7423 Únicamente Dios es el Señor de la Creación. Vendrá una estrella

5 de octubre de 1959: Libro 78

Eternamente ya giran los astros en sus órbitas que les había prescrito el divino Creador - órbitas que en el Plan de Creación también están observadas conforme a su Voluntad. De modo que es una empresa imposible el querer interferir en las trayectorias de las estrellas... el querer sacar un astro de su orbita e introducirlo en otra que el Creador divino no ha determinado para este astro... Del mismo modo resulta imposible parar la trayectoria de un astro o limitarla... o sea, evitar de una u otra manera que continúe su camino...

Esto sea dicho a todos aquellos que se imaginan que mediante propios inventos pueden establecer un orden distinto en la Obra de Creación de Dios... los que piensan que en la divina Obra de Creación pueden introducir productos fabricados por los hombres... los que se imaginan que pueden mandar semejantes experimentos al universo sin que esto tenga consecuencias graves...

El Señor del cosmos sigo siendo Yo... Y a cada intento de meterse en mi Obra voy a responder conformemente. Si no se los frena, los hombres van a hacer un experimento enorme, seguido por otros - lo que Yo consiento, pero cuando haya llegado la hora ya responderé... Como ya ha expirado el tiempo con el que la humanidad a lo sumo todavía puede contar, los hombres al introducirse en el universo ya no podrán causar muchos daños. Todas las experiencias que aún quieran adquirir ya no les servirán de nada porque Yo mismo los pararé. Yo les contestaré de manera parecida, pues mi respuesta también vendrá del universo en el que ellos quieren introducirse... y todos sus inventos para desviar este astro34 serán vanos - pues pone a los hombres mismos en un gran peligro...

De modo que depende de Mí cuánto tiempo todavía tolero el procedimiento de los hombres - pero esto sólo limitadamente porque no puedo estar de acuerdo con semejantes experimentos que no tienen el menor objetivo espiritual y que, además, sólo confirman a los hombres en su convicción de ser o hacerse señores del universo. Pero el fin está a punto de llegar, y en el tiempo del final los hombres harán aún muchos intentos que no hacen sino confirmar su soberbia espiritual, su ateismo y su pobreza espiritual.

Todavía harán muchos experimentos que contribuirán considerablemente para la disolución de la Tierra... para la última obra de destrucción - de modo que para el fin de una época de Redención, la que tiene que ceder a una nueva para que a mis criaturas no les toque la perdición.

Pero vosotros que por vuestra voluntad formáis parte de Mí, no os dejéis impresionar, ¡suceda lo que suceda! Sed siempre conscientes de que el Creador del cielo y de la Tierra no se deja desalojar, y que demostrará su Poder de manera palpable sin que los seres humanos lo pudieran evitar.

Yo observo y estoy a la expectativa hasta que haya llegado el día que está predeterminado desde eternidades. Porque el tiempo es limitado - lo que el enemigo aprovecha de su manera, procurando que aquellos que le están sujetos cumplan con lo que él exige... pero no lo conseguirá.

Amén.

Traducido por: Meinhard Füssel

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