Aunque todo lo visible es testigo de la fuerza y de la voluntad de Dios a crear, parte de la creación es del adversario de Él, porque sus sustancias son de lo espiritual que está penetrado de su voluntad, lo que se ha dirigido contra Dios. Y así cualquier creación se cuenta como parte de su reino, sólo el hombre puede, aunque es creación de materia, huir de su reino ya estando en la tierra, aunque su cuerpo está atado todavía y no del todo libre de sus motivaciones de la voluntad y que dejan ver su influencia. El alma del hombre puede huir ya completamente de su mundo y yacer en aquel reino que es su hogar auténtico, donde solo la fuerza y la voluntad de Dios se mueve y donde ya no tienen valor las creaciones terrestres que conllevan voluntad contra Dios. Pero el adversario no tiene poder ninguno sobre las creaciones visibles, aunque es su reino.... Son sustancias parecidas a él, de las cuales se compone la creación, pero completamente inaccesible a su influencia, porque sólo la voluntad de Dios reina sobre esta creación. Y por esto lo espiritual atado en la creación puede seguir con su ascenso espiritual sin obstáculos en cuanto lo haya comenzado una vez, no le puede ser molestado en ninguna manera por el adversario de Dios en su camino del desarrollo, porque no tiene ni el más mínimo poder sobre las obras visibles de la creación. Es la razón porque intenta influir continuamente en la voluntad del hombre, porque le está permitido la influencia y se aprovecha en exceso.... Su intento se dirige hacia la voluntad humana para llevar a cabo la destrucción de la creación de cualquier manera.... Y como es la consecuencia de una vida sin amor, intenta entonces matar al amor en el hombre y despertar en él el interés en el mundo para empujarlo a buscar goces a costa de sus semejantes. En cuanto el hombre se deja seducir a acciones con falta de amor se ha sometido bajo el poder del adversario, y su mente y sus acciones se dirigen contra Dios. Y se abre cada vez más a aquella influencia y va a ser un servidor voluntario en la tierra. El mundo material es su reino, es decir el espíritu está atado en el mundo, que lleva a su voluntad en su interior, que está opuesto a Dios, pero a pesar tiene que subir hacia la altura en la ley obligatoria. Este espíritu intenta liberarlo para que vuelva a él para ayudar a aumentar su poder. Y por esto intenta que los hombres destruyan las obras de creación por razones de falta de amor. Porque también por caminos ordenados se puede destruir la materia y seguir con esto la voluntad de Dios, si el amor es el empuje de cualquier obra del hombre y la destrucción de la materia conlleva el propósito de crear nuevas obras, que son útiles y que entonces cuentan como obra del amor. Entonces se ayuda a lo espiritual en la materia a ascender más según la voluntad de Dios. Y entonces se ha acabado el tiempo que le fue dado al cualquier forma espiritual; mientras el adversario de Dios intenta interrumpir este desarrollo de antemano y necesita para esto la voluntad del hombre, porque él mismo no tiene ningún poder sobre lo creado que ha salido de la voluntad y fuerza de Dios, que sirve para el desarrollo de lo espiritual anteriormente caído. Pero solamente acciones con falta del amor llevan a la destrucción de la materia en su sentido, y el adversario de Dios tiene planes con dos retos que intenta llevar a cabo.... liberar lo espiritual y frenarlo en su desarrollo hacia arriba y ganar a la vez al hombre que destruye por su incompetencia a todo su desarrollo anterior y hacerle obediente en su último estado que es culpable de su estado imperfecto e intenta atraer toda la fuerza de Dios para aumentar su poder. Pero el hombre mismo puede destruir con voluntad libre a sus planes si trabaja con amor y se mete por esto en un estado de perfección y se libera con esto del poder de su seductor anterior y contribuye a la vez a la redención de lo espiritual inferior, si transforma con amor a la materia y la lleva a otro uso útil, de modo que intenta proteger la materia ante la destrucción maliciosa y le da la oportunidad a llevar a cabo su destino, es decir servir a hombres, animales o otras obras de creación de Dios según su forma. Nada no tiene sentido y propósito, y cualquier obra de creación divina tiene como base un destino; y por esto el hombre debe llevar a cabo el amor y la sabiduría en cualquier acción.... bajo su mano sólo deben salir creaciones que son lo mejor para el semejante, y la destrucción de otras obras de creación, salidas de la mano de Dios y del hombre, sólo debe ofrecer a su mano ayudante, si la forma nueva a crear asegura el desarrollo de lo espiritual atado en la materia. Destrucciones malignas de cualquier tipo liberan a innumerables espíritus que según su desarrollo o contrariedad a Dios se vengan o sufren torturas hasta que se conviertan en nuevas formas para poder seguir con su desarrollo interrumpido. Muchas veces estos seres, liberados contra de su voluntad, se pronuncian de una manera molesta para el hombre, aunque no sentido por le hombre, pero influyendo en el alma del hombre, dirigiéndose en exceso a la materia y empujarlos en sus brotes y goces que son muy contrarias para su ascenso y dejan jubilar al enemigo de las almas por su éxito. Porque no cede en la lucha por el alma del hombre, y se acerca con todas las tentaciones.... Pero el amor libera al hombre, y quien vive con amor, la materia no le influye mucho; va a trabajar sin descanso y por su trabajo contribuye a la redención de aquellos, y el seductor nunca va a ganar sobre él....
amén
TraductorEmbora tudo o que é visível testemunhe a força de Deus e a vontade do Criador, a criação é no entanto parte do Seu adversário, pois as suas substâncias são substâncias espirituais que são permeadas pela Sua vontade e que por isso se posicionaram contra Deus. E assim toda a criação visível tem de ser contada como parte do Seu reino, apenas o ser humano, embora também uma criação material, pode já escapar do Seu reino durante a sua vida terrena, mesmo que o seu corpo ainda esteja ligado à terra e ainda não esteja completamente livre de impulsos de vontade que revelam a Sua influência. A alma do ser humano, contudo, já pode ter fugido completamente do seu mundo e habitar no reino que é o seu verdadeiro lar, onde apenas a força e a vontade de Deus está activa e onde, portanto, não existem criações terrenas que contenham a vontade de Deus. Contudo, o adversário de Deus não tem poder sobre as criações visíveis na terra, apesar de ser o seu reino..... São substâncias relacionadas com ele das quais a criação é composta, mas são completamente inacessíveis à sua influência porque só a vontade de Deus governa esta criação. E, portanto, a substância espiritual ligada na criação pode continuar a sua ascensão espiritual sem obstáculos uma vez iniciada, não poderá de modo algum ser perturbada no seu curso de desenvolvimento pelo adversário de Deus, pois ele não tem o mínimo poder sobre as obras visíveis da criação. Mas por esta razão ele procura constantemente influenciar a vontade do ser humano, porque lhe é permitido influenciá-la e procura agora fazer uso extensivo do seu poder..... O seu esforço vai agora no sentido de influenciar a vontade humana de tal forma que faz da destruição de criações de todo o tipo o seu objectivo.... E como isto é geralmente o resultado de um modo de vida pouco amável, ele tentará primeiro matar o amor no ser humano e despertar nele a inclinação para o mundo que o impele a obter prazeres à custa dos seus semelhantes. Assim que uma pessoa se deixa levar por acções indelicadas, coloca-se sob o controlo do adversário de Deus, e os seus pensamentos e acções são contrários a Deus. E então ele abrir-se-á cada vez mais a essa influência e será um servo disposto a ela na terra. O mundo material é o seu reino, ou seja, banido nele está o espiritual, que ainda carrega a sua vontade dentro de si, sendo assim contrário a Deus, mas que no entanto se esforça para cima na lei da compulsão. Procura agora libertar este espiritual para que ele volte a ele e ajude a aumentar o seu poder. E por isso procura incitar o homem a destruir obras de criação por razões de indelicadeza. Pois a destruição da matéria também pode ter lugar de forma ordenada e corresponder à vontade de Deus se o amor for a força motriz de toda a actividade humana e a destruição da matéria só tem o propósito de permitir a realização de novas obras que são úteis e podem, portanto, ser contadas como obras de amor. Então o espiritual na matéria só é ajudado a continuar a ascensão de acordo com a vontade de Deus. E então também o tempo expirou, o qual é fixado para o espiritual sob todas as formas; enquanto o adversário de Deus procura abortar prematuramente este desenvolvimento e precisa da vontade do homem para isso, porque ele próprio não tem poder sobre o que é criado a partir da vontade de Deus e do Seu poder, que serve para o desenvolvimento ascendente do espiritual que outrora se afastou d'Ele. Mas só uma acção pouco gentil para com o próximo leva à destruição da matéria no seu sentido, e assim o adversário de Deus tem planos duplos que procura levar a cabo.... para libertar o espiritual e impedir o seu desenvolvimento ascendente e ao mesmo tempo também para conquistar o próprio ser humano, pela vontade deste último destruindo de antemão todo o seu desenvolvimento e na última fase volta a ficar em cativeiro para aquele que é a causa do seu estado imperfeito e que procura canalizar toda a força de Deus para si próprio a fim de aumentar o seu poder. Mas o próprio ser humano pode, de livre vontade, destruir estes seus planos se, através de uma actividade amorosa, se colocar num estado de perfeição e assim se libertar completamente do poder do seu antigo sedutor e, ao mesmo tempo, contribuir para a redenção do espiritual sob ele, se, ao servir o amor ao próximo, remodelar a matéria em coisas úteis, procurando proteger a matéria da destruição gratuita e dando-lhe sempre a oportunidade de cumprir o seu propósito, ou seja, servir pessoas, animais ou outras obras da criação de Deus de acordo com a sua forma. Nada é sem sentido e propósito, e cada obra da criação de Deus é baseada num propósito sábio; e por isso o ser humano deve também permitir que o amor e a sabedoria se apliquem na sua actividade.... Só tais criações serão criadas sob a sua mão que beneficiem o próximo, e ele só oferecerá a sua mão auxiliadora para a destruição de outras obras da criação, provenientes das mãos de Deus ou humanas, se a nova forma garantir um maior desenvolvimento para a substância espiritual ligada à matéria. Destruções de todo o tipo libertam um número indizível de entidades espirituais que, dependendo da sua maturidade ou resistência a Deus, têm de se vingar ou suportar tormentos até se formarem de novo e poderem continuar o seu desenvolvimento interrompido. No entanto, estas entidades, que se tornaram livres contra a sua vontade, expressam-se frequentemente de uma forma que irrita as pessoas, embora não sejam fisicamente perceptíveis, têm no entanto um efeito na alma do ser humano, dirigindo-a excessivamente para a matéria e, assim, desencadeando nela impulsos e desejos que são extremamente prejudiciais ao seu desenvolvimento ascendente e fazem o inimigo das almas regozijar-se com o seu sucesso. Pois ele não desiste na batalha pelas almas humanas e aproxima-se delas com todas as tentações.... Contudo, o amor liberta o ser humano, e quem vive apaixonado também deixará de desejar a matéria; ele será incansavelmente activo e contribuirá para a sua redenção através da sua actividade, e o tentador nunca será vitorioso sobre ele...._>Ámen
Traductor