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El último juicio como acción del Amor de Dios

También el último juicio debe ser considerado como acción del Amor de Dios, porque también a él sirve de base el desarrollo ulterior de lo espiritual, lo que había fallado en su última prueba de vida en la Tierra, y que por eso debe ser incorporado en un nuevo proceso de maduración, para que por una vez logre la última meta. De modo que el último juicio es –por decirlo así– una puesta en orden concluyente de lo que había quedado en desorden... es una orientación e introducción en las formas que corresponden al grado de madurez de lo espiritual... es la finalización de un período de desarrollo y el comienzo de uno nuevo conforme a mi Plan desde eternidades que basa en la Sabiduría y el Amor más profundos.

También un Dios que juzga sigue siendo un Dios del Amor, porque mi Justicia no puede obrar de otra manera que así como mi Amor lo ve conveniente para lo espiritual - y aun así equitativo para el pensar y actuar erróneo de los hombres que incurren en este juicio.

También la mayor culpa debe ser reparada de una u otra forma - si no fue cargada al Uno que se sacrificó a Sí mismo como holocausto... Hay que establecer una compensación para disminuir esta gran culpa - una compensación que es realizada precisamente por el juicio, poniendo lo que se ha hecho culpable en el estado en que debe reparar la culpa, porque fue voluntario que no quería aceptar el regalo de la expiación...

De ninguna manera el último juicio es un acto de ira divina sino de Amor, en que también se manifiesta mi Justicia; porque esta no puede ser eliminada en un Ser que es absolutamente perfecto. Por supuesto, Yo podría hacer sentir mi Justicia a cada uno individualmente... pues Yo podría castigar a cada pecador inmediatamente... Pero esto no correspondería a mi Sabiduría y difícilmente se podría reconocer en ello mi Amor.

Yo soy un Dios sumamente paciente y, mientras sea posible, retardo un juicio –como él del final de un período de desarrollo– para antes aún ganar seres humanos para Mí... Yo mantengo mi Mano protectora por encima de los injustos y malvados porque los quiero vencer con mi Amor, pues no quiero que me teman como un Dios castigador.

Pero una vez que haya llegado la hora en que Yo ordeno las cosas porque la posibilidad de un regreso voluntario a Mí sería totalmente utópica, entonces mi Amor debe retirarse aparentemente - eso a pesar de que mi Amor sigue siendo la única Fuerza motriz... Mi Amor acaba con un estado satánico e impide a mi adversario más actividad destructora.

Yo salvo las almas antes de una caída a las profundidades más hondas: De nuevo las cautivo en la materia pesada, de modo que vuelvo a incluirlas en el proceso de desarrollo - un juicio que, una vez más, no propone sino la Redención, y ni mucho menos una muerte eterna... Todo esto manifiesta mi Amor para con todo que he creado... para con todo que está muerto pero que debe alcanzar la Vida eterna.

Amén.

Ato de Amor de Deus no Juízo Final....

O último julgamento deve igualmente ser considerado como um acto de amor de Deus, pois também ele se baseia no desenvolvimento do espiritual que falhou no seu último teste da vida terrena e que deve ser integrado num novo processo de amadurecimento a fim de atingir um dia o objectivo final. O último julgamento é, por assim dizer, uma ordenação final daquilo que se tornou desordenado.... é um endireitamento e inserção nas várias formas correspondentes ao grau de maturidade da.... espiritual é o fim de um período de desenvolvimento e o início de um novo de acordo com o Meu plano desde a eternidade, que se baseia na mais profunda sabedoria e amor. Mesmo um Deus julgador permanece um Deus de amor, porque a Minha justiça só pode funcionar de uma forma que o Meu amor veja como útil para o espiritual e, no entanto, compensando o pensamento e as acções erradas das pessoas que caem presas a este julgamento. Mesmo a maior culpa tem de ser expiada de alguma forma se não tiver sido entregue àquele que se ofereceu a si próprio como sacrifício de expiação.... Tem de ser criada uma compensação para reduzir esta grande culpa, e esta compensação é precisamente garantida pela sentença...., colocando o culpado no Estado onde tem de pagar novamente a culpa, uma vez que ele não aceitou voluntariamente o presente da expiação.... O último Juízo não é de forma alguma um acto de ira divina mas apenas um acto de amor, onde a Minha justiça também é expressa.... porque não pode ser eliminada num Ser que é excessivamente perfeito. Agora podia certamente deixar cada indivíduo sentir a Minha justiça por si próprio, podia punir imediatamente cada pecador, como se fosse.... No entanto, isto não corresponderia à Minha sabedoria, e então também seria difícil reconhecer o Meu amor. Porque sou extremamente sofredor e paciente, e adio um julgamento, como o que se faz no final de um período de desenvolvimento, desde que seja possível, a fim de ainda conquistar as pessoas para Mim com antecedência.... E tenho a Minha mão protectora sobre os injustos e os ímpios porque quero derrotá-los com o Meu amor e não ser temido por eles como um Deus castigador (n vontade = d. Hg.).... Mas se chegou a altura de criar ordem porque um regresso voluntário a Mim é completamente desesperado, então o Meu amor deve aparentemente ocupar um lugar secundário e, no entanto, só ele é a força motriz.... O meu amor acaba com um estado satânico e impede o meu adversário de continuar com a actividade destrutiva.... Eu salvo as almas de caírem nas profundezas.... Volto a ligá-los em matéria dura e assim reinseri-los no processo de desenvolvimento.... um julgamento que mais uma vez visa apenas a redenção, mas não a morte eterna.... e que por isso provavelmente prova mais o meu amor por tudo o que criei.... a tudo o que está morto e que é para alcançar a vida eterna...._>Ámen