0906 Perdón de pecados....

10 de mayo de 1939: Libro 18

Aquellos que ven su Padre en Mí están libres de toda culpa, porque cuando huyen al Padre de manera devocional también son conscientes de que Él es el mejor y más bondadosa ser y que pueden esperar el perdón de toda culpa de Él. Y así es indiscutiblemente mucho mejor cuando Mis hijos reconocen su relación Conmigo y piden como niños y desean Mi gracia humildemente, porque es una admisión de su debilidad y de su indignidad y es de más utilidad que una confesión pública de sus pecados ante los hombres....

Aquellos que llevan Mi Palabra dentro de sí mismos pueden estar seguros en cualquier momento de que los absolveré en cualquier momento, si son serios en no afligirme y solo son víctimas de su debilidad. En la humilde oración pidiendo fuerza para permanecer en Mi voluntad, también está la silenciosa afirmación de servirme sólo a Mí, y si el Padre ve la buena voluntad del niño, Su amor también está constantemente dispuesto a perdonar cuando ha fallado. Pero vosotros, los humanos en la tierra, solo rara vez deseáis el perdón de vuestros pecados desde el fondo de vuestro corazón, porque al mismo tiempo con esta solicitud también debe madurar la intención en vosotros de no volver a caer en los viejos errores, y a menudo no lográis a hacerlo.

Y así no será necesario un acto especial de perdón de los pecados si verdaderamente Me ofrecéis vuestro corazón para que Yo lo bendiga y lo considero con Mi amor.... A partir de ese momento reconoceréis desde la paz interior de vuestro corazón que vuestra culpa de pecado ha sido quitado de vosotros, porque solo quiero que Me reconozcáis como vuestro Salvador y Redentor.... que estáis dispuestos a participar de las gracias de la Obra de Redención.... Quiero poder decir de vosotros que morí por vosotros.... Entonces, solo quiero tener vuestra seguridad de que estáis dispuestos a reconocer está Mi Obra de Redención, y luego quitaré toda la culpa vuestra y os redimiré del poder del mal....

Quiero acercar a Mis hijos al corazón con profundo amor paternal, y si vosotros solo tenéis el deseo de estar unidos Conmigo, aborreceréis el pecado, y la más mínima recaída será suficiente para reconocer el mal y pedir perdón de todo corazón. quiero daros todo lo que me pidáis, porque Mi amor paternal está siempre dispuesto a dárselo al que es digno de recibir.... Y todo pecador también será considerado, será perdonado de sus pecados si en su necesidad de corazón se dirige a Mí, a su Padre.... Su Salvador y Redentor. Verdaderamente no quiero dejarle sin ser refrescado y consolado y no condenarlo por su pecado, porque el Padre Celestial es infinitamente amoroso, sabio y justo....

Amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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