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«Descendido al infierno...»

Cuando a la humanidad tocó la hora de la Redención, lo espiritual antes renegado –las almas de los seres humanos antes del Descenso de Cristo– se hallaba en un reino intermediario, no en la Tierra ni en el Reino de la Luz y de la Bienaventuranza, esperando allí la hora de la Redención...

Esto, vosotros los seres humanos, sólo lo podéis comprender si sabéis de la culpa del pecado original y la causa de la Obra de Redención... si sabéis del abismo infinitamente grande entre lo espiritual apostatado en tiempos remotos, y Dios... La vida terrenal como hombre no podía franquear esta franja aunque haya sido llevada conforme a la Voluntad de Dios, porque la culpa del pecado original aún no estaba redimida - la que el hombre solo nunca habría podido redimir durante su vida terrenal.

Pero la Redención por Jesucristo era válida para todo lo espiritual... la Obra de Redención fue realizada para todos los seres humanos de la actualidad, del pasado y del futuro... La Puerta para el Reino de Luz fue abierta por la muerte de Jesús en la cruz, de modo que ahora también aquellas almas del reino intermediario podían encontrar entrada - en el supuesto de que también ellas profesaran el Redentor divino Jesucristo.

Desde el principio de la “repatriación” de lo espiritual a Dios este Plan de Salvación estaba determinado, y ya desde la época de los patriarcas se llamó la atención sobre el Descenso del Redentor, y cada vez de nuevo también videntes y profetas anunciaron su Venida. Y todos los hombres que profesaban a Dios y que procuraban vivir según su Voluntad ya oían del Mesías - El que iba a traer la Salvación a los seres humanos.

Pero no todos llegaron a verle porque muchas generaciones antes ya tenían que dejar la Tierra atrás, y sus almas tenían que aguardar su Salvador con paciencia. Por eso, después de su muerte en la cruz, Jesús descendió al infierno17 porque quería conseguir la liberación de las trabas de Satanás también para aquellos que este todavía podía guardar atados porque la culpa del pecado aún no estaba redimida del todo.

El adversario nunca habría soltado estas almas porque tenía derecho a ellas... pues le habían seguido voluntariamente a las profundidades. También en el “infierno” había muchas almas testarudas que valoraron al Redentor divino como hombre –hombre como ellos mismos– y no creían en la Redención de pecado y muerte, llevada a cabo por Él... También a estos había que dejarles su libre voluntad para tomar su decisión, y por eso Jesús no vino relucientemente a aquel reino de los espíritus sino como Hombre Jesús que había muerto en la cruz.

Pero había muchos que sabían que Él era el Mesías, El que cada vez de nuevo fue anunciado... Y todas las almas habrían podido lograr esta fe en Él porque cada vez de nuevo los mensajeros de Luz de Dios los pusieron al corriente de lo que pasaba en la Tierra... y porque en aquel reino también los patriarcas fieles a Dios les dejaban entrever la Venida del Redentor divino... pues esto lo hicieron por encargo del Señor, para que el Descenso de Él al infierno fuera esperado, de modo que Él ahora también pudiera traer la Salvación a almas incontables, y también les pudiera abrir la Puerta para la Bienaventuranza.

El descenso al infierno devolvió a Dios los primeros espíritus caídos en aquellos tiempos remotos, para los que el Hombre Jesús también había pagado el rescate tras la muerte en la cruz... y es entonces que empezó la propia Repatriación: Lo primero de lo que Lucifer había cautivado encontró su libertad definitiva aunque el camino para lo espiritual ya había sido preparado antes hasta la Puerta todavía cerrada, la que Jesús ahora había abierto... de modo que el camino a la Casa paternal quedó libre para cada alma dispuesta a irlo junto con Jesús.

Amén.

'Descent into hell....'

When humanity's hour of salvation struck, the previously departed spiritual beings.... the souls of people before the birth of Christ.... dwelled in an intermediate realm, neither on earth nor in the kingdom of light and bliss, and waited for their hour of salvation.... This is only comprehensible for you humans if you know about the original sin and the reason for the act of Salvation, if you know about the infinitely wide chasm between the once fallen spirits and God.... The human being's earthly life was unable to bridge this gulf, even if it was lived according to divine will, for the original sin had not been redeemed as yet and the human being would never have been able to redeem it during one life on earth.... the redemption through Jesus Christ, however, applied to all spiritual beings, the act of Salvation was accomplished for all people, past, present and future.... For Jesus' crucifixion opened the gate into the kingdom of light, so the souls in the intermediate realm were also able to enter as soon as they acknowledged the divine Redeemer Jesus Christ.... This plan of Salvation through Jesus Christ regarding the return of the spirits to God was decided from the start, and from the time of the first forefathers the coming of the Redeemer was repeatedly announced through seers and prophets.... And all people who professed God, who made an effort to live according to His will, were told about the Messiah Who was meant to bring salvation to people.... Yet not all lived to see Him, many generations before Him were called back from earth, and their souls would now have to linger for their Saviour. This is why Jesus descended to hell after His death.... He wanted to bring them deliverance from Satan's shackles as well, since the latter was still able to keep them enslaved because the guilt of sin had not been fully redeemed as yet. For God's adversary would never ever have released these souls to which he was entitled in view of the fact that they had followed him voluntarily into the abyss. However, in hell, too, existed many obstinate souls which only regarded the divine Redeemer, like everyone else, as a human being akin to themselves and did not believe in the redemption through Him from sin and death.... Their free will to decide also had to be respected, therefore Jesus did not enter this realm of spirits in His radiant state but as Jesus, the man, Who had died on the cross.... Yet many knew that He was the Messiah Who was repeatedly announced to them.... All souls could have found this faith in Him, because God's messengers of light had constantly informed them of the events taking place on earth.... and because the forefathers devoted to God in that realm did not stop informing them of the prospect of the divine Redeemer's coming.... For they acted on the Lord's instruction, so that His descent into hell would be expected and He was thus able to bring redemption to countless souls and open the gate to beatitude for them as well.... The descent into hell resulted in the return of the first fallen spirits to God, for whom the human being Jesus had paid the purchase price through His crucifixion, and thus, from then on the actual process of return began; the first spirits having been bound by Lucifer found their freedom for good, even though their previous life had already prepared the path for these souls up to gate, which was still closed but which Jesus had opened and thereby cleared the path into the Father's house for every soul which wants to walk with Jesus Christ....

Amen