclamara Su fuerza y poder en la lucha contra aquel.
Y este Ser era Jesucristo, Él era el Ser encarnado como un ser humano, Quien era extremadamente fuerte en voluntad y se opuso al adversario con un arma contra la cual era impotente.... El amor que unió a Jesús con Dios y Lo convirtió en el receptor del poder de Dios.... Y así Él superior al adversario y liberó a innumerables seres del yugo del poder oscuro.... (14.01.1950) Pero el yugo consistía en el hecho de que el ser humano, como podía elegir entre arriba y abajo, sentía el mayor incentivo para ir hacia abajo a través de la influencia de aquel a quien debía su estado de imperfección, que por lo tanto se complacía en todo lo que era contrario a Dios, que se esfuerza por todo lo que agrada al cuerpo y arrastra hacia abajo al alma.
El adversario de Dios trató de ganar el pensar, el sentir y el querer del ser humano, y encontró poca resistencia, porque en el ser humano se reencontraron todos los impulsos que eran el principio del adversario. El ser humano estaba, en cierto sentido, sujeto a ese poder que no lo hacía libre, sino que lo oprimía cada ve más, de modo que siempre cumplía su voluntad y se distanciaba cada vez más de Dios. El ser humano era una criatura débil, cuya voluntad estaba atada, por lo que no podía defenderse.... lo que habría sido muy fácil su hubiera usado el amor como una contrafuerza contra la cual el adversario de Dios es impotente.
Por eso Alguien tenía que venir como Salvador, Que demostraría por primera vez a la humanidad que realmente era posible liberarse del adversario, pero sólo a través del amor, que da al ser humano la fuerza para resistir y trae consigo la fuerza de voluntad. También tuvo que aclarar a los humanos acerca de su tarea de su vida porque, debido a la influencia del adversario de Dios, carecerían de cualquier conocimiento. El Redentor de la angustia espiritual tenía que traer luz a los humanos e impartir fuerza.... Tenía que ayudarlos a alcanzar la libertad, tenía que aflojar las cadenas de los que estaban atados, cadenas de las que no podían escapar por sí mismos.
La Obra redentora de Jesucristo se extiende sólo al estado espiritual de la humanidad, que era tan indescriptiblemente bajo que era imposible elevarse por las propias fuerzas.... precisamente por la falta de amor. Y es por eso que Jesucristo enseño primero a la humanidad, y les dio, como lo más importante, el mandamiento de amor, para que la humanidad pudiera llegar a poseer la fuerza y la luz. Pero luego, mediante Su muerte en la cruz, adquirió un fondo espiritual, es decir, un tesoro de gracia, al que puede recurrir todo ser humano que cree en Él y en Su obra de Redención. Adquirió para los débiles de voluntad fortalecimiento de voluntad y el perdón de sus culpas....
Dios miró con agrado la obra de Amor de un hombre, y le concedió el cumplimiento de la petición que el hombre Jesús Le presentó para Sus semejantes.... Se contentó con la muerte de un hombre Que quería salvar a Sus semejantes de la muerte espiritual. El amor del Dios-hombre Jesús era tan fuerte que era una satisfacción para la Deidad Eterna, Que anhelaba el amor de todos los seres humanos. Él dio Sus sangre por los pecados de la humanidad, borró la culpa con Su sangre, pero ojo.... sólo de aquellos que Le reconocen a Él y Su Obra de redención y quieren pertenecer al grupo de los redimidos, de lo contrario todo lo espiritual ya estaría redimido, pero entones no podrían alcanzar el estado de perfección que requiere la prueba del libre albedrío....
amén