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Fuerza de voluntad.... Fuerza y poder....

Yo soy el Señor del Cielo y de la Tierra, y todo tiene que someterse a Mi voluntad. Lo que se Me opone se niega a sí mismo de la fuerza, es decir, se niega a aceptar Mi fuerza y por tanto es imperfecto. Pero lo que voluntariamente se somete a Mi voluntad se nutre de Mi fuerza sin medida y puede obrar como Yo en perfección. Por lo tanto, Mi voluntad y su cumplimiento son decisivos en qué plenitud de fuerza se encuentra el ser espiritual, por lo que el ser humano en la Tierra será sumamente poderoso y fuerte y podrá usar su fuerza para lograr cosas extraordinarias si se ajusta completamente a Mi voluntad, que se subordina su voluntad completamente a la Mía.

Entonces cada pensamiento y acción están en conformidad con Mi voluntad desde la eternidad, entonces ni el desorden ni la falta de fuerza pueden ser su parte en la Tierra, sino que él está en medio de Mi irradiación de poder y puede obrar ilimitadamente en todas direcciones, pero sólo en la medida como corresponde a Mi voluntad. Mi fuerza no está disponible para él para las obras de nivel inferior, porque abandona inmediatamente al ser humano si se mueve fuera de Mi voluntad.

Sin embargo, una vez que el ser humano haya entrado en Mi orden eterno, una vez que haya hecho suya Mi voluntad, entonces ya no es posible volver a caer en la voluntad equivocada, porque la fuerza que una vez fluyó a través de él lo separa del poder que obra en contra de Mí voluntad y que busca de atraer todo lo espiritual hacia sí mismo. Entonces ya no es posible usar la fuerza para actuar en contra de Mi voluntad, porque Mi poder lo retiene y él está inseparablemente conectado Conmigo; ha logrado su objetivo en la Tierra y también para la eternidad.

El Cielo y la Tierra están sujetos a Mi voluntad.... Y nada puede cambiarse en contra de Mi voluntad.... Pero doy a la voluntad humana plena libertad durante sus estancia en la Tierra, no la obligo a subordinarse bajo la Mía; pero una vez que haya entrado en Mi orden eterno, esto sucedió con total libre albedrío, sin influencia y sin coerción alguna. Y es por eso que agarro lleno de amor a este ser espiritual que se ha subordinado a Mí y no le permito volver a hundirse en las cadenas de falta de libertad, en el estado de desorden, incluso si Mi oponente está constantemente activo para reconquistar para sí mismo, lo que ya ha regresado a Mí.

No puede forzar la voluntad del ser humano, y cualquier otra influencia falla debido a la fuerza que el ser humano ahora considera suya, porque ahora obra en unión Conmigo y el oponente no puede ponerme fuera de servicio a Mí Mismo. Pero el ser humano no prueba lo suficientemente la fuerza de su voluntad.... Podría lograr cosas inauditas, pero su fe no es lo suficientemente fuerte como para permitir que su voluntad se active, y la debilidad de la fe no permite que la fuerza que reside en el ser humano tenga un efecto.... Él dispone de fuerza de Mí a través de su voluntad subordinada a Mí y usa esta fuerza muy poco. Él mismo no sabe ni cree lo poderoso que puede ser en unión Conmigo.

Porque todavía está tan adaptado terrenalmente que su pensamiento se adapta a las leyes naturales terrenas, que sólo permite realizar lo que le parece naturalmente posible.... no excede los límites que están fijados al ser humano imperfecto, precisamente a través de su imperfección, que puede pasar desapercibida, porque al subordinar su voluntad, a través del influjo de poder de Mí, se ha colocado en un estado de perfección, que le permite obrar fuera del marco de lo natural, pero sigue siendo natural porque es sólo la consecuencia de un cierto grado de madurez del alma, que el ser humano puede alcanzar en la Tierra. a través de la falta de fe se pone límites que Dios no le ha puesto....

Así, un ser humano puede estar en plena fuerza y, sin embargo, apenas la usa, porque el pensamiento humano y terrenal lo frena cuando él sólo debería dejar hablar su espíritu. Porque este le enseñará y tratará de fortalecer una fe profunda en él, gracias a la cual ahora podrá hacer todo lo que quiera, utilizando Mi poder. Entonces también obrará para la bendición de los demás seres humanos, sólo entonces el poder de la fe se hará evidente, porque entonces los humanos también reconocerán la fuente del poder (el poder de la fuente) de la que el creyente bebe, y ellos mismos desearán beber....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Stärke des Willens.... Kraft und Macht....

Ich bin der Herr des Himmels und der Erde, und Meinem Willen muß sich alles fügen. Was sich Mir widersetzet, entäußert sich selbst der Kraft, d.h., es weigert sich, Meine Kraft anzunehmen, und ist dadurch unvollkommen. Was sich aber freiwillig Meinem Willen unterstellt, beziehet Meine Kraft ungemessen und kann Mir gleich wirken in Vollkommenheit. Also ist Mein Wille und dessen Erfüllung maßgebend, in welcher Kraftfülle das Geistwesen steht, und so auch wird der Mensch auf Erden überaus mächtig und kraftvoll sein und seine Kraft gebrauchen können, um Außergewöhnliches zu leisten, so er sich völlig in Meinen Willen einfügt, also seinen Willen gänzlich dem Meinen unterstellt. Dann ist jegliches Denken und Handeln konform gehend mit Meinem Willen von Ewigkeit, dann kann weder Unordnung noch Kraftlosigkeit sein Anteil auf Erden sein, sondern er steht inmitten Meiner Kraftausstrahlung und kann unbeschränkt wirken nach jeder Richtung, doch nur, soweit es Meinem Willen entspricht. Zum Wirken niederer Art steht ihm Meine Kraft nicht zur Verfügung, denn sie verlässet augenblicklich den Menschen, so er sich außerhalb Meines Willens bewegt. Ist jedoch der Mensch einmal in Meine ewige Ordnung eingegangen, hat er sich einmal Meinen Willen zu eigen gemacht, dann ist der Rückfall in verkehrtes Wollen nicht mehr möglich, denn die einmal ihn durchflutende Kraft löst ihn von der Macht, die wider Meinen Willen wirket und alles Geistige an sich zu ziehen sucht. Dann ist ein Nützen der Kraft zu Werken wider Meinen Willen nicht mehr möglich, denn Meine Kraft hält ihn, und er ist unzerreißbar verbunden mit Mir, er hat sein Ziel erreicht für die Erde und auch für die Ewigkeit. Meinem Willen untersteht Himmel und Erde.... Und nichts kann sich verändern entgegen Meinem Willen.... Doch dem menschlichen Willen lasse Ich für die Zeit des Erdenlaufes volle Freiheit, Ich zwinge ihn nicht, sich dem Meinen zu unterordnen. Ist er aber einmal in Meine ewige Ordnung eingegangen, so geschah dies in völlig freiem Willen, unbeeinflußt und ohne jeglichen Zwang. Und darum erfasse Ich dieses Mir untertan gewordene Geistige voller Liebe und lasse es nicht mehr zurücksinken in die Ketten der Unfreiheit, in den Zustand der Unordnung, selbst wenn Mein Gegner ununterbrochen tätig ist, um das zu Mir Zurückgekehrte wiederzugewinnen für sich. Den Willen des Menschen kann er nicht zwingen, und jeder sonstige Einfluß scheitert an der Kraft, die der Mensch nun sein eigen nennt, denn er wirket nun im Verein mit Mir, und Mich Selbst kann der Gegner nicht außer Kraft setzen. Die Kraft seines Willens aber erprobt der Mensch zu wenig.... Unerhörtes könnte er leisten, doch sein Glaube ist nicht stark genug, als daß er seinen Willen tätig werden ließe, und die Schwäche des Glaubens läßt die in dem Menschen wohnende Kraft nicht zur Auswirkung kommen.... Er verfügt über Kraft aus Mir durch seinen Mir unterstellten Willen und nützet diese Kraft zu wenig. Er weiß oder glaubt es selbst nicht, wie mächtig er sein kann im Verband mit Mir. Denn er ist noch so weit irdisch, daß sein Denken sich den irdischen Naturgesetzen anpaßt, daß er nur das zur Ausführung kommen läßt, was ihm natürlich ausführbar scheint.... er überschreitet nicht die Grenzen, die dem unvollkommenen Menschen gesetzt sind eben durch seine Unvollkommenheit, die er aber unbeachtet lassen kann, weil er sich durch das Unterstellen seines Willens, durch den Kraftzustrom aus Mir in einen Zustand der Vollkommenheit gesetzt hat, der ihm ein Wirken außer dem Rahmen des Natürlichen gestattet, das aber dennoch natürlich bleibt, weil es nur die Folge eines bestimmten Reifegrades der Seele ist, den der Mensch auch auf Erden erreichen kann. Durch mangelhaften Glauben setzt er sich selbst die Grenzen, die ihm von Gott aus nicht gesetzt sind.... Es kann also der Mensch in vollster Kraft stehen und sie dennoch zu wenig nützen, weil ihn das menschlich irdische Denken zurückhält, wo allein er seinen Geist sprechen lassen sollte. Denn dieser wird ihn belehren und in ihm den tiefen Glauben zu festigen suchen, vermöge dessen er nun alles ausführen kann, was er will, unter Nützung der Kraft aus Mir. Dann wird er wirken auch zum Segen der Mitmenschen, dann erst wird die Kraft des Glaubens offenbar, denn dann erkennen die Menschen auch die Quelle der Kraft (Kraft der Quelle) an, aus welcher der Gläubige schöpfet, und sie selbst werden begehren zu trinken....

Amen

Traductor
This is an original publication by Bertha Dudde