La fe correcta es capaz de llevaros a la paz interior más profunda, porque entonces dejáis todo descuidadamente al Señor y Creador del cielo y de la Tierra, Que es vuestro Padre desde el principio. Quien tiene una fe profunda también está íntimamente unido a Él, porque creer en Dios también significa luchar por Él para acercarse al Ser más perfecto. Creer en Dios también significa amarlo desde el fondo del corazón, porque el ser humano Lo reconoce como el Ser más perfecto. Y por eso el creyente siempre recibirá fuerza de Dios y por eso será puesto en un estado de calma y paz, que será feliz para él, porque ahora ya no teme a nada, sino que se entrega confiadamente a su Padre desde la eternidad.
Por lo tanto, la verdadera fe no podrá ser quebrantada tan fácilmente, es de una fuerza que no flanqueará no siquiera frente ante el mayor embate, porque el creyente saca su fuerza de Dios, y por eso nada le parecerá imposible y lo dominará todo porque el poder de la fe es ilimitado. Porque el creyente no hace nada por sí solo, sino todo con Dios, siempre obtiene su fuerza de la fuente, la utiliza porque a través de la conexión íntima con Dios se siente hijo Suyo y por eso acepta lo que se le ofrece.
Pero sólo el ser humano creyente establece esta relación íntima con Dios, la cual también le proporciona fuerza ilimitada. Y si el ser humano utiliza esta fuerza, ya no hay nada insuperable para él, no necesita temer nada, porque ahora es dueño de cada situación. Sin embargo, un ser humano sólo puede alcanzar una fe profunda a través del amor activo.... Sin amor también puede ser creyente según la palabra, pero le falta el poder de la fe, porque este poder es sólo el resultado de la actividad amorosa....
Entonces la fe sólo se vivifica a través de las obras. Sin obras, la fe está muerta, es decir, sin poder no es una fe verdadera y llena de convicción, sino sólo un conocimiento aprendido de un Dios de amor, sabiduría y omnipotencia, que sólo puede llamarse fe cuando el ser humano está convencido de que está estableciendo la conexión más íntima con Él y ahora también desea y recibe Su irradiación de poder y entonces la usa.... Entonces la fe cobra vida, su poder se expresa y el ser humano puede realizar cosas que revelan la obra divina, porque es el poder de Dios que ahora se activa y que puede utilizar cada ser humano que tenga la fe viva y correcta....
amén
TraductorLa giusta fede vi può anche mettere nella calma interiore più profonda, perché allora lasciate tranquillamente tutto al Signore e Creatore del Cielo e della Terra, il Quale E’ il vostro Padre sin dal principio. Chi chiama sua propria una profonda fede, è anche intimamente unito con Lui, perché credere in Dio significa anche tendere verso di Lui, per giungere nella Vicinanza dell’Essere più perfetto. Credere in Dio significa anche amarLo dal più profondo del cuore, perché l’uomo Lo riconosce come l’Essere più perfetto. E perciò l’uomo credente riceverà anche sempre la Forza da Dio e con questa viene messo in uno stato di calma e di pace che lo rende felice, perché ora non teme più nulla, ma si dà fiducioso al Padre suo dall’Eternità. La giusta fede quindi non potrà essere scossa così facilmente, è di un vigore che non vacilla nemmeno negli assalti più grandi, perché l’uomo credente coglie la Forza da Dio e perciò per lui nulla sembrerà ineseguibile, nulla gli sembrerà impossibile ed affronterà tutto, perché la Forza della fede è illimitata. Perché l’uomo credente non fa nulla da solo, ma tutto con Dio, coglie in ogni momento la Forza dalla Fonte, se ne avvale perché attraverso l’intimo collegamento con Dio si sente come figlio Suo e perciò accetta tranquillamente ciò che gli viene offerto. Ma solo l’uomo credente stabilisce questo intimo rapporto con Dio che gli procura anche illimitato apporto di Forza. E se ora l’uomo impiega questa Forza, per lui non esiste più nulla di insuperabile, non deve più temere nulla, perché ora è padrone della situazione. Ma l’uomo giunge alla profonda fede solamente attraverso l’amore attivo. Senza amore può essere bensì credente secondo la parola, ma gli manca la Forza della fede, perché questa Forza soltanto è la conseguenza dell’attività d’amore. Quindi la fede diventa viva solo attraverso le opere. Senza le opere la fede è morta, cioè senza Forza, non è una vera fede piena di convinzione, ma solo un sapere imparato in un Dio dell’Amore, Onnipotenza e Sapienza, che però può essere chiamata fede solamente, quando l’uomo è così convinto che stabilisce il più intimo collegamento con Lui ed ora desidera e riceve anche la Sua Irradiazione di Forza e poi l’utilizza. Allora la fede diventa viva, si manifesta la sua Forza e l’uomo può compiere cose che rivelano l’agire divino, perché è la Forza di Dio che ora diventa attiva e che può impiegare ogni uomo che sta nella giusta fede viva.
Amen
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