6513 La expiación de la culpa por Jesús....

30 de marzo de 1956: Libro 70

Cargar el sufrimiento de la humanidad fue indeciblemente difícil.... No había ni una maldad que no se hubiera afectado al hombre, y deberías sufrir inmensamente si hubierais quitado vosotros mismos toda culpa que pesa sobre vosotros. Y el pecado de la rebelión anterior contra Dios ya fue tan grande que ya no podíais expiarla, ni en el estado atado ni en el estado como hombre.... Por eso cargaba con toda vuestra culpa, las consecuencias de cualquiera de las maldades acogía Yo, todo cargaba en Mi cuerpo humano, y este expiaba ahora a vuestra culpa por un sufrimiento extraordinariamente cruel y la muerte en la cruz.... Mi amor me empujaba a ayudaros.... Y todo lo espiritual cariñoso, todos los seres de origen que me permanecían fieles, llenaba el mismo amor hacia vosotros.... El amor no pierde nada, el amor no deja nada en la oscuridad, en penuria y sufrimiento.... El amor mismo se ofrecía para la salvación, para la eliminación de la culpa grande.... En un ser inundado de luz y amor el amor mismo se bajó al mundo.... Pero lo que sucedía ahora en la tierra, se tenía que realizarse en forma de un hombre; el amor tuvo que vestirse de hombre, Yo Mismo tuve que encarnarme en carne y elegí Mi estancia en el hombre de Jesús, Él que fue tan puro sin pecados que pude manifestarme en Él.... Y este hombre Jesús expiaba vuestra culpa, este hombre Jesús cogía la carga monstruosa del pecado de la humanidad encima de sus hombros e iba con ella a la cruz.... Y aunque se os cuente una y otra vez el sufrimiento inhumano, no lo podéis entender en toda su profundidad, porque la insuficiencia de vuestro ser lo impide.... Su sufrimiento fue incomparablemente difícil, y Él sabía de eso ya hace tiempo, porque estaba lleno de Mi espíritu, que Yo Mismo tenía lugar en Él, y por eso sabía de todo, de su misión y de Su muerte en la cruz. Su alma temblaba y rezaba, porque fue un hombre, y por el amor recibió divinidad que le daba la fuerza, pero no minuía el sufrimiento.... Un hombre se iba a la cruz, Él quiso sufrir por sus semejantes, porque ese hombre sabía del sufrimiento exorbitante de los que fueron atados en la profundidad por Mi adversario.... Jesús sabía que se tuvo que hacer un sacrificio para comprarle las almas a Mi contraparte.... Sabía que hizo falta expiar la gran culpa del pecado para equilibrar la justicia del padre, Él que no pudo acoger en la casa paterna a ningún hijo cargado de culpa.... Él quería devolverme a Mis hijos, Él quería pagar el precio para las almas.... Y como la culpa fue exorbitante, el sacrificio tenía que ser igualmente muy grande.... Sabiendo eso el hombre Jesús cargaba con un sufrimiento enorme, por eso aguantaba lo que ningún otro hombre aparte de Él hubiera aguantado.... Iba conscientemente el camino a la cruz y sufría torturas indecibles que terminaron con la muerte muy dolorosa en la cruz.... Reconocer la grandeza de esa obra de gracia no se os puede abrir aún, pero debéis llamaros a la consciencia, que Él estuvo completamente inocente y había sufrido por vosotros, que vosotros nunca hubierais podido volver nunca jamás de la profundidad al padre.... Yo Mismo estaba en el hombre Jesús, el amor le inundaba sin lo cual nunca hubiera podido realizar esa obra, pero Yo tenía que permanecer quieto dentro de Él durante los peores momentos de Su vida, porque un hombre tenía que sufrir y morir, porque la deidad dentro de Él no pudo sufrir, y la deidad tampoco hubiera podido expiar ninguna culpa sin pecado según la justicia divina.... Lo que para el hombre es todavía incomprensible, un día lo váis a entender en toda su profundidad, y entonces también podéis participar en esa obra de caridad más grande. El hombre Jesús permanecía por Su ser humano en vuestra hemisfera y por eso su alma sufría tormentosamente, la cual se habían bajado de arriba del reino de la luz y miraban a la oscuridad más profunda y fue acosada por las fuerzas del infierno.... Por eso el hombre Jesús no solamente sufría corporalmente, sino que tenía que aguantar las torturas más profundas del alma y que aumentaban mil veces Su sufrimiento.... Pero Él traía la salvación del pecado y la muerte al hombre....

Amén

Traducido por: Ion Chincea

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