B.D.-Nr. 4731

Experimentos al final de la Tierra – Provocación de fuerzas

A los hombres está puesto un límite en su comportamiento ante todo aquello que mi Espíritu creador hizo que surgiera. Tan pronto como intenten modificar Creaciones naturales – a las que, a cada una, Yo mismo di su finalidad –, entonces también la actitud de los hombres ante Mí es contraria a toda razón; pues subestiman mi Sabiduría y mi Poder y se imaginan que los pueden descartar, de modo que pecan contra Mí mismo, como también contra todo lo que Yo he creado. Y con esto infringen el límite que Yo he puesto, y de esta manera la humanidad se destruye a sí misma, porque sus sabios toman conclusiones equivocadas y las consecuencias de sus experimentos son catastróficas. Los hombres se imaginan que pueden investigar todo lo que Yo les he mantenido velado a causa de su inmadurez para tales conocimientos.

La Tierra, en lo que se refiere a su núcleo, es inescrutable para los hombres y seguirá siéndolo hasta el final. Además, en el núcleo están sujetas fuerzas de un vigor enorme, fuerzas a las que mantengo sujetas para que la existencia de la Tierra no corra riesgo, sólo que de vez en cuando se producen erupciones cuando a estas fuerzas está permitida una breve erupción para dar a lo espiritual susceptible de evolución la oportunidad de tomar forma y, de esta manera, comenzar su progreso sobre la Tierra. Estas fuerzas se desencadenan con mi consentimiento, por lo que las consecuencias están previstas en mi eterno Plan de Salvación.

Una erupción, pues, que tiene lugar conforme a mi Voluntad también siempre estará limitada en sus dimensiones, pero nunca la voluntad humana podrá poner freno ni podrá dar lugar a ello, porque no hay hombre que pudiera analizar causa y efecto. Sin embargo, en el último tiempo los hombres se arrogan penetrar en el interior de la Tierra haciendo investigaciones para desencadenar allí fuerzas desconocidas a ellos para sacarles provecho lucrativo, y no tienen en cuenta que su saber y el entendimiento de su intelecto no son suficientes para semejantes experimentos. O sea que no tienen respeto ante mis Obras de Creación, penetran en un campo que les está velado por razones naturales, de modo que la intención de investigarlo, mirado mundanamente, es una audacia.

Pero mirado desde el punto de vista espiritual, esto significa una invasión en el reino de los espíritus más bajos, cuya proscripción Yo consideré necesaria y que los hombres ahora anulan de manera ilegal. Por consiguiente, las consecuencias de la violación de mi Orden eterno son tan inimaginables. Las manipulaciones tienen como objetivo la utilización de fuerzas terrenales ante quienes toda resistencia tiene que ceder y que por eso pueden ser utilizadas para toda clase de experimentos. Pero los hombres no consideran que estas fuerzas son capaces de disolver todo lo que entra en su entorno, no cuentan con su violencia, contra la cual la voluntad y el intelecto humano no consiguen nada.

Abren esclusas que, una vez abiertas, nunca más podrán ser cerradas, porque el campo en que los hombres ahora quieren meterse les está desconocido, y no conocen sus leyes. No hay forma de explorar las entrañas de la Tierra de esta manera. Por eso, irremisiblemente, cada experimento de este estilo tiene sus consecuencias, y eso no solamente para los que hacen los experimentos, sino también para el conjunto de la humanidad. Porque los límites que Yo puse conforme a mi eterno Orden no deben ser traspasados, porque esta siempre favorece la edificación, pero nunca la destrucción, ¡por lo que toda contravención también debe tener efectos contrarios!

Satanás mismo pone estos pensamientos en la gente de los últimos tiempos, los empuja a este plan porque sabe que la destrucción de la Creación acaba con el progreso de lo espiritual, lo que él intenta en su odio ciego contra Mí y todo lo espiritual que quiere unirse conMigo. Pero también este plan, aunque diabólico, es un servicio no intencionado, se integra en mi eterno Plan de Salvación. Surge una nueva Tierra donde el desarrollo irá progresando, mientras que todo lo diabólico de nuevo quedará cautivo en las nuevas Creaciones.

Amén

Traducido por: Diemo Landgraf

Este comunicación se menciona en los siguientes folletos temáticos:
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70/2 El regreso a Dios 2 ePub   PDF   Kindle  
162/2 Época final / parte 2 ePub   PDF   Kindle