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La pérdida de bienes materiales puede producir bienes espirituales

Por lo que a vosotros los hombres os esté quitado o negado terrenalmente, espiritualmente encontraréis recompensa en abundancia - si tan sólo aspiráis a perfeccionaros espiritualmente. Nunca haréis un ruego espiritual errado porque cada pensamiento con orientación espiritual es del agrado de Dios, con lo que siempre tendrá éxito. Pero cuanto más profundamente estéis implicados en la materia, tanto menos vuestros pensamientos están orientados espiritualmente, por lo que hay que sustraérosla antes ya para cambiar vuestra manera de pensar.

Por eso, cuando os encontráis obligados a renunciar a bienes materiales, conviene que siempre lo consideréis como un medio para la perfección. Pero nunca tendréis que iros de vacío, porque podréis obtener tantos más bienes espirituales - si tan sólo los queréis. Por supuesto que podéis poseer materia terrenal, pero esta nunca debe hacerse señor vuestro... en cualquier momento debe haber manera de sacrificarla, lo que sólo resulta fácil si el valor de los bienes espirituales está reconocido...

Y estos solamente los reconoceréis cuando os encontráis en miseria terrenal, cuando no os puede llegar asistencia humana, pero la asistencia espiritual siempre tiene que estar solicitada, para que luego se pueda percibir su fortalecimiento. Lo que poseéis en bienes terrenales os puede ser quitado, pero nunca tenéis que temer la pérdida de bienes espirituales - si tan sólo deseáis tenerlos.

Vuestro deseo de bienes espirituales siempre será atendido. Pero no hay garantía que bienes terrenales continúen siendo propiedad vuestra - eso sólo si los aplicáis bien, es decir, si conforme a la Voluntad de Dios os servís de ellos para obrar y surtir efecto para el bien de vuestros prójimos. Entonces Dios también bendecirá estos bienes materiales y los aumentará. Entonces vosotros mismos ya os habéis apartado de la materia... ya no la deseáis con todos los sentidos sino os servís de ella para el bien de vuestros semejantes.

No os lamentéis cuando se os quita bienes terrenales, porque Dios sabe por qué lo permite; pues también la pérdida de tales bienes terrenales resulta en una bendición para vosotros. Porque entonces os colma con Dones de Gracia espirituales... entonces sólo hace falta que vuestra voluntad esté preparada para aprovecharlos para vuestro propia perfección y para la de los semejantes.

Por eso nunca lamentéis la pérdida de bienes materiales que os han sido quitados, porque no sirven para la eternidad. Sin embargo, su pérdida os puede aportar bienes de valor estable, los que ya en la Tierra pueden causar vuestra bienaventuranza y, cierto día, aún más en el Reino espiritual. Todo lo espiritual que os ganáis y acumuláis seguirá siendo vuestro - una riqueza imperecedera. Pero lo que poseéis en bienes terrenales materiales, ¡deshaceos de ello y cambiadlo contra bienes espirituales, porque vendrá el tiempo en que únicamente estos bienes os servirán... el tiempo en que perecerá todo lo que hoy día todavía consideráis como propiedad vuestra...

Amén.

Traductor
Traducido por: Meinhard Füssel

A perda de bens terrenos pode trazer tesouros espirituais....

Encontrarão uma ampla compensação espiritual por aquilo de que os humanos são privados ou negados na Terra, se apenas se esforçarem por se aperfeiçoarem espiritualmente. Nunca fará pedidos espirituais errados, pois cada pensamento espiritualmente dirigido é agradável a Deus e, portanto, sempre bem sucedido. Quanto mais profundamente vós, humanos, estiverdes enredados na matéria, tanto menos os vossos pensamentos são dirigidos espiritualmente, e por conseguinte, isto deve ser-vos tirado de antemão, a fim de mudar o vosso pensamento. E é por isso que só deve ser sempre considerado como um meio de perfeição quando se é obrigado a renunciar a bens materiais. No entanto, nunca precisa de ir de mãos vazias, em vez disso pode aceitar bens espirituais ainda mais abundantemente se apenas o desejar. Pode certamente possuir matéria terrena mas nunca deve ser o seu mestre, deve poder ser sacrificada em qualquer altura, o que, no entanto, só é fácil quando o valor dos bens espirituais é reconhecido. E vós, humanos, só reconhecereis isto quando vos encontrardes na adversidade terrena, quando a ajuda humana não vos puder ser dada, mas a ajuda espiritual deve ser sempre solicitada para depois também ser sentida como extremamente forte. Quaisquer posses terrenas que tenha podem ser-lhe tiradas, mas não precisa de temer a perda de posses espirituais se as quiser possuir. O vosso desejo de bens espirituais será sempre satisfeito, mas os bens terrenos não estão garantidos de permanecerem vossos, apenas se os usardes bem, isto é, de acordo com a vontade de Deus, e assim criardes e trabalhardes em benefício dos vossos semelhantes, Deus também os abençoará e aumentará. Mas então vocês, humanos, já se terão separado da matéria, já não a desejarão com todos os vossos sentidos, mas trabalharão com ela em benefício dos vossos semelhantes. Mas não se queixe se lhe forem tirados bens terrenos, então Deus sabe porque o permite, e mesmo a perda de tais bens é uma bênção para si. Pois então Ele inundar-vos-á de dons de graça de natureza espiritual, e então só precisareis de estar dispostos a usá-los para a vossa própria perfeição e a dos vossos semelhantes. Portanto, nunca lamentem bens materiais que vos foram tirados, eles não valem nada para a eternidade; no entanto, a sua perda pode ganhar-vos bens de valor duradouro que já vos podem fazer felizes na terra e um dia no reino espiritual. Tudo o que criar e recolher espiritualmente permanecerá consigo e significará uma riqueza eterna; mas todos os bens materiais terrenos que tiver, deve dar-lhes de bom grado e com alegria e trocá-los por bens espirituais, pois chegará o momento em que apenas estes bens lhe serão úteis, em que tudo o que ainda hoje chama de seu, passará...._>Ámen

Traductor
Traducido por: DeepL