0479 Fuerzas elementales y sus efectos....

22 de junio de 1938: Libro 10

Las fuerzas que se expresan en todos los elementos naturales son, por así decirlo, sólo la actividad de seres espirituales aún desatados, que se reúnen en el entorno atmosférico de la tierra y expresan su existencia precisamente de esta manera. Cada uno de esos seres libres busca encarnarse de alguna forma. Están a su disposición fuerzas extraordinarias, porque a través de ellos tienen que realizarse innumerables determinaciones en la tierra, todas las cuales tienen su justificación más o menos en la obra de creación de Dios.

Sin embargo, tales fuerzas elementales tienen que adaptarse al orden divino respectivo, el cual ha regulado toda actividad de tales fuerzas según el sabio plan de la creación y al cual todo en este orden tiene que subordinarse.... Es decir, una fuerza no puede expresarse arbitrariamente que, por ejemplo, está completamente fuera de la estación del año.... que requiere una estación específica y ciertas leyes de la naturaleza para llevar a cabo su actividad.... Donde tales elementos se vuelven activos fuera de su propósito real, allí entonces es donde se encuentran las causas de toda clase de catástrofes.... Estos seres desatados entonces entran en acción en cantidades tan grandes que solo el mayor amor de los seres preocupados por los niños de la tierra puede poner fin a estos elementos naturales en la voluntad del Señor.

En tales catástrofes también aparezcan fuerzas que destruyen sin piedad todo lo que Dios Mismo ha permitido que surgiera a través de Su voluntad.... pero tal destrucción también será querida por Dios hasta cierto punto, nuevamente con el propósito de iluminación a la Humanidad. Tales eventos también pueden resultar en una cantidad indescriptible de bien, pero la voluntad de Dios siempre será decisiva, y la actividad viva de tales seres espirituales puede ser permitida por Dios de manera temporal, pero también pueden ser detenidas en cualquier momento.... porque sólo la voluntad del Señor reinará ahora y todo el tiempo, y todo en la tierra se inclina ante esta voluntad divina....

amén

Traducido por: Hans-Dieter Heise

Este comunicación no se menciona en ninguna folleto temático.

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