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El libre albedrío debe ser reconocido....

Sólo se os puede dar lo que deseáis o estáis dispuestos a aceptarlo cuando se os ofrece, porque vuestro libre albedrío siempre se tiene en cuenta y un don en contra de vuestros deseos afectaría a vuestro libre albedrío. Y así el efecto de todos los dones espirituales siempre depende de vuestra disposición a aceptarlos.... Dios en Su amor infinito está siempre dispuesto a dar, y Su don de amor sería realmente suficiente para llevar a los humanos a la perfección, de manera que todo lo caído ya estaría completamente redimido.... Pero esto contradice a la ley del orden divino, contradice al principio de libertad y también al plan de deificación, de lo que Dios ha creado.

La bienaventuranza de todo lo creado consiste en la perfección alcanzada en el libre albedrío, por mucho que se niegue el libre albedrío.... Es el principio básico y también la razón de los innumerables casos de fracaso humano en la tierra.... pero permanecerá para siempre con el ser que se ha encarnado en la tierra con el propósito d esa deificación; será puesto a prueba una y otra vez y tendrá que decidirse a favor de Dios, en que el hombre desea libremente el don de Dios o está dispuesto a aceptarlo.... pero sin este don nunca podrá alcanzar la perfección.

Pero Dios ofrece Sus dones constantemente.... No los impone a nadie, pero se asegura que se los acerquen al hombre, que su voluntad sea estimulado para aceptarlos o rechazarlos.... Y a pesar de los repetidos rechazos, Él no dejara de cambiar la voluntad, pero no ejercerá ninguna coerción.... Él seguirá respetando el libre albedrío, que es el signo de los seres divinos y que una vez también causo la apostasía de Dios, pero que también puede luchar por las alturas más altas, como una vez se esforzó por alcanzar la profundidad. Cualquiera que discuta el libre albedrío está en completa falta de libertad porque está subordinado a quien lo mantiene encadenado. Pero todavía no ha intentado de liberarse de él, de lo contrario sería consciente de su libre albedrío.

Cualquiera que argumente en contra del libre albedrío se siente atado a sí mismo, incluso si no tiene claro quién o qué lo mantiene atado. Pero la admisión de no tener un libre albedrío es la señal más segura de su atadura, mientras que el humano que conoce y reconoce el libre albedrío ya se siente libre....Y ya se ha separado del oponente de Dios y se dirige suplicando a Aquel que puede remediar todas las deficiencias, porque a pesar de su libre albedrío se reconoce deficiente y por tanto “desea”.... Y se le puede suministra en abundancia y tampoco quedará sin efecto, porque ahora entra en acción la voluntad de Dios, porque la voluntad del hombre se ha dirigido hacia Él.... Dirigirse hacia Dios es libre albedrío, porque el adversario de Dios, que mantiene atado al ser, nunca dirigiría su voluntad hacia Dios si no fuera libre. Pero en la vida terrenal se trata precisamente de esta decisión de la voluntad, la que.... porque libre.... puede tener lugar.... y también tiene que tener lugar si el ser quiere alcanzar la perfección. Y un albedrío no libre haría que toda la vida en la tierra fuera inútil y no se encontraría ninguna justificación para la existencia terrena del hombre o para el origen de la creación, que debe llevar lo espiritual atado a la maduración para que pueda recuperar el libre albedrío para alcanzar el objetivo final como ser humano.

El hombre puede recibir desmesuradamente si sólo desea los dones de Dios, precisamente porque está en posesión del libre albedrío.... Pero, por lo tanto, Dios no puede dar dones contra la voluntad del hombre, y por eso siguen siendo ineficaces mientras el hombre se resista a esto, porque nunca está obligado a deificarse a sí mismo, sino que esto debe realizarse siempre en su libre albedrío....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Der freie Wille muß erkannt werden....

Euch kann nur gegeben werden, was ihr begehret oder anzunehmen bereit seid, wenn es euch dargeboten wird, weil stets euer freier Wille berücksichtigt wird und eine Gabe entgegen eurem Begehren also diesen freien Willen beeinträchtigen würde. Und so ist die Wirkung jeglicher geistigen Gaben immer von eurer Annahmebereitschaft abhängig.... Gott in Seiner unendlichen Liebe ist stets zu geben bereit, und Seine Liebegabe würde wahrlich genügen, die Menschen zur Vollkommenheit zu führen, so daß alles Gefallene schon restlos erlöst wäre.... Es widerspricht dies aber dem Gesetz göttlicher Ordnung, es widerspricht dem Prinzip der Freiheit und also auch dem Plan der Vergöttlichung dessen, was Gott erschaffen hat. Die Seligkeit alles Geschaffenen besteht in der in Freiheit des Willens erreichten Vollkommenheit, und ob auch der freie Wille noch so sehr in Abrede gestellt wird.... Er ist das Grundprinzip und auch wieder der Anlaß der unzähligen Fälle des Versagens des Menschen auf der Erde.... Aber er wird ewiglich dem Wesen belassen bleiben, das sich zwecks jener Vergöttlichung auf Erden verkörpert, er wird immer wieder auf die Probe gestellt werden und sich entscheiden müssen für Gott, indem der Mensch frei aus sich heraus göttliche Gabe begehret oder bereit ist, sie anzunehmen.... doch ohne diese Gabe auch niemals zur Vollendung gelangen können. Gott aber bietet ständig seine Gaben an.... Er drängt sie keinem Menschen auf, aber Er sorget, daß sie dem Menschen nahegebracht werden, daß sein Wille angeregt wird, anzunehmen oder abzulehnen.... Und Er wird auch trotz öfterer Ablehnung nicht nachlassen, den Willen umzustimmen, aber Er wird keinen Zwang ausüben.... Er achtet den freien Willen, der das Zeichen göttlicher Wesen ist und der auch einstens den Abfall von Gott begründete, aber genauso gut zur höchsten Höhe streben kann, wie er einstens der Tiefe zugestrebt ist. Wer den freien Willen streitet, der ist auch noch in völliger Unfreiheit, weil er dem untersteht, der ihn gefesselthält. Er hat aber auch noch nicht den Versuch gemacht, von ihm frei zu werden, ansonsten er sich seines freien Willens bewußt wäre. Wer einen freien Willen streitet, der fühlt sich selbst gebunden, selbst wenn er sich nicht klar ist, wer oder was ihn gebunden hält. Aber das Eingeständnis, keinen freien Willen zu haben, ist das sicherste Zeichen seiner Gebundenheit, wohingegen der Mensch sich selbst schon frei fühlt, der einen freien Willen erkennt und anerkennt.... Und dieser hat sich schon gelöst vom Gegner Gottes, und er wendet sich bittend an Den, Der alle Mängel beheben kann, denn er erkennt sich auch trotz seines freien Willens als mangelhaft und "begehrt" daher.... Und ihm kann reichlich zugeführt werden, und es wird auch nicht wirkungslos bleiben, denn nun tritt auch der Wille Gottes in Kraft, weil sich der Wille des Menschen Ihm zugewendet hat.... Das Zuwenden zu Gott ist freier Wille, denn der Gegner Gottes, der das Wesen gebundenhält, würde niemals dessen Willen zu Gott richten, wenn dieser nicht frei wäre. Es geht aber im Erdenleben gerade um diese Willensentscheidung, die.... weil frei.... stattfinden kann und auch stattfinden muß, wenn das Wesen zur Vollendung gelangen will. Und ein unfreier Wille würde das ganze Erdenleben zwecklos sein lassen, und es wäre auch keinerlei Begründung zu finden für den Erdengang des Menschen wie auch für die Entstehung der Schöpfung, die das gebundene Geistige zur Ausreifung bringen soll, damit es wieder den freien Willen zurückerhalten kann, um das letzte Ziel als Mensch zu erreichen. Es kann der Mensch ungemessen empfangen, wenn er nur Gottes Gaben begehrt, eben weil er im Besitz des freien Willens ist.... Es kann daher aber auch Gott nicht Gaben verschenken wider den Willen des Menschen, und darum bleiben sie unwirksam, solange sich der Mensch dagegen wehrt, weil er niemals gezwungen wird, sich zu vergöttlichen, sondern dies immer im freien Willen vor sich gehen muß....

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde