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Justificación de la catástrofe

En el tiempo antes del fin derramaré una gran medida de Gracia sobre los seres humanos porque estoy al tanto de su debilidad, de su tenebrosidad espiritual y su propensión al mundo terrenal, de su codicia por bienes mundanos, y por honor y gloria.

Yo sé que mi adversario los mantiene cautivos, y que por su debilidad no pueden liberarse de él.

Pero Yo procuro traerles Ayuda de diversas maneras, porque cada uno necesita apoyo en su miseria espiritual. También sé qué cada uno necesita, por lo que agracio a cada uno conforme la actitud que adopta ante la misma vida y también ante Mí.

Yo quiero ganar a cada uno para Mí. Pero los hombres no saben que, cuando desean los bienes mundanos, es que mi adversario los mantiene presos. Pues ellos no saben el verdadero propósito de su existencia en la Tierra; y por eso tampoco procuran huir del poder del adversario. Y a estos seres humanos que con todos sus sentidos están apegados a la materia tengo que socorrerles de una manera muy particular - pero ahí se trata de una ayuda que ellos no reconocen como tal...

Tengo que quitarles todos sus bienes... tengo que hacer que se encuentren en condiciones donde se dan cuenta de la transitoriedad de todo lo terrenal... donde reconocen su propia impotencia, para que en esta y en su desgracia se acuerden de Mí y conscientemente me insten por ayuda... Pues Yo quiero que me encuentren... que encuentren a Aquel al que en el mundo no han encontrado, y al que allí difícilmente podrán encontrar...

Se trata de una manifestación que a los hombres les resulta muy dolorosa, pero no hay otro medio para arrancarlos de su indiferencia... Y sin embargo también esta manifestación es una Gracia en el tiempo del final, porque una oración íntima y el ponerla en práctica pueden hacer que el hombre se dirija a Mí... que ya no se aparta de Mí... que desde este momento se entrega a Mí y me ruega que Yo le guíe...

Entonces Yo le he ganado y se le he arrancado del adversario, el que ha perdido su poder sobre él. En los acontecimientos de la naturaleza que sean, vosotros los hombres siempre sólo veréis las destrucciones como tales, y los tomaréis a la ligera, mientras no seáis vosotros mismos los afectados...

Pero nada sucede sin mi Voluntad o mi Consentimiento. Y esto deberíais siempre tomar en consideración cuando oís de acontecimientos insólitos donde vida y propiedad de los seres humanos estén en peligro... donde los hombres son impotentes y sólo pueden defenderse según sus fuerzas parcas.

Pero Yo sé de la voluntad de cada uno y también sé de las posibilidades cómo señalar a las almas errantes el camino correcto hacia Mí. Y consta que cuidaré de cada uno que reza a Mí en el espíritu y en la Verdad, y que me suplica que le ayude.

El tiempo del final justifica tales acontecimientos a los que la voluntad humana no puede refrenar si mi Voluntad los ha previsto. Muchas veces vosotros, los seres humanos, aún estaréis expuestos al bramar de los poderes de la naturaleza, y pocas veces reconoceréis en ellos mi Cuidado amoroso para vosotros, cuyas almas corren peligro... Pues quiero ayudaros para soltaros de mi adversario - lo que por un lado puede suceder mediante un íntimo ruego dirigido a Mí –con el que me reconocéis como Dios y Creador vuestro– y por otro lado al reconocer la transitoriedad de todo aquello que todavía pertenece a mi adversario.

Procurad liberaros de todos deseos de materia terrenal, de toda clase de bienes materiales. Porque todo lo que necesitáis lo tendréis en todo momento - si os unís conmigo, si reconocéis vuestra verdadera tarea en la Tierra, y si procuráis cumplir con ella.

Pero no permitáis que mi adversario os encadene, porque él os muestra los bienes mundanos de una manera tan apetecible que Yo mismo tengo que intervenir... que Yo tenga que demostraros que los podéis perder en cada momento - si esto es mi Voluntad. Para vosotros se trata de intervenciones dolorosas, pero precisamente estas pueden resultar en una bendición para vosotros.

Y Aquel que quita, también puede dar en cada momento. Y Él también asistirá a cada uno que esté en apuros - si este en plena fe se entrega a Él y si le ruega por su Ayuda.

Pero en cada acontecimiento natural, ¡siempre reconoced mi Voluntad que realmente está determinada por el Amor y la Sabiduría! Por eso todo resulta en vuestra Bendición, si tan sólo encontráis la actitud correcta ante Mí, y si reconocéis el verdadero propósito para vuestra vida en la Tierra. Entonces os acercaréis cada vez más a Mí, y en todo que Yo hago que suceda a la humanidad reconoceréis Dádivas de Gracia... Pues es el tiempo del final...

Amén.

Traductor
Traducido por: Meinhard Füssel

Begründung der Katastrophe....

Ein großes Maß von Gnade schütte Ich über die Menschen aus in der letzten Zeit vor dem Ende.... Denn Ich weiß um ihre Schwäche, um ihre geistige Finsternis und um ihren Hang zur irdischen Welt, ihr Verlangen nach irdischen Gütern, Ehre und Ruhm.... Ich weiß, daß sie von Meinem Gegner gefangengehalten werden und sich in ihrer Schwäche nicht aus seiner Gewalt befreien können. Und Ich suche den Menschen Hilfe zu bringen in verschiedenster Weise, denn jeder braucht Beistand in seiner geistigen Not. Und Ich weiß auch, was jeder einzelne benötigt, und Ich bedenke darum jeden einzelnen auch seiner Einstellung gemäß, die er zum Leben selbst oder auch zu Mir hat. Denn Ich will jeden einzelnen gewinnen für Mich. Die Menschen wissen aber nicht, daß Mein Gegner sie gefangenhält, wenn sie die irdischen Güter begehren, denn sie wissen nicht um ihren eigentlichen Zweck ihres Erdendaseins. Und darum suchen sie auch nicht, seiner Gewalt zu entfliehen. Und diesen Menschen, die an der Materie hängen mit allen ihren Sinnen, muß Ich in besonderer Weise zu Hilfe kommen, die aber nicht von ihnen als Hilfe erkannt wird.... Ich muß ihnen Hab und Gut nehmen, Ich muß sie in Lagen kommen lassen, wo sie die Vergänglichkeit des Irdischen erkennen lernen, Ich muß sie ihre eigene Ohnmacht erkennen lernen lassen, auf daß sie in dieser Machtlosigkeit und Not Meiner gedenken und Mich bewußt um Hilfe angehen.... Denn Ich will, daß sie Mich finden, Den sie in der Welt nicht gefunden haben und auch schwerlich finden können.... Es ist dies eine Offenbarung Meinerseits, welche die Menschen schmerzlich berührt, aber sie sind anders nicht aus ihrer Gleichgültigkeit zu reißen.... Und dennoch ist auch diese Offenbarung eine Gnade in der Endzeit, denn ein inniges Gebet zu Mir und dessen Erfüllung kann den Menschen Mir zuwenden, daß er nicht mehr von Mir geht, daß er Meine Führung erbittet von Stund an und sich Mir hingibt.... Und dann habe Ich ihn gewonnen und dem Gegner entrissen, der seine Macht über ihn verloren hat. Ihr Menschen werdet in den Naturgeschehen jeglicher Art immer nur die Zerstörungen sehen und leichtfertig darüber urteilen, solange ihr nicht selbst davon betroffen seid.... Doch es geschieht nichts ohne Meinen Willen oder Meine Zulassung; und das solltet ihr immer bedenken, wenn ihr höret von ungewöhnlichen Geschehen, wo Leben und Eigentum der Menschen bedroht sind, wo die Menschen ohnmächtig sind und selbst nur ihren schwachen Kräften gemäß helfen können.... Aber Ich weiß um eines jeden einzelnen Willen und auch um die Möglichkeit, irrenden Seelen den rechten Weg zu zeigen zu Mir.... Und Ich werde Mich wahrlich eines jeden einzelnen annehmen, der im Geist und in der Wahrheit zu Mir betet und Meine Hilfe erfleht.... Und die Zeit des Endes begründet solche Geschehen, die menschlicher Wille nicht aufhalten kann, wenn Mein Wille sie vorgesehen hat.... Und noch oft werdet ihr Menschen dem Toben der Naturgewalten ausgeliefert sein, und selten nur werdet ihr darin Meine liebevolle Fürsorge um euch Menschen erkennen, deren Seelen gefährdet sind.... Ich will euch nur helfen, euch von Meinem Gegner zu lösen, was einmal geschieht durch einen innigen Bittruf zu Mir, durch den ihr Mich als euren Gott und Schöpfer anerkennet.... und zum anderen Mal durch das Erkennen der Vergänglichkeit dessen, was Meinem Gegner noch angehört. Suchet euch frei zu machen von dem Verlangen nach irdischer Materie, nach Gütern jeglicher Art.... Denn was ihr brauchet, das werdet ihr jederzeit erhalten, wenn ihr euch Mir verbindet und eure eigentliche Erdenaufgabe erkennet und ihr nachzukommen suchet.... Aber lasset euch nicht von Meinem Gegner in Fesseln schlagen, der euch die Güter der Welt so begehrlich vor Augen stellt, daß Ich Selbst eingreifen muß, daß Ich euch zeigen muß, daß ihr sie jederzeit verlieren könnet, wenn dies Mein Wille ist. Es sind schmerzliche Eingriffe für euch, aber sie können euch zum Segen sein.... Und Der euch nimmt, Der kann euch auch jederzeit geben. Und Er wird auch jedem beistehen in seiner Not, der sich Ihm vollgläubig hingibt und Seine Hilfe erbittet.... Aber erkennet in jedem Naturgeschehen immer Meinen Willen, der wahrlich von der Liebe und Weisheit bestimmt ist, und darum euch alles zum Segen gereichet, wenn ihr nur die rechte Einstellung zu Mir findet und den wahren Erdenlebenszweck erkennet.... dann werdet ihr Mir immer näherkommen und alles als Gnadengaben erkennen, was Ich über die Menschheit kommen lasse.... Denn es ist die Zeit des Endes....

Amen

Traductor
This is an original publication by Bertha Dudde