6135 "Tomad y comed ..."

14 de diciembre de 1954: Libro 66

Tomad y comed. Así dije Yo a Mis discípulos, entregándoles con estas Palabras el pan como símbolo del Pan Celestial, de Mis Palabras, que se hizo carne en la tierra en medio de ellos habitó. Tomad y bebed dije Yo dándoles el vino que para su fortalecimiento, al igual como Mi Sangre les iba dirigida con la fuerza de Mi Palabra. Pan y vino eran el símbolo de carne y sangre. Y puesto que Yo soy Mismo la Palabra hecha carne, pude decirles: Este es Mi Cuerpo, que será por vosotros entregado.Esta es Mi Sangre, que será derramada por vosotros. Pues por Mi muerte, primero, hice posible de que percibáis en sí Mi Palabra. Con Mi muerte hice explotar la cadena que os retenía en la tieniebla.

Sin embargo, comprended bien, Mi Palabra tiene que resonar en vosotros, si queréis ser bienavenurados. Y Mi Palabra tiene que ser con hambre recibida, tenéis que comerla para llevarle al alma el alimento y pueda vivir. Pues Mi Palabra encierra en sí la fuerza que os da la vida, carne y sangre pertenecen a la vida, y Yo he muerto por vosotros, para que vosotros tangáis la Vida. El Pan de la vida es Mi Palabra. Yo Mismo soy la Palabra. Y el logos se hizo carne. ¿No es, pues, bien comprensible la explicación para la Santa Cena que Yo tomé junto con Mis discípulos? Y siempre que recibáis Mi Palabra y hambrientos la acojáis en vosotros, os acordaréis también de Mí. No podéis más que en memoria Mía recibirla, porque Quien os habla, no puede caer en el olvido en tanto que Le escuchéis.

Cuando Yo les ofrecí el pan a Mis discípulos y se lo partí, y cuando les ofrecí el vino, sabía Yo muy bien que sólo Mi Palabra podía restablecer el contacto entre Mí y los hombres y lo demostré. Yo sabía que ellos sólo podían alcanzar la meta si incesantemente me dejaban hablarles en sí. Yo sabía además, de que tenían que creer en Mi Obra de Redención, Yo sabía lo que estaba ante Mí, de que Yo tenía que dar Mi vida por los hombres para salvarlos, y en vista de ello pronuncié las Palabras: "El que será entregado por vosotros, que será derramada por vosotros..." La eterna Palabra Misma dijo a los hombres: Tomad y comed, tomad y bebed. Y vosotros hombres, tenéis que establecer la íntima y entrañable comunicación Conmigo, para que podáis percibir el sonido de Mi Voz cuando os hable, para que podáis estar alimentados de Mí con el Pan del Cielo. Para que podáis tomar Conmigo la Santa Cena.

Y sólo podéis establecer ese contacto íntimo Conmigo nuevamente, por medio del obrar en el amor, es entonces cuando primeramente me acogéis a Mí Mismo en vosotros, entonces seréis atravesados con la fuerza de Mi Amor. Mi Sangre os asegura la vida. Entonces con manos llenas os repartiré, entonces vuestra alma no voverá a pasar hambre nunca más ni sed, porque Yo Mismo les quitaré el hambre y la sed. Yo Mismo les ofreceré en Mi la Cena. Yo partiré el Pan y ofreceré el vino a todos, a los que quieran recibir, y estos disfrutarán de Mi Carne y Sangre, y sus almas vivirán eternamente.

Amén

Traducido por: Ion Chincea

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