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Creencia en la fuerza y el poder de Dios....

La creencia en la fuerza y el poder de Dios se ha convertido en un concepto vacío para las personas, de lo contrario llevarían una vida diferente. Pero así carecen por completo del temor de Dios. En la medida en que creen todavía en un Dios como fuerza creadora, esta Deidad está completamente alejada de ellas, porque piensan que son completamente independientes de ella. En consecuencia, tampoco temen que Dios pueda hacerlos responsables y que, por lo tanto, lleguen a sentir Su poder y fuerza, en la tierra o en el más allá.

Niegan cualquier conexión tan pronto como se les llama la atención de que Dios impone ciertas demandas a las personas que deben cumplirse. No creen ni en el poder ni en el amor de Dios, es decir, ni en un castigo ni en una recompensa por su vida terrenal. Solo reconocen la fuerza de Dios como el origen de la creación de la naturaleza.

Y cuanto menos esté representada la creencia en la fuerza y el poder de Dios entre la humanidad, menos también seguirá la enseñanza cristiana del amor, porque cada uno solo trata de hacer valer su propia fuerza y poder, porque se considera el ser supremo de la creación de la naturaleza y, por lo tanto, quiere mandar, quiere dominar lo débil, en la idea equivocado de que es dueño, tan pronto como se siente físicamente superior a su prójimo.

Al creer en la fuerza y el poder de Dios, el hombre se sentiría pequeño igual que sus semejantes, lo que lo impulsa a ayudarlo como hermano y no a elevarse por encima de él como señor. Solo muy pocas personas se sienten dependientes de un ser extremadamente fuerte y poderoso, y estas también se someten conscientemente a Él. Se entregan a Su guía y ahora también son dirigidos por su voluntad.... mientras que los incrédulos siempre dejan que su propia voluntad gobierne, es decir, se mantienen apartados, es decir, mantienen su resistencia a Dios porque no lo reconocen.

Dios se revela a ellos trayendo siempre y constantemente Su fuerza y poder para soportar lo que rodea al hombre y también en el hombre mismo. Porque nada existiera sin el poder de Dios y nada podría suceder sin Su poder.... Y el hombre tendría que reconocer solo por esto que no puede negar este poder y la fuerza de un ser superior, porque él mismo no es capaz de crear nada de sí mismo de lo que le rodee.

Pero él ignora esta clara evidencia, o se imagina a sí mismo como un ser humano completamente aislado de la fuerza creativa. Él no reconoce que Ella también agarra a él, no reconoce ninguna Entidad con la que él mismo esté en conexión inseparable. Y es por eso que Dios lo considera también como alejado de Él y no puede volver Su irradiación de amor hacia él, pero a veces le deja sentir Su poder para que aprenda a reconocerlo....

Pero esto también ocurra siempre dentro del marco de la naturaleza, para que el hombre no se vea obligado a creer. Siempre podrá encontrar una explicación puramente natural cuando el poder y la fuerza de Dios se expresen en él de tal manera que su propio poder y fuerza sean sacudidos. Y, sin embargo, esta creencia es absolutamente necesaria si el hombre quiere llevar una vida en la tierra de acuerdo con la voluntad de Dios. Porque sólo cuando reconoce a una Entidad muy por encima de él, Que es perfecto en todo y Que, por lo tanto, también debe ser extremadamente poderoso y fuerte, busca conformarse a Ella a través del esfuerzo espiritual. Se esfuerza para llegar a la cima porque se ve parado en la profundidad y trata establecer una conexión con Ella para poder recibir de Ella fuerza que le facilite este ascenso....

Por eso lleva un estilo de vida que corresponde a la voluntad de Dios. Porque desde cree, no solo teme a la Deidad eterna, sino que La ama y trata de hacerse digno de Su amor.... Tan pronto como se esfuerza por Dios, Su amor se apodera de él y Se revela a la gente como amor eterno, Que lo anhela como criatura suya....

Amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Glaube an die Kraft und Macht Gottes....

Der Glaube an die Kraft und Macht Gottes ist den Menschen ein leerer Begriff geworden, ansonsten sie ein anderes Leben führen möchten. So aber geht ihnen die Gottesfurcht völlig ab. Soweit sie noch an einen Gott glauben als erschaffende Kraft, steht ihnen doch diese Gottheit gänzlich fern, weil sie selbst sich völlig unabhängig von Ihr wähnen. Folglich fürchten sie auch nicht, daß Gott sie zur Rechenschaft ziehen könnte und sie also Seine Macht und Kraft zu spüren bekommen, auf Erden oder im Jenseits. Jegliche Verbindung leugnen sie, sowie sie ernstlich darauf aufmerksam gemacht werden, daß Gott gewisse Forderungen an die Menschen stellt, die erfüllt werden müssen. Sie glauben weder an die Macht noch an die Liebe Gottes, d.h. weder an eine Strafe noch an eine Belohnung für ihr Erdenleben. Die Kraft Gottes erkennen sie nur an als Ursprung der Naturschöpfung. Und je weniger der Glaube an die Kraft und Macht Gottes unter der Menschheit vertreten ist, desto weniger wird auch die christliche Liebelehre befolgt werden, denn ein jeder sucht nur seine eigene Macht und Kraft zur Geltung zu bringen, weil er sich in der Naturschöpfung für das höchste Wesen hält und also gebieten will, d.h. sich das Schwache untertan machen möchte, in der falschen Vorstellung, daß er Herr ist, sowie er sich körperlich dem Mitmenschen überlegen fühlt. Im Glauben an die Kraft und Macht Gottes würde der Mensch sich klein fühlen und seine Mitmenschen gleichfalls, was ihn veranlaßt, diesem zu helfen als Bruder und sich nicht über ihn als Herr zu erheben. Nur die wenigsten Menschen fühlen sich abhängig von einem Wesen, Das überaus macht- und kraftvoll ist, und diese unterwerfen sich Ihm auch bewußt. Sie geben sich Seiner Führung hin und werden nun auch gelenkt von Seinem Willen.... während die Glaubenslosen immer ihren eigenen Willen walten lassen, sich also absondern, d.h. ihren Widerstand gegen Gott aufrechterhalten, weil sie Ihn nicht anerkennen. Gott gibt zwar Sich ihnen zu erkennen, indem Er stets und ständig Seine Kraft und Macht zur Geltung bringt in allem, was den Menschen umgibt und auch im Menschen selbst. Denn nichts wäre ohne Gottes Kraft, nichts könnte geschehen ohne Seine Macht.... Und es müßte der Mensch daraus allein schon erkennen, daß er diese Macht und Kraft eines höheren Wesens nicht ableugnen kann, denn er selbst vermag nichts aus sich selbst heraus zu schaffen, was ihn umgibt. Er geht aber über diesen klaren Beweis hinweg, oder aber er wähnet sich selbst als Mensch als völlig isoliert stehend von der erschaffenden Kraft. Er erkennt nicht an, daß Sie auch ihn erfaßt, er erkennt keine Wesenheit an, mit Der er selbst in unlöslicher Verbindung steht. Und darum betrachtet auch Gott ihn als Ihm fernstehend, und Er kann ihm Seine Liebesausstrahlung nicht zuwenden, jedoch Seine Macht läßt Er ihn mitunter fühlen, auf daß er Ihn erkennen lerne.... Doch auch dieses wird immer im Rahmen der Naturmäßigkeit vor sich gehen, so daß der Mensch nicht gezwungen ist zum Glauben. Er wird stets auch eine rein natürliche Erklärung finden können, wenn die Macht und Kraft Gottes an ihm sich so äußert, daß seine eigene Macht und Kraft erschüttert wird. Und doch ist dieser Glaube unbedingt nötig, will der Mensch ein Erdenleben führen dem Willen Gottes entsprechend. Denn erst, wenn er eine hoch über ihn stehende Wesenheit anerkennt, Die in allem vollkommen ist und Die darum auch überaus macht- und kraftvoll sein muß, sucht er durch geistiges Streben sich Ihr anzugleichen. Er strebt zur Höhe, weil er sich in der Tiefe stehend erkennt, er sucht die Verbindung mit Ihr herzustellen, um von Ihr Kraft entgegennehmen zu können, die diesen Aufstieg erleichtert.... Er führt also einen Lebenswandel, der dem Willen Gottes entspricht. Denn da er glaubt, fürchtet er die ewige Gottheit nicht nur, sondern er liebt Sie und suchet sich Ihrer Liebe würdig zu machen.... Sowie er Gott anstrebt, wird er von Seiner Liebe erfaßt, und Er offenbart Sich den Menschen als ewige Liebe, Die nach ihm als Ihrem Geschöpf verlangt.

Amen

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This is an original publication by Bertha Dudde