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Disminuida obra del Espíritu...

El poder del Espíritu obra constantemente mientras el hombre se siente atraído por Deidad eterna, es decir, mientras desee conectarse íntimamente con Dios y recibir Su gracia. Sin embargo, el poder del Espíritu es igualmente efectivo, porque el deseo en las personas también se expresa de manera diferente. El fuerte deseo por amor a Dios no deja lugar para ningún otro pensamiento en el corazón y, por lo tanto, el Espíritu de Dios también puede llenar el corazón porque se le permite entrar en éste sin obstáculos. Pero tan pronto como el deseo se debilita, es decir, el ser humano lleva pensamientos mundanos en su corazón además del deseo de Dios, se ponen límites a la obra del Espíritu... por lo tanto no puede obrar sin obstáculos y, por lo tanto, tampoco se siente que sea extraordinariamente eficaz.

Pero su obra sigue siendo eficaz, aunque el ser humano presta más atención al mundo que a Dios... Pero una vez que el Espíritu de Dios está activo, los deseos mundanos nunca prevalecerán, porque el ser humano ya no quiere prescindir del don divino y lucha una y otra vez hasta la devoción sin límites a Dios. El alimento espiritual satisface al ser humano mucho más que el cumplimiento por el mundo, y por eso será, quien una vez haya recibido alimentación espiritual siempre tendrá hambre por ella, aunque el mundo con sus tentaciones se pone siempre en primer lugar y quiere debilitar al ser humano. El contacto con el mundo espiritual que se establecerá a través de un íntimo deseo a Dios, es la fuente de la más profunda sabiduría, y una vez que haya bebido de ella, nada más le satisface por completo y, por lo tanto, siempre tendrá sed de esta agua, y tan pronto como tenga sed también será refrescado de la fuente de la vida externa...

Dios no deja en la necesidad espiritual a los hombres que lo anhelan, pero a veces les permite sentir la necesidad para aumentar el anhelo por Él para que el Espíritu pueda expresarse nuevamente con más fuerza, porque Dios sabe del estado de alma de cada persona individual y, por lo tanto, también reconoce la debilidad del alma y el aflojamiento del hambre espiritual, y por eso deja que el ser humano pase hambre a veces para hacerle ver su necesidad, si desprecia la gracia del Padre celestial. Y en tal necesidad el , el niño huye de nuevo al Padre, y establece el vínculo con Él aún más íntimamente. Y el poder y la gracia de Dios fluirán hacia él nuevamente, y no hay límites puestos para la obra del Espíritu...

amén

Diminished work of the spirit....

The power of the spirit is constantly at work as long as the human being feels drawn to the eternal deity, i.e. as long as he has the desire to intimately connect with God and receive His grace. However, the power of the spirit is not always equally effective because the desire in the human being is also expressed to varying degrees. The strong desire to love God leaves no room for any other thought in the heart, and therefore the spirit from God can also fill the heart because it is granted unhindered access to it. However, as soon as the desire is weakened, i.e. the person also has worldly thoughts in their heart in addition to the desire for God, the work of the spirit is restricted.... it cannot work unhindered and is therefore not felt to be exceptionally effective. But its work remains until man pays more attention to the world than to God.... But once the spirit from God is effective, worldly desires will never prevail, for the human being no longer wants to miss the divine gift and repeatedly struggles to devote himself to God without restraint. spiritual food satisfies man far more than fulfilment through the world, and therefore anyone who has once received spiritual food will hunger for it, even if the world with its temptations repeatedly pushes its way forward and wants to make man weak. Contact with the spiritual world, which is established through heartfelt desire for God, is the source of deepest wisdom for man, and once he has drawn from it, nothing else will satisfy him completely, and therefore he will thirst for this water again and again, and as soon as he thirsts, he will also be fed from the fountain of eternal life.... God does not leave people in spiritual adversity who long for Him, yet at times He allows them to feel the adversity in order to increase their desire for Him so that the spirit can express itself more strongly again, for God knows the state of every individual person's soul and thus He also recognizes the soul's weakness and the decrease in spiritual hunger, and thus He allows the human being to go hungry at times in order to make him aware of his adversity if he disregards the heavenly father's grace. And in such adversity the child flees to the father again and establishes an even closer bond with Him. And God's strength and grace will flow to him again and there are no limits to the working of the spirit....

Amen