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Aversión al alimento espiritual.... Obstáculo....

Enormes obstáculos aparecen ante el alma si el ser humano tiene aversión al alimento espiritual. Él amontona el baluarte cada vez más alto que se supone debe desmantelar, y esto se manifiesta en una mundanidad cada vez mayor, en un gran interés por todo lo mundano, mientras que al alma se presta escasa atención. Estas personas pasan la mayor parte de su vida en la inactividad del espíritu, porque utilizan todo su pensamiento sólo en lo que es tangible para ellos y se aferran a ello con extrema tenacidad, sin considerar que todo termina con su partida de este mundo.

Consideran inútil o infructuoso preocuparse por la salvación de su alma, o se aferran a creencias falsas o adoración falsa y están convencidos de su infalibilidad, de modo que creen que no necesitan instrucción. Y lo que ahora se les podría ofrecer para su alma, lo dejaron pasar desapercibido.... Eso deprime el alma y se adormece con placeres elegidos por si misma a los que no se puede atribuir ningún valor espiritual. Y así llegará la hora de la muerte y con ella la comprensión de haber rechazado la gracia más grande que el Señor concedió a los hombres.

Esta comprensión es extremadamente amarga, porque lo que sucedió nunca puede revertirse y, por lo tanto, no se puede dar al alma posteriormente un grado de madurez si el tiempo en la tierra no se aprovechó en la medida de lo posible. El Señor conduce a cada hombre hacia la proximidad de la obra divina; es siempre el hombre mismo que decide si aprovecha esta oportunidad y por tanto madura espiritualmente o no se da cuenta y permanece espiritualmente en el mismo nivel. Y si los hombres quisieran considerar esto, que entran al más allá sin estar preparados, por así decirlo, y luego piensan en los muchos días que podían haberles traído un progreso espiritual su hubieran estado dispuestos, entonces ahora tendrían que reunir toda su fuerza de voluntad para aprovechar todas las oportunidades que se les presenten.

Porque es difícil recuperar algo que el ser humano perdió en la tierra, aunque en el más allá el alma todavía dispone de oportunidades para alcanzar niveles más altos. Pero nunca es posible alcanzar la perfección en poco tiempo que la vida en la tierra puede brindar a un hombre dispuesto. Sólo aquellos que continúen esforzándose, es decir, que consideren primero su alma antes de hacerle algo a su cuerpo, podrá alcanzar un nivel muy alto en la tierra, mientras que en el más allá se requiere un tiempo inimaginable largo para eso. Porque la vida en la tierra es una gracia para el hombre, le ha sido concedida para la completa redención del alma pero no siempre se utiliza de tal manera para que el hombre pueda entrar en el reino de la luz inmediatamente después de su muerte, que promete una dicha inesperada.

Lo que el hombre no quiso escuchar en la tierra, tendrá que aceptarlo en el más allá si no quiere permanecer inactivo en el nivel más bajo como un espíritu imperfecto y depender de la misericordia de los seres de luz o de las oraciones de los seres humanos que aún están en la tierra.... Y este es el destino de aquellos que rechazan lo que se les ofrece desde arriba y que no hacen ningún intento por mejorar su estado del alma, porque se enfrentan a una tarea casi insuperable cuando finalmente les llega el conocimiento....

amén

Aversão ao alimento espiritual.... Obstacle....

Enormes obstáculos são colocados à frente da alma se o ser humano tem aversão ao alimento espiritual. Ele amontoa o baluarte cada vez mais alto, que no entanto deveria remover, e isso se manifesta em uma mundanização cada vez maior, em profundo interesse por tudo o que é terreno, enquanto a alma é apenas pouco pensada. Tais pessoas passam a maior parte de suas vidas em inatividade espiritual, pois só gastam todos os seus pensamentos em coisas tangíveis e se apegam a elas com extrema tenacidade, não considerando que tudo chegará ao fim com sua partida deste mundo. Eles chamam a preocupação pela salvação da alma de inútil e infrutífera, ou se apegam à fé falsa e ao serviço falso e estão convencidos de sua infalibilidade, de modo que acreditam que não precisam de nenhum ensinamento. E o que lhes poderia ser oferecido pelas suas almas, eles deixam passar despercebidos. Isso deprime a alma e ela se entorpece com prazeres escolhidos por si mesma, que não têm qualquer valor espiritual. E assim chegará a hora da morte e com ela a realização de que rejeitou a maior graça que o Senhor concedeu ao povo. Esta realização é extremamente amarga, pois o evento nunca pode ser revertido, e assim a alma também não pode receber um grau de maturidade retrospectivamente se o tempo na Terra não foi utilizado na medida do possível. O Senhor conduz cada ser humano à proximidade da atividade divina, o próprio ser humano é sempre o fator decisivo para se beneficiar dessa oportunidade e assim amadurece espiritualmente ou não se dá conta dela e assim permanece espiritualmente no mesmo nível. E se as pessoas tivessem de considerar que entram no além despreparadas, por assim dizer, e depois pensassem nos muitos dias que lhes poderiam ter trazido progresso espiritual, se apenas tivessem estado dispostas, teriam agora de invocar toda a sua força de vontade para fazer uso de todas as oportunidades. Pois é difícil compensar o que o ser humano perdeu na Terra, embora a alma ainda tenha oportunidades de ascender no além. Mas nunca é possível alcançar a perfeição em um curto espaço de tempo, que a vida terrena pode ganhar uma pessoa disposta. Somente alguém que se esforça continuamente, ou seja, que primeiro considera a sua alma antes de fazer algo ao seu corpo, será capaz de alcançar um nível muito alto na Terra, o que levará um tempo inconcebivelmente longo no além. Pois a vida terrena é uma graça para o ser humano, foi-lhe concedida para a redenção completa da alma, mas nem sempre é utilizada de modo tal que o ser humano possa entrar no reino da luz imediatamente após a sua morte, que promete delícias inimagináveis. O que o ser humano não quis ouvir na Terra terá de aceitar no além, se não quiser permanecer inactivo no nível mais baixo como espírito inacabado e depender da misericórdia dos seres de luz ou da oração das pessoas que ainda vivem na Terra.... E este é o destino daqueles que rejeitam o que lhes é oferecido de cima e não fazem qualquer esforço para melhorar o seu estado de alma, pois enfrentam uma tarefa quase intransponível quando a realização finalmente chega a eles....

Amém