Una misión inusual también requiere una formación inusual y esta es dada al ser humano por Dios Mismo, cuya alma se ofrece a Dios para esta misión. Esta extraordinaria tarea consiste en dar a los humanos un ejemplo vivo de la obra del Espíritu en los últimos días, en la próxima batalla de la fe, en darles pruebas de la conexión entre el mundo terrenal y el espiritual, de la conexión directa de Dios con los humanos en la Tierra. Esta no es una tarea fácil, porque los humanos tienen que trabajar duros en sí mismos para alcanzar un grado de madurez que permita esta prueba. Debe vivir de acuerdo con la voluntad de Dios para poder ser utilizado como Su instrumento, y debe absorber un gran conocimiento para poder testificar el amor, la sabiduría y la omnipotencia de Dios.
La enseñanza de este conocimiento sucede a través de instrucciones regulares, que el ser humano tiene que aceptar con total libertad. Tiene que querer, es decir, desear la sabiduría de Dios, de lo contrario no se la puede ofrecer. Por lo tanto, la misión depende completamente de su libre albedrío, y es esta voluntad que permite al ser humano llevar a cabo la tarea que se le ha encomendado, porque sólo una voluntad fuerte se mantendrá firme y perseguirá constantemente si objetivo en el periodo final de la lucha de fe, El conocimiento que se presenta al humano en nombre de Dios y por Dios Mismo le da un conocimiento claro del principio original y del fin de toda obra de creación y por tanto también del ser humano mismo.
Pero tan pronto como el ser humano se encuentra en la cognición, se esfuerza por Dios y, a través de una vida en amor, se conecta con Él. Y ahora la luz una la fuerza fluyen hacia él.... el Espíritu de Dios puede obrar en el ser humano, entonces el ser humano mismo puede dar testimonio del amor , la sabiduría y la omnipotencia de Dios. Pero tal testimonio puede ayudar a los incrédulos a creer. Y este es el propósito, es la tarea que corresponde al ser humano que es entrenado por Dios Mismo para su misión. Debe usar todo su conocimiento y cognición para convertir la incredulidad en fe transmitiendo su conocimiento, sirviendo como ejemplo a sus semejantes de los éxitos que puede traer una vida de fe y de cuán cerca puede llegar un humano a Dios si él se mantiene en la fe correcta, es decir, que también vive lo que exige la fe correcta.
Para demostrar convincentemente la verdad al semejante, un ser humano mismo debe ponerse como ejemplo, debe ser capaz de establecer una conexión con Dios en cualquier momento y el éxito de dicha conexión debe ser evidente para su semejante, entonces le será fácil creer, y esta es una ayuda extraordinaria para los incrédulos que Dios concede a quienes sólo escuchan a Sus siervos y no los rechazan sin ser escuchados.
Y, sin embargo, es una misión que requiere una voluntad fuerte, porque para alcanzar este grado de madurez que le permita ser apto para esta obra como verdadero siervo de Dios, debe esforzarse constantemente hacia arriba, debe dejar que su voluntad se active continuamente, porque no es influenciado u obligado a adquirir un conocimiento en contra su voluntad, sino que debe adquirirlo por sí mismo, debe esforzarse por cada instrucción divina con total libre albedrío, pedirla y ponerse en un estado en el que pueda escuchar la voz de Dios. Es un proceso extraordinario, pero también extraordinariamente eficaz si tan sólo se presta atención al respecto. La voluntad del ser humano le aporta conocimiento, y este conocimiento a su vez, debe estimular la voluntad de sus semejantes para alcanzar el mismo estado de madurez espiritual.
Los humanos sólo pueden ser puestos en un estado de luz a través de la transmisión de las sabidurías del reino espiritual, porque la luz viene de los cielos, pero la Tierra permanece en la oscuridad mientras la luz de los cielos no la toque. La oscuridad es ignorancia, la oscuridad es un estado sin ningún conocimiento espiritual y por lo tanto un estado de distanciamiento de Dios, porque Dios Mismo es la luz, Dios es sabiduría y estar cerca de Dios significa cognición de la pura verdad.
Y esta verdad debe ser transmitida a los humanos alejados de Dios, para que la distancia de ellos a Dios puede reducirse.... siempre que el humano tenga la voluntad de acercarse a Él. Pero lo que actualmente se presenta de humano a humano en la Tierra ya no es la pura verdad, sino que a menudo está contaminada por enseñanzas erróneas y adiciones que no corresponden a la verdad. Como resultado el rayo de luz se nubla, ya no tiene el efecto de su poder original, es un crepúsculo en el que los humanos caminan, indecisos sobre el camino que deben tomar y difícilmente reconociendo el camino correcto.
Y es extremadamente difícil traer un rayo de luz brillante a este crepúsculo porque a los humanos no les gusta recibir un portador de luz, se sienten cómodos en su estado crepuscular y temen que un rayo de luz brillante puede revelar lo que les gustaría mantener oculto. Y es por eso que a un portador de luz lo caminos no serán muy bien aplanados, y si Dios Mismo no le llevará de la mano, su intento sería infructuoso, la luz se apagaría antes de que pudiera surtir efecto. Y es por eso que se necesita una voluntad fuerte, una conexión constante con Dios, la Luz eterna, una recepción constante de luz y poder en el libre albedrío y una creencia profunda e inquebrantable de que con la ayuda de Dios poder llevar a cabo esta misión.
Y Dios encuentra tal voluntad y una gozosa devoción hacia Él, allí también la transferencia del conocimiento del reino espiritual puede tener lugar, y todos los seres de luz espirituales están listos para transmitir este conocimiento, la verdad espiritual, a los humanos en nombre de Dios. Así que tenía que comenzar un trabajo que parecía extraordinario para los humanos en la Tierra, pero que también iniciaba una misión extraordinaria.... llevar a los humanos a la verdad pura, ofrecer algo puramente espiritual a los humanos de mentalidad terrenal para llevarlos a la cognición correcta. Este es un proyecto extraordinario y, sin embargo, debe emprenderse para llevar la salvación a las almas descarriadas que no se cierran completamente a los efectos de los rayos de la luz antes de que llegue el fin, que es inminente....
amén
TraductorUma missão incomum também requer um treinamento incomum, e este é dado ao ser humano pelo próprio Deus, cuja alma se oferece a Deus para esta missão. Esta tarefa extraordinária consiste em dar às pessoas um exemplo vivo do funcionamento do espírito nos últimos dias, na próxima batalha de fé, de lhes dar provas da ligação entre o mundo terreno e o espiritual, da ligação direta de Deus com as pessoas na Terra. Esta não é uma tarefa fácil, pois o ser humano tem que trabalhar muito sobre si mesmo para atingir um grau de maturidade que permita esta evidência. Ele tem que viver segundo a vontade de Deus para poder ser usado como Seu instrumento, e tem que absorver grande conhecimento para poder testemunhar o amor, a sabedoria e a onipotência de Deus. A transmissão deste conhecimento acontece através de instruções regulares que o ser humano tem de aceitar por sua livre vontade. Ele deve querer, isto é, desejo, sabedoria de Deus, senão não pode ser-lhe oferecido. Por isso a missão depende inteiramente do seu livre arbítrio, e é essa vontade que agora também permite ao ser humano realizar a tarefa que lhe foi dada, pois só uma vontade forte se manterá firme e perseverante na sua meta nos últimos dias da batalha da fé. O conhecimento que é apresentado ao ser humano em nome de Deus e pelo próprio Deus lhe dá um claro conhecimento sobre o início e a meta final original de cada obra da criação e, portanto, também do próprio ser humano. Mas assim que o ser humano tem esse conhecimento, ele se esforça para Deus, e através de uma vida de amor, ele se une a Ele. E agora luz e força podem fluir para ele.... o espírito de Deus pode trabalhar no ser humano, assim o próprio ser humano pode testemunhar o amor, a onipotência e a sabedoria de Deus. Mas tal testemunho pode ajudar os incrédulos a acreditar. E este é o propósito, é a tarefa que cabe ao ser humano que é treinado pelo próprio Deus para a sua missão. Ele deve usar todo o seu conhecimento e discernimento para transformar a descrença em fé, transmitindo o seu conhecimento, servindo os seus semelhantes como um exemplo do sucesso que uma vida de fé pode resultar e do quanto o ser humano pode unir-se a Deus se tiver a fé certa, assim também vive o que a fé certa exige. Para provar impressionantemente a verdade aos semelhantes, uma pessoa deve ser capaz de se apresentar como exemplo, deve sempre ser capaz de estabelecer uma conexão direta com Deus, e o sucesso dessa conexão deve ser óbvio para os semelhantes, então será fácil para eles acreditarem, e isso é uma ajuda extraordinária para os incrédulos, que Deus concede àqueles que só escutam os Seus servos, assim não os rejeitam sem serem ouvidos. E, no entanto, é uma missão que requer uma forte vontade, pois para atingir esse grau de maturidade, que ele, como verdadeiro servo de Deus, seja adequado a essa obra, deve esforçar-se constantemente para cima, deve deixar que a sua vontade se torne constantemente ativa, pois não será influenciado ou forçado ao conhecimento contra a sua vontade, mas deve adquiri-la ele mesmo, deve esforçar-se por cada instrução divina de sua livre vontade, solicitá-la e colocar-se em um estado que lhe permita ouvir a voz de Deus. É um processo extraordinário que, no entanto, também é extraordinariamente eficaz se apenas for atendido. A vontade do ser humano lhe rende conhecimento, e esse conhecimento, por sua vez, pretende estimular a vontade do seu semelhante para alcançar o mesmo estado de maturidade espiritual.
As pessoas só podem ser colocadas em um estado brilhante transmitindo sabedoria do reino espiritual, pois a luz vem dos céus, mas a terra está na escuridão enquanto a luz dos céus não a tocar. Escuridão é ignorância, escuridão é um estado sem qualquer conhecimento espiritual e, portanto, um estado de afastamento de Deus, pois o próprio Deus é a luz, Deus é sabedoria, e, portanto, proximidade de Deus significa conhecimento da pura verdade. E assim esta verdade tem que ser transmitida a pessoas que estão distantes de Deus para que a sua distância de Deus seja assim reduzida.... desde que o ser humano tenha a vontade de se aproximar Dele. Mas o que atualmente é oferecido de pessoa para pessoa na Terra não é mais a pura verdade, em vez disso, muitas vezes é contaminado por ensinamentos errados e acréscimos que não correspondem à verdade. Como resultado, o raio de luz é turvado, já não tem a força do seu efeito original, é um crepúsculo em que as pessoas vagueiam, indecisas sobre o caminho que devem seguir e mal reconhecem o caminho certo. E é extremamente difícil trazer um raio de luz brilhante para este crepúsculo, pois as pessoas não gostam de aceitar um portador de luz, sentem-se confortáveis em seu estado de crepúsculo e temem que um raio de luz brilhante possa revelar o que gostariam de manter escondido. E, portanto, os caminhos de um portador de luz não serão muito pavimentados pelas pessoas, e se o próprio Deus não o conduzisse pela mão, sua tentativa não seria bem sucedida, a luz se extinguiria antes de poder exercer seu efeito. E é por isso que é necessária uma vontade forte, uma ligação constante com Deus, a luz eterna, uma recepção constante de luz e força no livre arbítrio e uma fé profunda e inabalável para poder levar a cabo esta missão com a ajuda de Deus. E onde Deus encontra tal vontade e uma devoção alegre a Ele, lá o suprimento de conhecimento do reino espiritual para a Terra também pode prosseguir, e todos os seres espirituais de luz estão dispostos a transmitir esse conhecimento, a verdade espiritual, para o ser humano em nome de Deus. Assim teve que começar um trabalho que parece extraordinário para as pessoas na Terra, mas que também inicia uma extraordinária missão.... de levar a pura verdade às pessoas, de oferecer algo puramente espiritual às pessoas de espírito terreno, a fim de assim guiá-las para a realização certa. Este é um empreendimento extraordinário e, no entanto, tem de ser enfrentado a fim de trazer salvação às almas em erro que não se fecham completamente ao efeito dos raios de luz antes do fim, que é iminente...._>Amém
Traductor