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Bendición del don divino, la Palabra de Dios....

Una gran bendición se rebosará sobre aquellos humanos, que no se encierran a la gracia de Dios, que se dejan enseñar por la Palabra de Dios y se esfuerzan por ponerla en práctica. Porque a partir de ahora tendrán algo a la que puedan agarrarse, aunque la vida terrenal les resulte dura, sentirán alivio en todas partes; las cosas difíciles hasta cierto punto sólo les tocarán, por así decirlo, pero pronto serán superadas; Porque a través de la Palabra de Dios reciben conocimiento acerca del significado y el propósito del sufrimiento, saben acerca de la necesidad del mismo, pero también saben que nunca están desamparados a sí mismos, sino que tienen un ayudante constantemente a su lado que responderá a sus necesidades. La solicitud de ayuda siempre está lista. Y esta conciencia es una fe profunda, que siempre debe tener un efecto beneficioso.

Entonces sólo es necesario para prestar atención a los dones de arriba y entonces la bendición de los dones también se hará evidente, porque el ser humano que los recibe los seguirá transmitiendo y querrá introducir a muchos humanos en este conocimiento que él mismo ha recibido. Esto requiere primero una buena relación entre los humanos, y de ahí ya obtienen una ventaja espiritual, porque cultivan el amor, y el amor redime.... Pero entonces el ser humano también será fuerte, pase lo que pase. Sigue su camino sin inmutarse, incluso si quieren alejarle, siempre sabe que tiene como compañero al más Poderoso sobre el cielo y la Tierra y que ciertamente no es demasiado permanecer leal a Él, si se lucha contra Su Santo Nombre. Y este conocimiento le hará ir a la lucha con alegría....

Dios Mismo bendice a Sus trabajadores en la viña, los ayuda para que no se debiliten porque sólo tienen poco tiempo disponible y deben aprovecharlo para iniciar a muchos humanos en el plan de Salvación y Redención de Dios. Los habitantes de la Tierra difícilmente sentirán este influjo de gracia creciente hasta que hayan decidido aceptar la Palabra divina, pero entonces estarán completamente despiertos y podrán volver a ser activos para explicar la voluntad de Dios.

El caos del fin de los tiempos dividirá a muchos humanos y los colocará en una miseria terrenal que les parecerá casi insoportable. Y, sin embargo, al mismo tiempo se les ha puesto a sus disposición los mejores medios.... la Palabra de Dios.... Y esta Palabra divina logra el equilibrio, cura donde hay heridas, hay luz donde hay oscuridad, y da fuerza donde antes un sentimiento de debilidad hacia que la gente tuviera miedo del futuro. Y los humanos sentirán la bendición de la Palabra divina, porque ésta será la única salvación cuando todo amenace con hundirse. Pero el amor de Dios considera a los Suyos, es decir, a todos los que acuden a Él en momentos de necesidad.... Él Mismo les habla, y por tanto Su Palabra es una fuerza espiritual es capaz de desterrar todo, incluso lo más difícil en la Tierra.... Pues es Su irradiación, Su Espíritu que, por tanto, debe ser sentido beneficiosamente dondequiera que los humanos se abren voluntariamente a Él....

amén

Blessing of the divine gift, the word of God....

A great blessing will overflow people who do not close themselves off to God's grace, who allow themselves to be taught by the word of God and make an effort to put it into practice. For they will have a foothold from the start, they will feel relief everywhere even though earthly life is hard for them, the heaviness will only touch them to a certain extent but will soon be overcome. For through the word of God they receive knowledge of the meaning and purpose of suffering, they know about the necessity of it, but they also know that they are never helplessly left to themselves but have a constant helper at their side Who is always ready to respond to their plea for help. And this awareness is deep faith, which must always have a beneficial effect. Thus only the will is necessary to observe the gifts from above, then the blessing of the gifts will also become apparent, for the receiving person will pass them on and want to introduce many people to the knowledge he has received himself. This first requires a good relationship between people, and from such a relationship they already draw spiritual advantage, for they cultivate love, and love redeems.... But then the human being will also be strong, whatever comes over him. He will walk his path unwaveringly even if he is pushed away, he will always know that he has the most powerful One over heaven and earth as his companion and that it is truly not too much to remain faithful to Him if His holy name is fought against. And this knowledge will let him go joyfully into battle.... God Himself blesses His labourers in the vineyard, He helps them not to grow weary because they only have a short time at their disposal and should use it to initiate many people into God's plan of salvation and redemption. People on earth will indeed feel little of this influx of increased grace before they have decided to accept the divine word, but then they will become wide awake and they can be active again in enlightening God's will. The chaos of the end time will divide many people and put them into an earthly hardship which seems almost unbearable to them. And yet, at the same time the best means has been made accessible to them.... the word of God.... And this divine word brings about a balance, it heals where wounds have been inflicted, it gives light where there is darkness and it gives strength where previously a feeling of weakness made people look anxiously to the future. And the human being will feel the blessing of the divine word, for it will be the only salvation when everything threatens to perish. Yet God's love considers His own, i.e. all those who take refuge with Him in adversity.... He speaks to them Himself, and thus His word is spiritual strength which is able to banish everything, even the most difficult things on earth.... For it is His emanation, His spirit, which therefore has to be felt beneficially wherever the human being willingly opens himself to it....

Amen