Los seres humanos de mentalidad mundana están tan lejos de la verdad que no saben qué fuerza se puede sacar de la fe y de la conexión íntima con Dios. Y por eso prestan atención sólo a los acontecimientos mundanos y no reconocen que la actitud equivocada hacia Dios es también la causa de todos los acontecimientos mundiales que tienen un efecto de sufrimiento en los humanos. Y mientras los humanos carecen de esta cognición, la condición de sufrimiento no cambiará. El sufrimiento sólo seguirá adoptando diferentes formas para que los humanos, a través de la diversidad de sus necesidades y tribulaciones, lleguen a la idea de que detrás de todas las tribulaciones hay un poder distinto del humano, que no es sola la voluntad humana la que es la causa, sino que al mismo tiempo entra en acción la voluntad de un poder superior y que se adoptan una determinada postura frente a este poder superior.
El conocimiento acerca de la verdad pura lo explica todo, hace comprensible la gran necesidad porque la causa, el propósito y el objetivo son reconocibles. Y sólo entonces existe una posibilidad de cambio, tan pronto como los humanos se adapten al propósito y el objetivo, es decir, que traten de eliminar la causa del sufrimiento y la angustia, que, sin embargo, es y sigue siendo incomprensible para el ser humano de mentalidad mundana, siempre y cuando deje que el mundo cuente como primero, siempre y cuando le dé a su cuerpo todos los privilegios y deje que su alma muera de hambre.
Sin embargo, el conocimiento acerca de la verdad sólo puede ser transmitido al ser humano que se separa del mundo, porque tan pronto como se imparte el conocimiento a la persona de mentalidad mundana, no lo reconoce como verdad y lo rechaza. Por lo tanto, a través del mayor sufrimiento debe ser llevado a un estado en el que sea receptivo a la verdad.... a través del sufrimiento y las dificultades aprende a reconocer la inutilidad de los bienes mundanos y el deseo por ellos disminuye.... en consecuencia, el deseo por la verdad aumente, siempre que no se deje influenciar por fuerzas malas que confunden completamente su pensamiento y tratan de distraerlo de la verdad, que suscitan el odio en el ser humano cuanto más el mundo lo decepciona con sus alegrías. Pero éstos ya no encuentran la conexión con Dios en la Tierra, y todos los medios que Dios utiliza no logran su propósito.
Sin embargo, es una ventaja para el alma humana si aprende a reconocer la fugacidad de los valores terrenales mientras aún está en la Tierra, si aprende a despreciarlos y ya no está excesivamente ligada a la Tierra por ellos, incluso si entra al más allá en un bajo grado de madurez. Entonces ya no es tan difícil superar la materia en el reino espiritual, y el proceso de desarrollo superior puede avanzar más rápidamente una vez que ha comenzado en el reino espiritual. Es más probable que el alma acepte la verdad que se le presenta en el ámbito espiritual; ella ya no está tan opuesta a Dios como lo era en la Tierra. Y es por eso que el destino de las almas de los difuntos no es tan desesperado si reconocen la fugacidad de los bienes terrenales a través de grandes sufrimientos en la Tierra, incluso si aparentemente pierden su vida terrena como víctimas del tiempo de necesidad....
Y así el sufrimiento y la necesidad causados por la mala voluntad humana también son útiles para las almas que aún están lejos de Dios, y por eso Dios permite que los hombres se enfurezcan unos contra otros por su propia voluntad hasta que Él Mismo ordene detenerlos, si corresponde a Su plan desde la Eternidad. Y mientras los seres humanos caminen en la ignorancia, mientras cierren sus oídos a la verdad, Él les dejará madurar por sus propias acciones, y les dejará pasar por penurias y sufrimientos indescriptibles porque ellos mismos así lo quieren y son ellos mismos los autores de estos sufrimientos....
amén
TraductorDie weltlich gesinnten Menschen sind von der Wahrheit so weit entfernt, daß sie daher auch nicht wissen, welche Kraft aus dem Glauben und der innigen Verbindung mit Gott zu schöpfen ist, und daß sie darum immer nur weltliche Geschehen beachten und nicht erkennen, daß die falsche Einstellung zu Gott die Ursache auch jeglichen Weltgeschehens ist, das sich leidvoll an den Menschen auswirkt. Und solange diese Erkenntnis den Menschen mangelt, wird auch der leidvolle Zustand sich nicht ändern. Es wird das Leid nur immer wieder andere Formen annehmen, auf daß die Menschen durch die Verschiedenartigkeit ihrer Nöte und Trübsal einmal auf den Gedanken kommen, daß eine andere Macht als menschliche hinter aller Trübsal steckt, daß nicht allein menschlicher Wille Urheber ist, sondern der Wille einer höheren Macht gleichzeitig in Aktion tritt und daß sie zu dieser höheren Macht in eine gewisse Stellungnahme treten. Das Wissen um die reine Wahrheit erklärt alles, es macht die große Not verständlich, weil Ursache, Zweck und Ziel erkennbar ist. Und dann erst ist eine Änderungsmöglichkeit, sowie die Menschen sich dem Zweck und Ziel anpassen, also die Ursache von Leid und Not zu beheben suchen, was dem weltlich gesinnten Menschen jedoch unverständlich ist und bleibt, solange er die Welt als Erstes gelten läßt, solange er seinem Körper alle Vorrechte einräumt und die Seele darben läßt. Das Wissen um die Wahrheit kann aber nur dem Menschen zugeleitet werden, der sich trennt von der Welt, denn sowie dem weltlich gesinnten Menschen das Wissen vermittelt wird, erkennt er es nicht als Wahrheit und lehnt es ab. Also muß er durch vermehrtes Leid in einen Zustand versetzt werden, wo er aufnahmewillig ist für die Wahrheit.... indem er durch Leid und Not die Wertlosigkeit weltlicher Güter erkennen lernt und das Verlangen nach diesen sich verringert.... Entsprechend steigt das Verlangen nach Wahrheit, vorausgesetzt, daß er nicht durch schlechte Kräfte beeinflußt wird, die sein Denken ganz verwirren und von der Wahrheit abzuleiten suchen, die den Haß im Menschen schüren, je mehr die Welt mit ihren Freuden ihn enttäuscht. Diese aber finden die Verbindung mit Gott auf Erden nicht mehr, und jegliches Mittel, das Gott anwendet, verfehlt seinen Zweck. Dennoch ist es für die Seele des Menschen von Vorteil, wenn sie noch auf Erden die Vergänglichkeit irdischer Werte erkennen lernt, wenn sie diese verachten lernt und nicht mehr übermäßig von ihnen an die Erde gefesselt wird, so die Seele von der Erde scheidet, selbst wenn sie in einem niedrigen Reifegrad ins Jenseits eingeht. Die Überwindung der Materie im geistigen Reich ist dann nicht so schwierig, und der Höherentwicklungsprozeß kann schneller vor sich gehen, sowie er einmal eingesetzt hat im geistigen Reich. Die Seele nimmt die im geistigen Reich ihr dargebotene Wahrheit eher an, sie ist nicht mehr so Gott-widersetzlich wie auf Erden. Und darum ist das Los der abgeschiedenen Seelen nicht so hoffnungslos, so sie auf Erden durch großes Leid die Vergänglichkeit irdischer Güter erkannten, selbst wenn sie scheinbar als Opfer der Notzeit ihr irdisches Leben verlieren.... Und so ist auch das Leid und die Not, die böser menschlicher Wille veranlaßt, für die Seelen dienlich, die noch weit entfernt sind von Gott, und darum läßt Gott es zu, daß die Menschen im freien Willen gegeneinander wüten, bis Er Selbst Einhalt gebietet, so es Seinem Plan von Ewigkeit entspricht. Und solange die Menschen in der Unkenntnis wandeln, solange sie der Wahrheit ihr Ohr verschließen, lässet Er sie an ihrem eigenen Handeln ausreifen und sie durch unsagbare Nöte und Leiden gehen, weil sie selbst es so wollen und auch selbst Urheber dieser Leiden sind....
Amen
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