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La oración y el obrar en el amor son armas contra la tentación....

Podéis caer muy fácilmente como víctimas en manos del poder del mal si aflojáis en oración y en obras de amor. Porque él acecha cada debilidad para derribaros; Él aprovecha cada oportunidad para haceros pecador, y también lo consigue si os falta la fuerza que os aporta la oración y las obras de amor. Por lo tanto, nunca debéis sentiros seguros, porque el enemigo de vuestras almas también viene a vosotros bajo la máscara de un amigo, intenta conquistaros para tener un juego fácil con vosotros. Y si no prestéis atención, lo reconoceréis demasiado tarde y ya no podréis defenderos de sus astucias y engaños.

Pero la oración os protege de su poder, porque entonces os conectáis con Dios, construís un muro infranqueable contra el mal. Del mismo modo, la conexión con Dios se establece a través del obrar desinteresado en amor, que os proporciona directamente la fuerza de Dios y entonces ya no tenéis que temer al adversario. Y esta conexión con Dios a través de la oración y el obrar en amor nunca debe ser ignorada, incluso si el humano aparentemente no necesita ninguna fuerza. Porque el enemigo de las almas no abandona tan fácilmente sus vergonzosos planes, y lo que no puede lograr hoy, lo intenta lograr mañana, hasta que el hombre se debilita por las constantes tentaciones y se rinde casi sin resistencia si la fuerza de Dios no fluye hacia él.

Pero el ser humano siempre y constantemente puede elevar una oración sincera a Dios, y ésta nunca quedará sin ser escuchada, porque Dios no deja simplemente el alma de un humano a Su oponente, sino que Él también lucha por cada alma y trata de conquistarla para Sí Mismo. Por lo tanto, Él no permitirá que falte fuerza si sólo la voluntad humana la quiere recibir. Pero si la voluntad del humano para resistir es baja, entonces el oponente de Dios ha ganado el juego. Y el Señor os advierte al respecto, que le deis poder sobre vosotros, que os pongáis en su poder a través de actividades sin amor y que no consigáis poneros en contacto con Dios a través de la oración, porque entonces os hacéis la vida en la Tierra más difícil, porque entonces tenéis que defenderos constantemente y os faltan las fuerzas para hacerlo....

La vida es una lucha eterna, porque la luz lucha constantemente contra las tinieblas, y para vencer las tinieblas, el humano necesita la ayuda divina, fuerza divina, que le llegará en abundancia a través de la oración y la obra del amor. Y es por eso que siempre debéis en guardia, porque las intrigas de Satanás son peligrosas y él vencerá si el humano afloja en su lucha por alcanzar las alturas. Por tanto, estad vigilantes y permanecéis en oración, y el adversario de Dios siempre encontrará resistencia, porque entonces tendréis como fiel amparo a Dios Mismo, Que jamás os entregará al enemigo de vuestras almas....

amén

La preghiera e l’agire d’amore, le armi contro le tentazioni

Voi potete cadere facilmente vittima del potere del male, se cedete nella preghiera e nell’agire d’amore. Perché egli è in agguato in ogni debolezza per precipitarvi; egli sfrutta ogni occasione, per rendervi peccatori , e gli riesce anche, quando vi manca la forza che vi procura la preghiera e l’agire d’amore. Perciò non dovete mai sentirvi sicuri, perché il nemico delle vostre anime viene anche nella maschera dell’amico, egli cerca di conquistarvi, per avere un gioco facile con voi. E se non fate attenzione, lo riconoscete troppo tardi ed allora non potete più difendervi dalla sua astuzia e perfidia.

Ma la preghiera vi protegge dal suo potere, perché allora vi unite con Dio, erigete un muro insuperabile contro il male. Contemporaneamente viene stabilito un legame con Dio mediante l’agire d’amore disinteressato che vi apporta direttamente la Forza da Dio ed allora non avete più da temere l’avversario. E questo collegamento con Dio mediante la preghiera e l’agire d’amore non deve mai essere dimenticato, anche quando l’uomo apparentemente non necessita nessuna forza. Perché il nemico delle anime non rinuncia così facilmente ai suoi piani oltraggiosi, e quello che oggi non può raggiungere, lo tenta domani, finché l’uomo è diventato debole mediante i continui attacchi e si arrende quasi senza resistenza, se non gli affluisce la Forza di Dio.

Ma l’uomo può inviare sempre e continuamente una intima preghiera a Dio e questa non rimarrà mai inesaudita, perché Dio non lascia l’anima d’un uomo così facilmente al Suo avversario, perché Egli lotta pure per ogni anima e cerca di conquistarla per Sé. Di conseguenza non farà mancare la Forza, se soltanto la volontà umana l’accoglie. Ma se la volontà di resistenza dell’uomo è debole, allora l’avversario di Dio ha vinto il gioco. E di questo il Signore vi avverte, che gli concedete del potere su di voi, che vi date nel suo potere mediante l’agire disamorevole e che mancate di prendere contatto con Dio mediante la preghiera, perché allora voi stessi vi rendete la vita terrena difficile, perché vi dovete sempre difendere e per questo vi manca la forza.

La vita è un’eterna lotta, perché la Luce combatte costantemente contro l’oscurità, e per vincere l’oscurità, l’uomo ha bisogno dell’Aiuto divino, di Forza divina, che gli giungerà nella massima misura mediante la preghiera e l’agire d’amore. E perciò dovete sempre essere in guardia, perché il gioco d’illusione di Satana è pericoloso ed egli riporta la vittoria, se l’uomo cede nel suo tendere verso l’Alto. Perciò siate vigili e rimanete nella preghiera e l’avversario di Dio si scontrerà sempre contro la resistenza, perché allora avete Dio Stesso come la Protezione più fedele, il Quale non vi consegnerà mai e poi mai al nemico delle vostre anime.

Amen