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Tentaciones – Luchas Interiores – Pruebas de la voluntad....

Para poder perfeccionarse, el ser humano tiene que pasar por difíciles luchas interiores porque tiene que poner a prueba su fuerza de resistencia. La madurez espiritual sólo puede alcanzarse mediante la voluntad correctamente aplicada, y por lo tanto ésta tiene que ser proada una y otra vez, y esto requiere luchas del alma; los humanos tienen que afrontar luchas del alma que sólo tienen el propósito de ser superadas, para que el espíritu sea cada vez más libre. Se tiene que lograr el abandono de los propios deseos físicos, y sólo el alma debe desarrollarse, y por eso la voluntad debe ser fuerte, y la lucha constante contra uno mismo es una necesidad que requiere que el alma madure.

No es una tarea fácil, pero el cumplimiento, la victoria sobre uno mismo, es una recompensa, un éxito que vale todo el esfuerzo y la superación, porque el estado espiritual libre es tan feliz que el ser humano verdaderamente no ha renunciado a nada, sino que solo es el destinario, porque lo que da no tiene valor duradero, pero la libertad del espíritu le permanecerá para siempre. No se puede evitar estas luchas a los humanos, porque sólo a través de la lucha constante el alma se purifica y se fortalece, y sólo entonces es adecuada para el estado espiritual libre, que presupone una superación completa de la materia, de los deseos y anhelos terrenales.

Y una y otra vez la tentación tiene que acercarse al hombre para que demuestre su fuerza de resistencia, para que trabaje seriamente sobre sí mismo y deje actuar su voluntad.... Todo progreso espiritual consiste en superarse a sí mismo, ya sea en renunciar a los propios deseos frente a Dios o hacia su semejante, si el humano supera su deseo por amor a éste y hace un sacrificio. Siempre debe dejar su ego a un lado, debe luchar por las alturas, debe esforzarse por bienes espirituales y renunciar a toda alegría terrenal, entonces se esforzará conscientemente por alcanzar la perfección de su alma, entonces le resultará cada vez más fácil resistir toda tentación; los deseos y anhelos se volverán cada vez más débiles cuanto más victorioso sea sobre sí mismo.

Y el espíritu dentro de él se vuelve cada vez más libre, porque ya nada lo retiene y puede esforzarse hacia arriba sin obstáculos. Las tentaciones de todo tipo son acantilados y obstáculos que tienen que ser superadas si queremos continuar por el camino correcto que conduce a la meta. Y habrá una cantidad de incentivos del mundo que harán que el humano ponga a prueba su voluntad; las luchas del alma tendrán que librarse una y otra vez para que la vida en la Tierra traiga un proceso constante y el alma pueda madurar a través de la propia resistencia. El objetivo no se puede lograr sin luchar; el humano siempre tiene que estar preparado para enfrentarse a su oponente, quien, a pesar de todas las tentaciones del mundo, siempre se acerca a él y trata de derribarlo....

El hombre tiene que estar constantemente en guardia para no sucumbir, y por tanto debe luchar sin cesar, hasta que se haya vencido a sí mismo....

amén

Temptations, inner struggles.... testing the will....

In order to be able to perfect himself the human being has to go through difficult inner battles because he has to test his strength of resistance in them. Spiritual maturity can only be attained through a correctly applied will, and therefore this must be tested time and again, and this requires soul struggles; the human being must be confronted by temptations which only have the one purpose of being overcome so that the spirit becomes increasingly freer. The giving up of one's own physical desires has to be achieved and only the soul is to unfold, and therefore the will has to be strong, and a perpetual struggle against oneself is a necessity which necessitates the maturing of the soul. It is not an easy task, yet the fulfillment, the victory over oneself, is a reward, a success which is worth all efforts and overcoming, for the free spiritual state is so blissful that the human being has truly given up nothing but is only the recipient, for what he gives is of no lasting value, but the freedom of spirit remains with him eternally. People cannot be spared these struggles, for only through constant struggle does the soul purify and steel itself, and only then is it suitable for the free spiritual state, which presupposes a complete overcoming of matter, of earthly desires and cravings. And therefore the temptation has to approach the human being time and again so that he proves his power of resistance, so that he seriously works on himself and lets his will become active.... All spiritual progress consists of overcoming oneself, be it by giving up one's own desires towards God or one's neighbor, if the human being overcomes his desire for the sake of the latter and makes a sacrifice. He must always put his ego aside, he must strive upwards, he must strive for spiritual good and renounce every earthly pleasure, then he consciously strives for the perfection of his soul, then it will become easier and easier for him to withstand every temptation; desires and cravings will become weaker and weaker the more he has become victorious over himself. And the spirit within him will become freer and freer, for nothing will hold him back and he will be able to strive upwards unhindered. Temptations of all kinds are cliffs and obstacles that must be overcome if the right path is to be continued, which leads to the goal. And the world will still provide the human being with manifold incentives to test his will, inner battles of the soul will have to be fought again and again if earthly life is to bring constant progress, if the soul is to be able to mature through its own resistance. The goal cannot be achieved without a fight, the human being must always be prepared to face his adversary who, in all the temptations of the world, approaches him time and again and tries to make him fall.... Man must constantly be on his guard lest he succumb, and therefore he must fight without ceasing until he has defeated himself....

amen