Comparar anuncio con traducción

Otras traducciones:

Renacimiento del espíritu....

El renacimiento espiritual es el objetivo del ser humano en la Tierra; de lo contrario, el alma también queda sin vida cuando el cuerpo muere, pero no puede perecer por completo porque es inmortal. El renacimiento espiritual significa vida para el alma, pero la vida para el alma sin el primero es imposible. Sin embargo, el ser humano renace espiritualmente cuando busca el contacto con el reino espiritual desde su impulso más interior. Entonces la vida física ya no es suficiente para el alma humana, ésta tampoco encuentra la satisfacción de sus deseos en el mundo terrenal, sino que lucha por alcanzar el reino al que realmente pertenece y, dependiendo de la seriedad de su voluntad, el ser humano renacerá en un periodo de tiempo más corto o más largo.

Para el renacimiento espiritual es absolutamente necesario obrar en amor, porque esto despierta el espíritu en los humanos. A través de la obra del amor, la chispa espiritual que duerme en el alma se conecta con el Espíritu Padre desde la eternidad, y se vuelve activa, y la actividad es vida. Si el ser humano le da a la chispa espiritual dentro de sí la oportunidad de volverse activa a través de obras de amor, entonces ya ha renacido en espíritu, y ya no puede volver a hundirse en el estado de muerte, porque el espíritu, una vez despierto, nunca lo deja fuera, actúa constantemente contra el caparazón que lo rodea, es decir, influye el alma y, a través de ello también el cuerpo humano y lo impulsa a obrar en amor y a través de esto al desarrollo superior del alma.

El renacimiento espiritual no puede lograrse intelectualmente, ni la voluntad, ni las palabras pueden lograrlo, sino que sólo una voluntad puesta en acción lo logra, y tales acciones deben ser obras de caridad desinteresada. Sólo a través del amor el espíritu en el hombre cobra vida, sólo a través del amor entra en acción y, por tanto, sólo a través del amor el alma puede alcanzar la vida eterna, que es el resultado del renacimiento del espíritu.

Pero quien tiene amor, también vive en constante conexión con el Amor Eterno y por eso el Espíritu Padre desde la eternidad también fluirá constantemente en la chispa espiritual en el ser humano.... el Amor Eterno traerás hacia Sí, lo que se esfuerza para transformarse al amor.... Y entonces ya no hay eternamente más muerte para el alma.... Entonces sólo hay vida, es decir, actividad continua en poder y luz; entonces se suelta el grillete de la muerte, entonces la muerte es superada....

Y así quien ha renacido en espíritu nunca temerá la muerte física, porque su alma sabe de la transitoriedad de todo terrenal así como de la imperecebilidad de lo que pertenece al reino espiritual, no teme el desvanecimiento terrenal porque la vida eterna está segura para ella. Ella no sólo cree en la vida del alma después de la muerte del cuerpo, sino que ha llegado a la firme certeza que el espíritu despertado a la vida instruye a ella, porque le imparte un conocimiento que le da la más profunda convicción....

Su fe, por tanto, se ha vuelto inquebrantable, porque lleva la prueba en ella.... el espíritu que ha despertado en ella, que es parte del Espíritu Padre Eterno. Si un ser humano renace en el espíritu, entonces ya no hay ninguna duda para él en relación espiritual, porque la obra del espíritu en él también es la fuerza de cognición que se aumenta, el reconocimiento de la Deidad Eterna y el conocimiento de Su gobierno y trabajo y también el conocimiento del plan de Salvación eterno de Dios....

El conocimiento que se le imparte, no sólo es fe, porque la sabiduría de lo que se le presenta es tan clara ante los ojos del espiritualmente renacido que ya no necesita ninguna prueba, sino que está plenamente convencido de la verdad de eso que ahora puede llamarlo su propio pensamiento, porque ha sido absorbido por su corazón y su mente. Por lo tanto, el ser humano espiritualmente renacido ya no necesita buscar, sino que ha encontrado lo que buscaba a través del amor. Y así el amor es la clave de la sabiduría, y la sabiduría es el conocimiento que corresponde a la verdad, que viene del reino espiritual y conduce al reino espiritual....

Sólo puede renacer en el espíritu aquel ser humano cuya alma ignora el cuerpo y se esfuerza sólo por despertar el espíritu a la vida, quien por lo tanto, aunque sea inconsciente del éxito, se despoja de todo lo que parece deseable al cuerpo y, desde su impulso más íntimo, lo transmite a quienes que están necesitados y necesitan ayuda, espiritual o terrenal. La distribución de bienes terrenales en amor desinteresado le trae bienes espirituales, pero la distribución de los bienes espirituales le trae un crecimiento desmedido desde dentro de sí mismo, porque ahora el Espíritu de Dios puede obrar en el ser humano ilimitado. Él le da la verdad, que significa vida eterna.... Pero la vida es actividad continua....

El renacido espiritualmente ya no puede permanecer inactivo, sino que ahora trabaja diligentemente por el reino de Dios.... participa en la obra de Redención de Jesucristo por las almas descarriadas en la Tierra, porque el espíritu en el ser humano no descansa, siempre está obrando constantemente como su Espíritu Padre desde la eternidad.... Y así el renacimiento del espíritu siempre tendrá como resultado que el ser humano se sienta impulsado a trabajar por el reino espiritual, que sólo preste atención a la vida terrenal en la más mínima medida, dirigiendo constantemente su atención hacia la vida espiritual en el reconocimiento de su importancia y en el deseo de ayudar donde falta conocimiento.

Porque el renacido espiritualmente sabe acerca de la falta de luz en la Tierra, de la falta de fuerza de los seres humanos que prestan demasiada importancia a la vida terrenal; Él sabe de la difícil situación de las almas, de su muerte espiritual ya en la Tierra y un día en la eternidad, donde les resulta aún más difícil tomar conciencia de su estado de falta de fuerza, donde significa un estado tortuoso para ellas y el alma ya no puede ser ayudada, si se defiende de cualquier instrucción como lo hizo en la Tierra. El espiritualmente renacido es consciente de su misión y la lleva a cabo con amor y celo. Él irradia luz, y bienaventurado el que no se molesta con esta luz.... bienaventurado el que está atento a la vida de aquel que quiere traerle luz, que también trata de despertarle a la vida....

Cada uno reconocerá el renacimiento del espíritu tan pronto como su mirada se dirija sólo espiritualmente, porque la verdadera sabiduría es reconocida como tal por cualquiera que esté dispuesto, también comienza a obrar la fuerza del espíritu. Despertad el espíritu que hay en vosotros, y habréis logrado el objetivo en la Tierra que os fue fijado desde el principio, entraréis al reino espiritual rico en fuerza y cognición, en cuanto el alma se separa del cuerpo, y sólo dejaréis atrás esa materia inmadura que aún no se ha espiritualizado en la Tierra....

Pero vosotros mismos entráis desencadenados en el reino de los espíritus bienaventurados, y ya nada os impide obrar y crear en actividad activa, porque el amor dentro de vosotros os impulsa a hacerlo y desencadena un estado de bienaventuranza dentro de vosotros que no podéis estimar en la Tierra. Porque podéis fusionaros con el Espíritu Padre desde la eternidad, Que atrae hacia Sí a Sus hijos con amor ardiente para hacerlos felices para siempre....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Wiedergeburt des Geistes....

Die geistige Wiedergeburt ist das Ziel des Menschen auf Erden, ansonsten die Seele beim Ableben des Körpers gleichfalls ohne Leben ist, jedoch nicht völlig vergehen kann, weil sie unsterblich ist. Die geistige Wiedergeburt bedeutet für die Seele das Leben, ein Leben der Seele ohne erstere aber ist unmöglich. Geistig wiedergeboren aber wird der Mensch, so er Fühlung sucht mit dem geistigen Reich aus innerstem Antrieb. Dann genügt der Seele des Menschen das Leibesleben nicht mehr, sie findet auch keine Erfüllung ihres Begehrens in der irdischen Welt, sondern strebt das Reich an, dem sie eigentlich angehört und je nach dem Ernst ihres Willens wird der Mensch wiedergeboren in kürzerer oder längerer Zeit. Zur Wiedergeburt des Geistes ist unbedingt nötig ein Wirken in Liebe, denn diese erweckt den Geist im Menschen zum Leben. Durch Liebeswirken tritt der in der Seele schlummernde Geistesfunke in Verband mit dem Vatergeist von Ewigkeit, und er wird tätig, und Tätigkeit ist Leben.... Gibt der Mensch durch Liebeswirken dem Geistesfunken in sich die Möglichkeit, tätig zu werden, so ist er auch schon wiedergeboren im Geist, und er kann dann nicht mehr in den Zustand des Todes zurücksinken, denn der einmal erwachte Geist lässet ihn nun nimmer aus, er wirkt ständig auf die ihn umgebende Hülle ein, d.h., er beeinflußt die Seele und durch diese auch den Körper des Menschen und treibt ihn an zum Liebeswirken und dadurch zur Aufwärtsentwicklung der Seele. Die geistige Wiedergeburt kann nicht verstandesmäßig erreicht werden, nicht Wille oder Worte können sie herbeiführen, sondern ein zur Tat umgesetzter Wille erst bewirket sie, und solche Taten müssen Werke uneigennütziger Nächstenliebe sein. Nur durch die Liebe erwacht der Geist im Menschen zum Leben, nur durch Liebeswirken tritt er in Aktion, und also kann die Seele nur durch Liebe zum ewigen Leben gelangen, das Folge der Wiedergeburt des Geistes ist. Wer aber die Liebe hat, der lebt auch in ständiger Verbindung mit der ewigen Liebe, und also wird der Vatergeist von Ewigkeit auch ständig auf den Geistesfunken im Menschen einwirken.... es wird die ewige Liebe zu Sich ziehen, was zur Liebe zu formen sich bemüht.... Und dann gibt es ewiglich keinen Tod mehr für die Seele.... Dann gibt es nur Leben, d.h. unausgesetztes Tätigsein in Kraft und Licht; dann ist die Fessel des Todes gelöst, dann ist der Tod überwunden.... Und so wird ein im Geiste Wiedergeborener auch niemals den Leibestod fürchten, denn seine Seele weiß um die Vergänglichkeit alles Irdischen wie auch um die Unvergänglichkeit dessen, was dem geistigen Reich angehört, sie fürchtet nicht das irdische Vergehen, weil ihr das ewige Leben sicher ist. Sie glaubt nicht nur an das Leben der Seele nach dem Tode des Leibes, sondern es ist ihr zur festen Gewißheit geworden, weil der zum Leben erwachte Geist sie belehret, weil er ihr ein Wissen vermittelt, das ihr tiefste Überzeugung gibt.... Ihr Glaube ist sonach ein unerschütterlicher geworden, denn den Beweis trägt sie in sich.... den in ihr erwachten Geist, der Anteil ist des ewigen Vatergeistes. Ist der Mensch wiedergeboren im Geist, so gibt es für ihn keinen Zweifel mehr in geistiger Beziehung, denn Wirken des Geistes in ihm ist auch die zunehmende Erkenntniskraft, das Erkennen der ewigen Gottheit und Wissen um Ihr Walten und Wirken und auch das Wissen um den ewigen Heilsplan Gottes.... Es ist das Wissen, das ihm vermittelt ist, nicht nur Glaube, denn die Weisheit des ihm Dargebotenen liegt so klar vor den Augen des geistig Wiedergeborenen, daß es für ihn keines Beweises mehr bedarf, er aber voll überzeugt ist von der Wahrheit dessen, was er nun eigenes Gedankengut nennen kann, weil es von Herz und Verstand aufgenommen worden ist. Der geistig Wiedergeborene braucht daher nicht mehr zu suchen, sondern er hat gefunden, was er suchte, durch die Liebe. Und somit ist die Liebe der Schlüssel zur Weisheit, und Weisheit ist Wissen, das der Wahrheit entspricht, das aus dem geistigen Reich kommt und dem geistigen Reich zuführt.... Wiedergeboren im Geiste kann nur der Mensch sein, dessen Seele den Körper außer acht lässet und nur die Erweckung des Geistes zum Leben anstrebt, der also, wenn auch unbewußt des Erfolges, sich selbst alles dessen entäußert, was dem Körper begehrenswert ist, und es aus innerstem Antrieb denen vermittelt, die in Not sind und Hilfe bedürfen, geistig oder irdisch. Das Austeilen irdischer Güter in selbstloser Liebe trägt ihm geistiges Gut ein, das Austeilen geistiger Güter jedoch ungemessenen Zuwachs aus sich heraus, denn nun kann der Geist Gottes im Menschen wirken unbeschränkt, Er gibt Wahrheit, die ewiges Leben bedeutet.... Leben aber ist ununterbrochene Tätigkeit.... Es kann der geistig Wiedergeborene nicht mehr untätig bleiben, sondern er schaffet nun emsig für das Reich Gottes.... er beteiligt sich an dem Erlösungswerk Christi an den irrenden Seelen auf Erden, denn der Geist im Menschen ruhet nicht, er wirket stets und ständig wie sein Vatergeist von Ewigkeit.... Und so wird die Wiedergeburt des Geistes immer zur Folge haben, daß sich der Mensch gedrängt fühlt zur Arbeit für das geistige Reich, daß er das irdische Leben nur im geringsten Ausmaß beachtet, sein ständiges Augenmerk aber auf das geistige Leben richtet in der Erkenntnis der Wichtigkeit dessen und im Verlangen, zu helfen, wo es an Erkenntnis gebricht. Denn es weiß der geistig-Wiedergeborene um die Lichtlosigkeit auf Erden, um die Kraftlosigkeit der Menschen, die dem irdischen Leben zuviel Bedeutung beilegen; er weiß um die Not der Seelen, um ihren geistigen Tod schon auf Erden und dereinst in der Ewigkeit, wo ihnen der kraftlose Zustand noch weit schwerer zum Bewußtsein kommt, wo er für sie einen qualvollen Zustand bedeutet und der Seele nicht mehr geholfen werden kann, so sie sich in Abwehr stellt gegen jede Belehrung, wie sie es auf Erden getan hat. Der geistig-Wiedergeborene ist sich seiner Mission bewußt, und er kommet ihr mit Liebe und Eifer nach. Er strahlet Licht aus, und wohl dem, der sich an diesem Licht nicht ärgert.... wohl dem, der achtsam ist auf das Leben dessen, der ihm Licht bringen will, der auch ihn zum Leben zu erwecken sucht.... Die Wiedergeburt des Geistes wird ein jeder erkennen, sowie sein Blick nur geistig gerichtet ist, denn wahre Weisheit wird als solche erkannt von jedem Willigen, weil, wo der Wille ist, auch des Geistes Kraft zu wirken beginnt. Erwecket den Geist in euch zum Leben, und ihr habt das Ziel auf Erden erreicht, das euch gesetzt ist von Anbeginn, ihr gehet reich an Kraft und Erkenntnis ein in das geistige Reich, sowie sich die Seele löset vom Körper, und ihr lasset nur die unreife Materie zurück, die sich noch nicht vergeistigt hat auf Erden.... Ihr selbst aber gehet entfesselt ein in das Reich seliger Geister, und nichts mehr ist euch hinderlich, zu wirken und (zu = d. Hg.) schaffen in reger Tätigkeit, denn die Liebe in euch treibt euch dazu und löset in euch einen Seligkeitszustand aus, den ihr nicht ermessen könnt auf Erden. Denn ihr könnet euch verschmelzen mit dem Vatergeist von Ewigkeit, Der Seine Kinder zu Sich zieht in heißer Liebe, um sie zu beglücken auf ewig....

Amen

Traductor
This is an original publication by Bertha Dudde