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Enseñanza de amor de Cristo.... Representantes correctos.... Lucha de fe....

Las palabras de fe y de amor deben ser presentadas por aquellos que estén en la cognición ellos mismos, si deben tener un efecto en sus semejantes, de lo contrario no tendrían fuerza y se desvanecerían en sus oídos. Y por eso el Evangelio sólo puede ser presentado por ellos, porque sólo ellos son capaces de dar fuerza a las palabras, porque ellos mismos se han convertido en destinarios de la fuerza a través de la cognición que se les ha impartido. Y esa es la característica de un verdadero representante de Cristo en la Tierra: que puede explicar claramente todas las correlaciones cuando los humanos exigen explicaciones, que puede justificar todo y sus razones irradian sabiduría, mientras que los falsos representantes de Cristo, que ellos mismos no están en el conocimiento y sólo se apegan al conocimiento de los libros, que en la mayoría de los casos carece de correlaciones.

Sin embargo, tan pronto como ellos mismos estén penetrados por la verdad de lo que predican, las palabras de fe y de amor caerán también en terreno fértil, si el amor al prójimo determina a proclamar la enseñanza de amor de Cristo. No se trata tanto de las apariencias sino de educar al amor, porque sólo a través de la obra del amor se puede llegar a la fe, a la verdad y, por tanto, a la cognición, siempre que no se opone a este último aferrándose obstinadamente a una doctrina falsa a pesar de la presión interna de rechazarla. Se debe proclamar el Evangelio a los humanos, se debe acercar a ellos la Enseñanza pura del amor de Cristo.... pero lo que se les ofrece en este momento innegablemente ya no es la Enseñanza simple, clara y comprensible que el Mismo Jesucristo les dio a los humanos en la Tierra, sino que todo lleva el sello del pensamiento terrenal.

Lo Divino se ha entremezclado con elementos humanos, lo espiritual se ha vinculado con objetivos terrenales, y así se ha formado una iglesia que tiene poco derecho a ser fundada por Jesucristo. Y la lucha siempre será contra el trabajo humano adicional, mientras que la Enseñanza de Cristo sobre el amor de cada denominación es el legado de Cristo, que siempre y para siempre será reconocido y, por lo tanto, también promovido. Cualquiera que vea todavía una organización en la Iglesia de Cristo aún no tiene la cognición correcta, pero aún puede ser un verdadero representante de Su Enseñanza de amor y obrar para la bendición de la humanidad, sólo que él mismo no puede madurar en el conocimiento y por lo tanto tampoco puede transmitir el conocimiento correcto a los semejantes.

No puede responder a las muchas preguntas que se plantean los humanos que luchan seriamente por Dios y por la verdad, una vez que ha comenzado el difícil momento de la lucha de la fe, que exige del humano una actitud clara, que sólo puede ganar mediante un conocimiento que corresponda a la verdad. El humano conocedor que pueda proporcionar a sus semejantes informaciones veraces de una manera comprensible tendrá mucho más éxito y tendrá más probabilidades de encontrar fe, una fe que esté convencida y que sobreviva a la severa agitación de la lucha de la fe; Porque sólo una convicción firme da a la persona la fuerza para perseverar hasta el final. Y la convicción sólo puede alcanzarse a través de la verdad pura, pero nunca a través de enseñanzas plagadas de error, incluso si son presentadas por personas creyentes, es decir, por personas que tienden hacia Dios, es decir, que tienen una voluntad dirigida hacia Dios.

El error siempre tendrá un efecto destructivo, mientras que la verdad tiene un efecto unificador, complementario y así incrementará el conocimiento. Y el conocimiento creciente da al hombre libertad espiritual, le da fuerza frente al mundo, y le asegura su ascenso a las alturas, le asegura un estado de madurez que nunca podrá ser alcanzado por aquellos que no están en la verdad, es decir, en la cognición correcta, carecen de fuerza y su lucha es mucho más difícil si tienen que demostrar su valía y defender su fe ante el mundo....

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Liebelehre Christi.... Rechte Vertreter.... Glaubenskampf....

Worte des Glaubens und der Liebe müssen dargeboten werden von denen, die selbst in der Erkenntnis stehen, sollen sie wirksam werden können an den Mitmenschen, ansonsten sie ohne Kraft sind und an den Ohren derer verhallen. Und darum kann das Evangelium nur von jenen dargeboten werden, denn sie allein sind fähig, den Worten die Kraft zu verleihen, weil sie selbst Kraftempfänger wurden durch die ihnen vermittelte Erkenntnis. Und das ist das Merkmal eines rechten Vertreters Christi auf Erden, daß er klar alle Zusammenhänge erläutern kann, sowie die Menschen Erklärung begehren, daß er alles begründen kann und daß seine Begründungen Weisheit ausstrahlen, während die falschen Vertreter Christi, die selbst nicht in der Wahrheit stehen, sich nur an Bücherwissen halten, das aber zumeist einen Zusammenhang vermissen läßt. Sowie sie jedoch selbst von der Wahrheit dessen, was sie predigen, durchdrungen sind, werden die Worte des Glaubens und der Liebe auch auf fruchtbaren Boden fallen, so die Liebe zum Nächsten den Menschen dazu bestimmt, die Liebelehre Christi zu verkünden. Es geht nicht so sehr um Äußerlichkeiten als um die Erziehung der Menschen zur Liebe, denn nur durch Liebeswirken gelangt der Mensch zum Glauben, zur Wahrheit und also auch zur Erkenntnis, so er sich letzterer nicht widersetzt durch zähes Festhalten an einer falschen Lehre trotz inneren Drängens, sie abzulehnen. Es soll den Menschen das Evangelium verkündet werden, die reine Liebelehre Christi soll ihnen nahegebracht werden.... doch was ihnen zur Zeit geboten wird, ist unstreitbar nicht mehr die einfache, klare und verständliche Lehre, die Jesus Christus Selbst auf Erden den Menschen gab, sondern alles trägt den Stempel irdischen Denkens. Das Göttliche ist mit menschlichem Beiwerk durchsetzt, das Geistige mit irdischen Zielen verbunden worden, und so ist eine Kirche gebildet worden, die nur wenig noch den Anspruch hat auf eine Gründung durch Jesus Christus. Und ständig wird der Kampf gelten dem zusätzlichen Menschenwerk, wohingegen die Liebelehre Christi einer jeden Konfession das Vermächtnis Christi ist, die immer und ewig anerkannt und also auch gefördert werden wird. Wer in der Kirche Christi eine Organisation sieht, der steht noch nicht in der rechten Erkenntnis, er kann aber dennoch ein echter Vertreter Seiner Liebelehre sein und zum Segen in der Menschheit wirken, nur kann er selbst nicht reifen im Wissen und also auch nicht das rechte Wissen den Mitmenschen vermitteln. Er kann nicht auf die vielen Fragen Antwort geben, die der ernstlich um Gott und die Wahrheit ringende Mensch stellen wird, so die schwere Zeit des Glaubenskampfes angebrochen ist, die von den Menschen eine klare Einstellung fordert, die er aber nur durch ein Wissen, das der Wahrheit entspricht, gewinnen kann. Der wissende Mensch, der eine wahrheitsgemäße Aufklärung den Mitmenschen verständlich bieten kann, wird ungleich mehr Erfolg haben, er wird eher Glauben finden, einen Glauben, der überzeugt ist und die schweren Wirren im Glaubenskampf überstehen wird. Denn nur eine feste Überzeugung gibt dem Menschen die Kraft, auszuharren bis zum Ende. Und die Überzeugung kann nur gewonnen werden durch die reine Wahrheit, niemals aber durch von Irrtum durchsetzte Lehren, selbst wenn sie von gläubigen Menschen dargeboten werden, d.h. von Menschen, die Gott zustreben, also Gott zugewandten Willens sind. Der Irrtum wird immer zersetzend wirken, während die Wahrheit zusammenfügend, ergänzend und also Wissen vermehrend sich auswirkt. Und vermehrtes Wissen gibt dem Menschen geistige Freiheit, es gibt ihm Kraft der Welt gegenüber, und es sichert ihm den Aufstieg zur Höhe, es sichert ihm einen Reifezustand, der niemals erreicht werden kann von denen, die nicht in der Wahrheit, d.h. in der rechten Erkenntnis, stehen. Ihnen mangelt es an Kraft, und ihr Ringen ist um vieles schwerer, so sie sich bewähren müssen, so sie für ihren Glauben eintreten sollen vor der Welt....

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde