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Propósito de las creaciones.... Voluntad de Dios....

Todo lo creado está basado en la voluntad divina, y tal como surgió de Su mano también corresponde a su propósito. Por consiguiente Sus creaciones permanecerán inalteradas hasta que hayan cumplido su propósito, y esto hasta toda la eternidad, mientras sirvan a la perfección de lo espiritual. Y una de Sus obras de creación es el ser humano, que igualmente surgió en su forma externa de la mano del Creador de manera tan perfecto que su propósito, la perfección de lo espiritual dentro de él, también puede cumplirse plenamente, pero sólo bajo la condición de que el libre albedrío del ser humano se subordina a la voluntad de Dios.

Porque Dios ha traído esta creación libremente a la existencia para que pueda determinar sobre sí misma y, por tanto, también puede actuar inapropiada, contraria a la voluntad de Dios. Lo espiritual en el ser humano debe lograr el objetivo último en la Tierra y, por lo tanto, tiene que poder actuar y gobernar independientemente de la voluntad de Dios e independientemente de la ley fundamental, para de él pueda surgir un ser espiritual completamente libre si persigue el objetivo final.

Y por lo tanto la forma externa de un ser humano siempre seguirá siendo la misma porque es creación de Dios, pero el ser humano mismo también, a través de la vivificación del alma.... de lo espiritual en sus diversos grados de desarrollo.... dejará ver formas muy diferentes, y tiene abierta la posibilidad de poder transformarse a lo largo de toda su vida terrenal, de modo que al final de su vida física ya no necesite ser lo que era al comienzo de su carrera terrenal. La apariencia externa del ser humano también ha cambiado, pero siempre correspondiente a la ley divina. Pero el ser espiritual en el ser humano, que le da vida, puede tomar formas muy diferentes y no es forzado ni obstaculizado por la voluntad divina.

Además, el ser humano también tiene la posibilidad de permitir que surjan creaciones según su voluntad.... Si su voluntad ahora se subordina a la voluntad divina, entonces esas creaciones serán adecuadas para su propósito y también contribuirán a un desarrollo superior, porque todo lo que corresponde a la voluntad divina, lleva a la perfección espiritual. La propia creación se desarrollará más rápidamente si el ser humano participa activamente en la creación y la configuración en la Tierra, es decir, si se somete a la gran ley divina para la redención de lo espiritual no libre, incluso si no es consciente del éxito....

Para la duración de la vida en la Tierra, Dios también le da al ser humano la capacidad de usar la fuerza vital que fluye hacia él para generar nuevas creaciones. La ley divina está en el corazón de cada ser humano, pero también puede ser ignorada por la propia voluntad. Pero es comprensible que la subordinación a esta ley también sea una bendición para los seres humanos que utilizan sus fuerzas según la voluntad de Dios.

Pero también es responsable de la dirección de su voluntad porque se le ha dado libertad de voluntad y la capacidad de pensar y porque se le ha puesto la voluntad divina en su corazón, que deber reconocer y seguir si algún día quiere salir airoso delante de Dios, si se le exige la responsabilidad. Debe ser responsable del uso apropiado de su forma externa creada por Dios así como de las creaciones que han surgido de su libre albedrío, porque todo tiene que corresponder a la voluntad de Dios y por lo tanto servir al desarrollo superior de lo espiritual, de lo contrario se considerará contrario a la voluntad de Dios....

amén

Expediency of creations.... God’s will....

Divine will is the foundation of all creation, and as it came forth from His hand it is good and serves its purpose. Hence His creations will remain unchanged until they have fulfilled their purpose and this for all eternity, as long as they serve the perfection of the spiritual substances. And one of His works of creation is the human being, whose external form came forth from the Creator's hand just as perfectly, so that his purpose of bringing the spiritual essence within himself to perfection can be fulfilled in every respect, but only on condition that the human being's free will subordinates itself to God's will. For God gave this creation freedom of existence so that it can determine its own fate, and therefore it is also able to act inexpediently, in opposition to God's will. A person's soul is intended to achieve the final goal on earth, and therefore it has to be able to manage its life independently from God's will, independently from fundamental law, so that it can emerge as a completely free spiritual being if it pursues its final goal.

And thus the human being's external shape will in fact always be the same because it is God's creation. However, the human being himself will, due to the awakening of the soul.... due to the spiritual substances' various degrees of development, demonstrate an entirely diverse character, and the opportunity of change is available to him throughout his earthly life so that, at the end of his physical life, he no longer needs to be the same as he was at the beginning of his earthly course of life. His outer appearance also changes but always in accordance with divine law. But the spiritual being within the person, which gives life to the person in the first place, can shape itself in many different ways and will neither be forced nor prevented by divine will. In addition, the human being also has the opportunity to shape his own creations in accordance with his will.... If his will subordinates itself to divine will these creations will be expedient again and contribute to his higher development, since everything in accordance with divine will leads towards spiritual perfection.

Shaping his own character will progress faster when the human being occupies himself productively and creatively on earth, thus subordinating himself to the great divine law of releasing the bound spiritual substances, even if he is unaware of his achievement.... Throughout the duration of earthly life God also gives the human being the ability to use his inflowing energy of life in order to develop new creations. The divine law rests in every human heart but it can also be deliberately ignored. Nevertheless, subordinating himself to this law understandably has to be beneficial for the human being who is using his strength in accordance with God's will. But he is also responsible for the direction of his will, because he has been given freedom of will and intelligence, and because divine will was placed into his heart, which he thus should recognise and obey if he wants to be able to continue to exist before God when accountability is demanded of him one day. He will be answerable for the expedient use of his divinely created external form as well as for the creations which he voluntarily brought into being, because everything has to be in accordance with God's will and thus serve the higher development of the spiritual essence or its inexpediency will be in opposition to God's will....

Amen