• Volver

Voluntad para el bien.... Influencia de los seres de luz.... Máscara del adversario....

La voluntad de hacer el bien y de pertenecer a Dios es el único factor decisivo para que las fuerzas del bien se acerquen a los humanos y tratan de influir en ellos. Una voluntad que se aleja de Dios nunca atraerá hacia sí estas fuerzas, y las fuerzas malas nunca obtendrán poder sobre un ser humano que se esfuerza hacia Dios. Es tan comprensible que Dios no permita que este último caiga en poder del mal, que Él Mismo extienda Sus manos protectoras sobre quienes Lo anhelan. Los seres de luz son lo suficientemente poderosos como para alejar todo el mal de un humano que demuestra a través de sus pensamientos y voluntad que es adverso al mal.

Probablemente el poder del mal es grande, pero sólo gana control sobre el humano, cuando éste mismo se pone en sus manos a través de pensamientos y acciones que desafían a Dios, y luego se disfraza como una figura de luz para engañar a los humanos que a través de su voluntad aún son de espíritu oscuro y no reconocen al adversario bajo la máscara del bien. Pero quien se esfuerza por alcanzar a Dios no queda cegado por la ilusión. Él ve a través de la obra de aquel que es de las tinieblas.... porque los seres de luz lo aclaran sobre ello, iluminan su espíritu y le permiten comprender las debilidades y aflicciones de los humanos que son víctimas de este espíritu de engaño.

El ser humano que se esfuerza hacia Dios debe velar y orar constantemente para no caiga en tentación, y también se permite las tentaciones para probar su fuerza de voluntad, para fortalecer su fuerza de resistencia, pero Dios nunca permite que el tentador mismo se acerca al humano en una forma de tal manera, que éste ya no pueda reconocerlo si su pensamiento y sus deseos son legales. Y de la misma manera, los seres de luz forman un muro protector alrededor del humano terrenal que les ha sido confiado, que se entrega a su guía a través de un esfuerzo consciente hacia Dios. Por lo tanto, el poder del mal sobre él es escaso y sólo representa un peligro cuando el humano mismo decae en su esfuerzo y dirige su deseo hacia el mundo y sus bienes y alegrías.

Pero entonces comienza una lucha entre las fuerzas del bien y del mal por el alma de ser humano, y el poder de los seres de luz es verdaderamente mayor y protege al humano de la apostasía total. Pero la voluntad del humano mismo es siempre decisiva, y por eso no hay que temer al adversario de Dios, cuando esta voluntad apunta a Dios y la unificación con Él. La obra de las fuerzas de luz y de las tinieblas se puede distinguir claramente y por lo tanto también se puede reconocer por sus resultados, porque las fuerzas malas no se vuelven buenas y los seres de luz no influyen en los humanos para que actúen mal, y por eso reconoceréis por los frutos, bajo qué influencia se encuentra una persona, y por lo tanto también hay que reconocer una obra de luz, donde cada pensamiento de una persona está dirigido a un solo objetivo, el de servir a Dios y vivir según Su complacencia.

Porque sólo este esfuerzo ya deja reconocer dónde Dios Mis actúa, porque a través del deseo de Dios, el ser humano mismo atrae hacia sí la fuerza divina, y Dios no permite que la fe de aquel que confía completamente en Él sea avergonzada como lo demuestra a través de la oración íntima, a través de la caridad activa y una voluntad devota a Él....

amén

Will to do good - influence of the beings of light.... mask of the adversary....

The will to do good and to belong to God is the only decisive factor for good forces to approach a person and try to influence him. A will turned away from God will never draw these forces to itself, and evil forces will never gain power over a person striving towards God. It is so understandable that God does not allow the latter to fall prey to the power of evil that He Himself spreads His hands protectively over them who long for Him. The beings of light are powerful enough to ward off all evil from a person who demonstrates through his thoughts and will that he is averse to evil. The adversary's power is indeed great but he only gains control over the human being if the latter places himself into his hands by thinking and acting in opposition to God, and then he disguises himself as a figure of light in order to beguile people whose will is still of a dark spirit and who do not recognize the adversary under the mask of good. But the one who strives for God is not blinded by the deceptive light. He sees through the activity of the one who comes from darkness.... for the beings of light enlighten him about it, they illuminate his spirit and allow him to gain insight into the weaknesses and infirmities of people who fall prey to this deceptive spirit. The person striving towards God should indeed constantly watch and pray so that he does not fall into temptation, and temptations are also permitted in order to test his willpower, to strengthen his power of resistance, but God will never allow the tempter himself to approach the person in such a form that he can no longer recognize him if his thoughts and will are right. And in the same way the beings of light form a protective wall around the earthly human being entrusted to them, who abandons himself to their guidance by consciously striving towards God. The power of evil over him is therefore only slight and only then a danger when the human being himself lets up in his striving and turns his desire towards the world and its goods and pleasures. But then a struggle of good and evil forces starts for his soul, and the power of the beings of light is truly greater and protects the human being from complete apostasy. But the will of man himself is always decisive, and that is why the opponent of God does not need to be feared where this will is meant for God and the union with him. The activity of the forces of light and darkness can certainly be distinguished and thus also recognized by its results, for evil forces will not determine people's good actions and the beings of light will not determine people's evil actions, and therefore you will recognize by the fruits under which influence a person is and thus also have to acknowledge an activity of light where every thought of the human being only applies to the one goal of serving God and living according to His pleasure. For this striving alone already reveals where God Himself is at work, for through the desire for God the human being draws the divine strength to himself, and God will not let the faith of the one who fully trusts Him and proves this through heartfelt prayer, through active neighbourly love and a will devoted to Him come to nothing....

amen