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Paz del alma....

Danos la paz del alma.... esta sea vuestra oración constante, porque esta paz lleva todo dentro, fe, amor, fuerza y luz. Solo la fe verdadera puede daros la paz, y solo en el amor la encontráis, porque por separados no son lo que deben ser.

Pero si lleváis la paz en vuestro interior, también estáis en el reconocimiento, así que en la luz y desde esta certeza también estáis llenos de fuerza. Aquellos que carecen de paz interior, cuya alma está inconscientemente insatisfecha con lo que posee, pero siente el deseo por el estado de luz que aún echa en falta.

Tal alma, cuando todavía es débil en el amor, se busca una compensación por la falta de luz y se deslumbra fácilmente por el engaño. Ella busca la paz y la consigue injustificadamente porque aún no ha cumplido la condición básica.... la transformación de ella misma al amor. Bien puede encontrar una paz en la que se sienta feliz, pero es más una satisfacción de los sentidos creados por la comprensión humana, pero no la paz divina, que hace que el alma se sienta como un hijo del padre.

La sensación de estar a salvo en los brazos del Padre desata una paz que es lo más bello de lo que se puede anhelar en la tierra. En cuanto se haya establecido una relación verdadera de un hombre con Dios, con su Creador y Padre desde la eternidad, su vida terrenal a pesar de los sucesos que se acercan al hombre desde el exterior. Porque la relación correcta también garantiza una fe verdadera en la ayuda del Padre, y esta firme confianza ya es una señal de paz, que hace feliz al alma. Este hombre es consciente de la presencia de Dios, por lo que no se ve afectado por nada que se le acerque, incluso cuando se ve obligado a hacerse valer terrenal o luchar contra sus enemigos....

El hombre no perderá la paz del alma. Los poderes divinos le apoyan y le sostienen sí terrenalmente parece que sucumbiría. El mundo ya no puede quitarle la paz del alma, porque es el resultado del vínculo íntimo con Dios mediante la oración y los actos de amor, lo que también le ha traído el reconocimiento de la verdad y, por lo tanto, es un hombre que está en el saber, ya no teme el peligro porque lo reconoce y puede enfrentarse a el con las armas adecuadas. Porque él siempre sabe que no lucha solo, sino con Dios que está constantemente presente para él....

Amén

Peace of the soul....

Give us the peace of the soul.... Let this be your constant prayer, for this peace contains everything in itself, faith, love, strength and light. Only the right faith can give you peace, and only in love can you find it, because both are not separately what they should be. But if you have peace within you, you are also in knowledge, that is, in light, and out of this certainty you are also full of strength. Those who lack inner peace are unconsciously not satisfied with what they possess, yet they feel the longing for a state of light which they still miss. Such a soul, when it is still weak in love, seeks compensation for the light it lacks and is easily blinded by deceptive light. It seeks peace and still obtains it unjustifiably because it has not yet fulfilled the basic condition.... the transformation of itself into love. It can certainly also find a peace in which it feels happy, yet it is more of an anaesthetic, produced by the human being's intellect, but not the divine peace which lets the soul feel itself as the father's child. The feeling of being secure in the father's arms triggers a peace which is the most beautiful thing that can be striven for on earth. As soon as a person's right relationship with God, with his creator and father of eternity, has been established, his life on earth will also be a peaceful one despite events which approach the person from outside in a threatening manner. For the right relationship also guarantees a right faith in the father's help, and this firm confidence is already a sign of peace which makes the soul happy. These people are aware of God's presence and therefore remain unaffected by everything that approaches them, even if it forces them to assert themselves earthly or to fight against their enemies. Man will not lose the peace of the soul. Divine forces are at his side to hold and support him if it seems earthly that he would have to succumb. The world can no longer take away the peace of the soul, for it is the result of the intimate union with God through prayer and activity of love, which has also brought him the recognition of truth, and therefore a person who is knowledgeable no longer fears danger because he recognizes it and can meet it with the right weapons. For he always knows that he is not fighting alone but with God, Who is constantly present to him....

Amen