El hecho de que el conocimiento espiritual no se transmita al hombre en contra de su voluntad, solo es ventajoso para él, porque entonces no lo aprovecharía correctamente, y su culpa solo aumentaría porque entonces dejaría sin usar un don de gracia. También entraría en un estado que equivaldría a la compulsión de creer... porque el conocimiento entonces lo obliga a creer tan pronto como se le transmita de una manera excepcional, y una creencia forzada no vale nada ante Dios. Por tanto, es inevitable que se requiera la propia voluntad del ser humano para que Dios lo introduzca en la verdad, en el conocimiento espiritual, que está destinado a promover su desarrollo superior. Por eso también el conocimiento sólo se hará efectivo en él cuando su voluntad lo exija. Probablemente también puede adquirirlo de antemano a través de la transmisión externa, a través de la instrucción de otros seres humanos o absorbiéndolo intelectualmente de libros y escritos.
Pero la voluntad también debe ser involucrada, el deseo de la verdad debe dominar al hombre, de lo contrario ese bien le queda incomprensible, por lo que no significa luz para él. Porque si dios impartiera luz al hombre sin que él lo pida, se impediría el afán a Dios, pero el hombre de repente entraría en un estado de reconocimiento, porque la sabiduría divina... el conocimiento que corresponde a la verdad... significa siempre luz para el humano. Comprendería todo, reconocería la conexión entre todas las cosas y cualquier acontecimiento, y ahora también aumentaría su grado de madurez... por lo tanto, se convertiría así en un ser maduro como resultado de la compulsión, pero eso elimina un llegar-a-ser-perfecto, porque la perfección requiere un albedrio completamente libre.
Tan pronto como el hombre se encuentra en el conocimiento, también es irradiado de luz, es decir, inundado de la fuerza divina; pero la fuerza divina solo puede suministrase a la esencia que la desea conscientemente y se abre a la recepción de fuerza. Pero esto último requiere la voluntad del hombre. Si la voluntad no está activa, entonces también fallará cualquier transmisión de fuerza, porque la irradiación de Dios requiere una falta total de resistencia para poder surtir efecto. Pero el hombre sólo está libre de resistencia cuando ha puesto su voluntad completamente bajo la voluntad de Dios, y eso es un acto consciente de su voluntad. Sólo entonces es posible un desarrollo ascendente, y sólo entonces el conocimiento del hombre se sentirá como conocimiento, como luz y fuerza de Dios. Por lo tanto, el conocimiento no puede impartirse en las escuelas, porque incluso el conocimiento impartido de persona a persona presupone la actividad de voluntad de la persona para que el conocimiento cobre vida en ella.
Y es por eso que es imposible llevar a toda la humanidad a un nivel superior de conocimiento y a través de esto corregir el bajo nivel espiritual, porque eso pasaría en contra de la voluntad de los humanos y por lo tanto no tendría un perfeccionamiento como consecuencia. Y por eso la verdad, aunque sea ofrecida en todas partes sólo prevalecería ocasionalmente y precisamente allí donde comienza la voluntad y el deseo de poseerla. Un conocimiento contra la voluntad del hombre sólo contribuye a volverlo arrogante y dominador, porque entonces sólo afecta al entendimiento, pero no al corazón de la persona, sino sólo donde el corazón y el entendimiento están dispuestos a que el conocimiento tenga un efecto sobre sí mismos, allí empieza la transformación, la transformación del hombre en un ser según la voluntad de Dios.
Mientras el entendimiento solo procese el conocimiento, este es solo un bien de pensamiento que es inanimado por el Espíritu de Dios. Pone en movimiento la actividad intelectual y también a su vez, solo puede transmitirse al intelecto de los demás seres humanos. La voluntad del ser humano solo está involucrada en la medida en que lucha por el conocimiento en aras de la ventaja terrenal... Quiere ser considerado erudito, y así ganar bienes terrenales y honor y fama y triunfar sobre su semejantes con su conocimiento. Y entonces el conocimiento, incluso si se les ofrece desde una fuente que garantiza la pura verdad, nunca puede contribuir al ennoblecimiento del hombre, porque el corazón permanece pasivo, y el espíritu en el hombre no se mueve, porque no está despierto, porque aún está durmiendo en el manto más profundo.
Entonces el conocimiento no puede ser abordado como conocimiento espiritual, a pesar de su contenido, porque no le fue impartido por el espíritu dentro de sí mismo o porque no absorbió con su espíritu lo que le ofreció un semejante iluminado. Pero sobre el hombre de mente mundana rechazará ese conocimiento espiritual porque el éxito terrenal le parece demasiado pequeño, pero aún se esfuerza por lograrlo. La obra del espíritu nunca puede apagarse durante la transmisión de la pura verdad, del conocimiento espiritual, y por eso la voluntad del ser humano debe estar activa, de lo contrario el conocimiento carece de fuerza y por lo tanto no tendría importancia para el desarrollo espiritual ascendente del ser humano.
Y es por eso que la humanidad camina en la ignorancia, y no puede adquirir conocimiento mientras no esté dispuesta a poseerlo y luchar por ello... Porque la voluntad es lo primero que hace que la gracia de Dios fluya hacia las personas. Pero si la voluntad está dispuesta, entonces se abrirá la fuente de la gracia y el ser humano podrá sacar y tomar constantemente para si el agua viva, la verdad eterna..._>amén
TraductorO fato de que o conhecimento espiritual não é transmitido ao ser humano contra a sua vontade só é vantajoso para ele, pois então ele não o usaria corretamente e sua culpa só aumentaria porque deixaria então um dom de graça sem uso. Ele também entraria num estado que seria igual à compulsão da fé.... pois o conhecimento forçá-lo-ia então a acreditar assim que lhe fosse extraordinariamente transmitido, e uma fé forçada não tem valor perante Deus. Assim, inevitavelmente, é necessária a vontade própria do ser humano para que Deus o introduza na verdade, no conhecimento espiritual, que se destina a promover o seu desenvolvimento superior. Portanto, o conhecimento só se tornará eficaz nele quando a sua vontade o exigir. Ele certamente também pode adquiri-lo de antemão por transmissão externa, por instrução de companheiros humanos ou por absorção intelectual de livros e escritos. Mas a vontade também tem de ser envolvida, o desejo da verdade tem de dominar o ser humano, caso contrário, esse bem permanece incompreensível para ele, não significando, portanto, nenhuma luz para ele. Porque se Deus desse luz ao ser humano sem o seu desejo, então a luta para Deus seria impedida, mas o ser humano seria subitamente colocado num estado de conhecimento, porque a sabedoria divina.... o conhecimento que corresponde à verdade.... significa sempre luz para o ser humano. Ele iria compreender tudo, reconhecer a conexão de todas as coisas e todos os eventos, e agora também iria aumentar o seu grau de maturidade.... Assim, ele se tornaria inevitavelmente um ser maduro, mas isso excluiria sua perfeição, pois a perfeição requer total livre arbítrio. Assim que o ser humano é conhecedor, ele também é permeado pela luz, assim inundado pela força divina; a força divina, porém, só pode ser suprida pela disposição que a deseja conscientemente e se abre para a recepção da força. Mas esta última requer a vontade do homem. Se a vontade não está ativa, então também toda fonte de força pára, porque a radiação de Deus requer uma completa falta de resistência para se tornar efetiva. Mas o ser humano só fica então sem resistência quando colocou sua vontade completamente sob a vontade de Deus, e isso é uma atividade consciente de sua vontade. Só então é possível um desenvolvimento ascendente, e só então o conhecimento será sentido pelo homem como conhecimento, como luz e poder de Deus. Assim, o conhecimento não pode ser transmitido de forma escolar, pois mesmo o conhecimento transmitido de pessoa para pessoa pressupõe a atividade de vontade do ser humano para que o conhecimento ganhe vida nele.
E, portanto, é impossível colocar toda a humanidade em um nível superior de realização e assim remediar o baixo espiritual, pois isso aconteceria contra a vontade das pessoas e, portanto, também não resultaria na sua perfeição. E, portanto, a verdade, mesmo que seja oferecida em toda parte, só se afirmará esporadicamente, e é aí que a vontade se instala e o desejo de possuí-la. O conhecimento contra a vontade do ser humano só contribui para torná-lo arrogante e dominador, pois então ele só toca o intelecto, mas não o coração do ser humano, mas só onde o coração e o intelecto estão dispostos a deixar o conhecimento fazer efeito sobre eles começará também a transformação do ser humano, sua mudança em um ser de acordo com a vontade de Deus. Enquanto apenas o intelecto processar o conhecimento, este é apenas um corpo de pensamento inanimado do espírito de Deus. Ela põe em movimento a atividade do intelecto e também só pode ser passada novamente para o intelecto do semelhante. A vontade do ser humano só está envolvida na medida em que ele se esforça pelo conhecimento em prol da vantagem terrena.... Ele quer ser considerado conhecedor, ganhar bens terrenos, honra e fama com isso e superar os outros seres humanos com o seu conhecimento. E então o conhecimento, mesmo que lhe seja oferecido por uma fonte que garanta a verdade pura, jamais poderá contribuir para o enobrecimento do ser humano, pois o coração permanece sem envolvimento e o espírito no ser humano não se agita, pois está desperto, ainda adormece no mais profundo enclausuramento. Então o conhecimento, apesar do seu conteúdo, não pode ser tratado como conhecimento espiritual, porque não lhe foi transmitido pelo espírito interior ou porque não absorveu com o seu espírito o que lhe foi oferecido pelo ser humano iluminado. A maior parte, porém, a pessoa de mentalidade mundana rejeitará esse conhecimento espiritual, porque o sucesso terreno lhe parece pequeno demais, mas ele ainda luta por isso. O funcionamento do espírito nunca pode ser eliminado na transmissão da pura verdade, do conhecimento espiritual e, portanto, a vontade do ser humano tem de ser ativa, caso contrário o conhecimento ficaria sem força e, portanto, sem significado para a ascensão espiritual do ser humano. E por isso a humanidade caminha na ignorância, e não pode alcançar o conhecimento enquanto não estiver disposta a possuí-lo e lutar por ele mesmo.... Pois a vontade é a primeira coisa que faz a graça de Deus fluir para o ser humano. Mas se a vontade quiser, então a fonte da graça se abre e o ser humano pode constantemente atrair e receber a água viva, a eterna verdade...._>Amém
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