La obra del espíritu en el ser humano no se reconoce, aunque el humano es creyente, porque le resulta inconcebible que Dios Mismo se exprese de manera obvia. Ciertamente cree en Su omnipotencia y en Su amor.... cree que Dios puede hacer todo lo que Él quiere.... pero no cree que Él lo hará.... no cree que Dios pueda hacer lo que quiera.... no cree que Dios quiera establecer la conexión con los humanos y que Él quiere comunicarse con ellos. Si permitiera que esta fe cobrara vida en él, entonces Su obra también le sería comprensible.
Además no cree que Dios utilice un ser humano que no está iniciado en las enseñanzas divinas y reclama el derecho de recibir Sus revelaciones para sí mismo. Pero sólo se le pueden dar revelaciones divinas cuando cree que Dios Se a los humanos. Porque sólo la fe hace posible la obra del espíritu en el ser humano. Sólo a unos pocos humanos es comprensible que Dios sólo obra en el humano que cree en Él....
Esta es una enseñanza que recibe muy poca atención y por tanto elimina la obra del espíritu en el ser humano. Rara vez una persona escucha para ver si oye la voz de Dios dentro de sí misma.... Y como no escucha, Dios tampoco hablará, y por lo tanto Su obra espiritual no puede ser revelada. Aunque el humano sea informado de esto, no lo intenta porque no lo cree, y por lo tanto no puede oír la voz de Dios, aunque su forma de vida sea al agrado de Dios.... aunque no se le pueda negar su dignidad.... Si no escucha en su interior, el Espíritu de Dios no se da a conocer.
Y sólo escuchará cuando crea plenamente que Dios le habla. Dios es la Palabra.... pero la Palabra quiere ser escuchada, y sólo puede ser eficaz cuando es escuchada. Pero para poder oírlo, la voluntad debe aceptar escuchar. Pero cuando esta voluntad falla, Dios no puede expresarse a menos que quiera poner en peligro la libre decisión del humano. Depende, pues, de la voluntad del ser humano que el Espíritu de Dios pueda hacerse eficaz en él, pero la voluntad activa es sólo el resultado de la fe....
Dios puede hacer todo lo que quiera y quiera todo lo que sirva al humano para la salvación de su alma. Si el Espíritu de Dios ahora obra en el humano, le hace conocer la voluntad divina, y el cumplimiento de esta voluntad traerá siempre la salvación al alma. En consecuencia, la obra del Espíritu se basa en el amor infinito de Dios.
Este amor hará todo lo posible para ayudar a madurar el alma del ser humano. Dios siempre lo querrá y hará realidad Su voluntad en virtud de Su omnipotencia. Pero sólo el humano cree plenamente cuando reconoce el amor infinito de Dios y Su omnipotencia y sabiduría, y entonces le será fácil reconocer la obra del Espíritu en el ser humano en forma de revelaciones divinas. Y sólo cuando puede creer eso, él mismo puede recibir tales revelaciones, tanto mentalmente como audiblemente.... Porque entonces, también el Espíritu de Dios actúa en él, porque es creyente....
amén
TraductorDas Wirken des Geistes im Menschen wird nicht anerkannt, wenngleich der Mensch gläubig ist, weil es ihm unvorstellbar ist, daß Gott Selbst Sich äußert in offensichtlicher Weise. Er glaubt wohl an Seine Allmacht und an Seine Liebe.... er glaubt, daß Gott alles kann, was Er will.... aber er glaubt nicht, daß Er will.... er glaubt nicht, daß Gott die Verbindung herstellen will mit den Menschen und daß Er Sich ihnen mitteilen will. Würde er diesen Glauben in sich lebendig werden lassen, dann wäre ihm auch Sein Wirken verständlich. Er glaubt ferner nicht, daß Gott Sich eines Menschen bedienet, der uneingeweiht ist in die göttliche Lehre, und er nimmt das Recht, Seine Offenbarungen entgegenzunehmen, für sich in Anspruch. Er kann aber erst dann bedacht werden mit göttlichen Offenbarungen, wenn er es glaubt, daß Gott Sich den Menschen offenbart. Denn erst der Glaube macht das Wirken des Geistes im Menschen möglich. Daß Gott im Menschen wirkt, der an Ihn glaubt, ist nur wenigen Menschen verständlich.... Es ist dies eine Lehre, die sehr wenig beachtet wird und deshalb das Wirken des Geistes im Menschen ausschaltet. Es wird selten ein Mensch lauschen, ob er die Stimme Gottes in sich vernimmt.... Und da er nicht horchet, wird Gott auch nicht reden, und also kann Sein Geisteswirken nicht offenbar werden. Selbst wenn der Mensch davon in Kenntnis gesetzt wird, macht er nicht den Versuch, weil er nicht glaubt, und er kann daher die Stimme Gottes nicht vernehmen, wenngleich sein Lebenswandel ist vor Gott.... wenngleich ihm die Würdigkeit nicht abgesprochen werden kann.... So er nicht lauschet nach innen, gibt sich der Geist aus Gott nicht kund. Und lauschen wird er erst, wenn er vollgläubig ist, daß Gott zu ihm spricht. Gott ist das Wort.... das Wort aber will vernommen werden, und es kann erst dann wirksam sein, wenn es angehört wird. Um es aber hören zu können, muß der Wille sich bereit erklären zu horchen. Wo dieser Wille aber versagt, dort kann Gott Sich nicht äußern, will Er nicht die freie Entscheidung des Menschen gefährden. Vom Willen des Menschen also ist es abhängig, ob der Geist aus Gott in ihm wirksam werden kann, der tätige Wille aber ist erst die Folge des Glaubens.... Gott kann alles, was Er will, und Er will alles, was dem Menschen dient zum Heil seiner Seele. Wirkt nun der Geist Gottes im Menschen, so gibt Er ihm den göttlichen Willen kund, und das Erfüllen dieses Willens wird immer der Seele zum Heile gereichen. Folglich ist das Wirken des Geistes begründet in der unendlichen Liebe Gottes. Diese Liebe wird alles tun, um dem Menschen zu helfen, daß seine Seele ausreife. Es wird Gott immer wollen und Seinen Willen auch zur Ausführung bringen kraft Seiner Allmacht. Es ist der Mensch aber erst dann vollgläubig, wenn er die unendliche Liebe Gottes und Seine Allmacht und Weisheit anerkennt, und dann wird es ihm ein leichtes sein, das Wirken des Geistes im Menschen in Form göttlicher Offenbarungen anzuerkennen. Und erst, wenn er dies glauben kann, ist er selbst fähig, solche Offenbarungen entgegenzunehmen, sowohl gedanklich als auch hörbar.... Denn dann wirket auch in ihm der Geist aus Gott, weil er gläubig ist....
Amen
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