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Divino maestro en la paciencia... Conocimiento... Palabra de Dios...

El que Me desea a Mí y a Mi Palabra encontrará una respuesta y contemplará Mi rostro, cuando haya llegado el momento. He aquí, hija Mía, que innumerables personas se dirigen a Mí en las tinieblas del espíritu, impulsadas por la más grave preocupación por sus vidas, y no dejaré que llamen en vano... cuánto más será escuchada la oración de los que quieren servirme en la tierra. Y por tanto, pon siempre con confianza tus peticiones a Mis pies y esté seguro de Mi ayuda... Siempre te enseñaré con la mayor paciencia, porque si Mi Palabra ha de conquistar seriamente el corazón de una persona debe enseñársela a ella una y otra vez... porque lo captáis bien pero, sin embargo, no podéis absorberlo tan pronto, porque la capacidad de absorberlo ya no es tan inherente al ser humano como lo era al principio. Vivís en Mi gracia cuando la pidáis, y esta gracia fortalece vuestra voluntad... os llega el poder que estáis activos en Mi nombre... pero todo lo humano que hay en vosotros debe desarrollarse lo mejor que se pueda y debéis saber de la Palabra de Dios y reconocerla intelectualmente si también queréis enseñar esta Palabra a vuestros semejantes.

Y por eso estoy siempre listo para vosotros con paciencia incansable y os enseño en siempre nueva forma tanto tiempo hasta que estéis penetrados por Mi Espíritu y hayáis captado Mi Palabra completamente. Por eso no permitáis que la tibieza se apodera de vosotros sino desead mi Palabra y con ella Mi amor sin cesar, y si recibís, escucháis la voz del amor hacia vosotros, y sabed, que Me esfuerzo constantemente por vosotros, hijita Mía, y os entreno como Mis fuerzas armadas...

Durante el tiempo en la tierra quiero aumentar vuestro conocimiento, y este conocimiento debe capacitaros para poder servirme porque debéis proclamar la Palabra pura de Dios a la gente... debéis hacer esto por vuestra propia voluntad para que no seáis criaturas obligados por Mí, sino servidores que libremente cumplen Mi voluntad... Y así la Palabra que recibáis se extenderá por la boca de los hombres sobre la tierra... siempre daréis de nuevo testimonio del amor y la bondad de Dios, si vosotros mismos estáis penetrados por ella, y os será una profunda experiencia, porque cada Palabra que recibís es una fuerza por sí misma, si la movéis en vuestro corazón y captáis el sentido profundo.

Así que quiero señalarte, hija Mía, a la indecible plenitud del poder divino que está en todo lo que recibes... Si captas el sentido y te esfuerzas por formar tu naturaleza según esta Palabra, entonces te harás tuyo ese poder y trabajarás benéficamente para esta tierra. Y casi todos los poderes están sujetos a ti cuando tu espíritu se conecta Conmigo, porque Mis Palabras son verdad y vida eterna, son poder en sí mismas, y este poder inmediatamente fluye sobre todo aquel que recibe Mí Palabra y se esfuerza por ponerla en acción. A ti también te llegará el pleno entendimiento incluso a través de esta Palabra. Pero debido a que tu voluntad es buena y tu esfuerzo es diligente, quiero iluminar tu espíritu y la sabiduría de tu creador se te revelará, y te llegará noticia del amor y de la bondad siempre dispuesta del Padre celestial.

Si surge en vosotros el pensamiento de lo insignificante que sois en relación a la eterna Deidad, entonces esto probablemente esté justificado en sí mismo, pero nuevamente vosotros sois Mis criaturas, y lo que Yo creo es espíritu de Mi Espíritu... es la emanación de Mi amor... es eterno e imperecedero, y por lo tanto tampoco carece de valor... Es, por así decirlo, la corona de Mi omnipotencia y sabiduría, es Mi obra... y por lo tanto nunca puede ser nula. La prueba más convincente de esto es Mi amor por vosotros, Mis criaturas... que es tan inmenso que incluso tomé sobre Mí todos los pecados y sufrimientos de la humanidad y les traje la expiación. Y una vez que hayáis captado la magnitud de Mi amor, entonces vosotros tampoco podréis consideraros transitorios, entonces tenéis que reconocer que Yo no puedo abandonar a estas criaturas Mías, y entonces también tenéis que comprender por qué trato una y otra vez de volver vuestros corazones hacia Mí. Y una vez que eso os ha quedado claro, Mi Palabra no os dejará sin tocar... siempre reconoceréis Mi amor en ella... y esta Palabra verdaderamente cobrará vida en vosotros...

Y Yo Mismo estaré con vosotros en la Palabra, y tomaréis conciencia del Espíritu divino que fluye a través de vosotros, y todo reconocimiento os será fácil... Y así de preformados, también podréis obrar en Mi nombre y para éste, porque entonces tenéis el poder dentro de vosotros, por así decirlo, y escogeréis las palabras, como Yo os las dicte y estas palabras entonces también encontrarán su camino en los corazones de los humanos.

Cada uno que está en la bendición de Mi Palabra, revive... porque la Palabra es la verdadera vida para aquel que se esfuerza por ella. El que vive según Mi enseñanza y Me busca constantemente, nunca tendrá que temer la muerte terrenal, porque no respeta su cuerpo, pero su alma no morirá para siempre... Y así se le quitará toda la amargura de la muerte, porque la muerte es noche... pero en él hay luz y vida, y la luz difundirá un fulgor brillante y dar luz a aquellos que quieren escapar de las tinieblas... Y así todo el que sea de buena voluntad y oiga Mi Palabra saldrá de las tinieblas para redimirse de la noche, y si la acepta con un corazón creyente, el poder de las tinieblas se romperá para siempre...

amén

Traductor
Traducido por: Hans-Dieter Heise

Il divino Maestro nella Pazienza - Il sapere – La Parola di Dio

Chi desidera Me e la Mia Parola, troverà Ascolto e contemplerà il Mio Volto, quando sarà venuto il tempo. Vedi, figlia Mia, nell’oscurità dello spirito innumerevoli uomini si rivolgeranno a Me, spinti dalla serissima preoccupazione per la vita, ed Io non li lascerò chiamare invano, quanto più viene ora udita la preghiera di coloro, che Mi vogliono servire sulla Terra. E così metti le tue richieste fiduciosa ai Miei Piedi e sii sempre certa del Mio Aiuto. Ti ammaestro sempre nella più grande Pazienza, perché se la Mia Parola deve seriamente catturare il cuore dell’uomo, gli deve essere insegnato sempre e sempre di nuovo, perché l’afferrate bensì, ma non potete comunque presto sorgere in essa, perché l’uomo non ha più la facoltà di accoglierla, com’era inizialmente il caso. Vivete bensì nella Mia Grazia, se la chiedete, e questa Grazia fortifica la vostra volontà. Vi giunge la Forza a voi che siete attivi nel Mio Nome, ma anche tutto l’umano in voi dev’essere istruito con tutte le forze, e dovete pure conoscere la Parola di Dio e riconoscerla intellettualmente, se volete insegnarla anche ai vostri prossimi. E così, nella Pazienza che mai si stanca Sono sempre pronto per voi e vi istruisco sempre in forma nuova, finché non siete compenetrati dal Mio Spirito ed avete afferrato pienamente la Mia Parola. Perciò non lasciate sorgere nessuna tiepidezza, ma desiderate la Mia Parola e con questa il Mio Amore, senza sosta, e quando la ricevete, sentite la Voce dell’Amore in voi, e sapete che Mi sforzo continuamente per voi, figlioletti Miei, e vi istruisco come le Mie Forze di combattimento. Voglio aumentare il vostro sapere per il tempo terreno, e questo sapere vi deve rendere capaci di stare nel Mio Servizio, perché dovete annunciare agli uomini la pura Parola di Dio, lo dovete fare per propria spinta, affinché non siate delle creature costrette da Me, ma dei servitori che adempiono volontariamente la Mia Volontà. E così la Parola che ricevete, si diffonderà attraverso la bocca d’uomini sulla Terra. Testimonierete sempre di nuovo dell’Amore e della Benignità di Dio, se voi stessi ne siete compenetrati, e sarà per voi una profonda esperienza, perché ogni Parola che vi giunge, è in sé la Forza, se la muovete nel cuore ed afferrate il profondo senso. Così voglio indicarti, figlia Mia, l’indicibile pienezza della Forza divina, che cela in sé tutto ciò che hai ricevuto. Se afferri il senso e ti sforzi di formare il tuo essere secondo questa Parola, allora ti approprierai di quella Forza e sarai attiva per la Benedizione di questa Terra. E ti sono sottoposte quasi tutte le Forze, quando il tuo spirito si unisce con Me, perché le Mie Parole sono Verità ed eterna Vita, sono Forza in sé, e questa Forza affluisce direttamente su ognuno, che riceve la Mia Parola e si adopera a trasformarla in azione. Attraverso appunto questa Parola ti giunge anche la piena comprensione. Ma dato che la tua volontà è buona ed il tuo tendere fervente, voglio illuminare il tuo spirito, e la Sapienza del tuo Creatore ti dev’essere rivelata, e ti deve giungere la Comunicazione del sempre pronto Amore e Benignità del Padre celeste. Quando in voi uomini si muove il pensiero quanto siete nulla nel rapporto verso l’eterna Divinità, questo è in sé giustificato, ma nuovamente siete le Mie creature, e quello che Io ho creato, è spirito dal Mio Spirito, è il deflusso del Mio Amore, è eterno ed imperituro e così nemmeno senza valore. E’ per così dire la Corona della Mia Onnipotenza e Sapienza. È la Mia Opera, e perciò non può mai essere nulla. La dimostrazione più convincente è il Mio Amore per voi, le Mie creature, che è così ultragrande, che Io ho preso persino su di Me ogni peccato ed ogni sofferenza dell’umanità ed ho portato il Sacrificio dell’Espiazione per questa. E se avete afferrato la Grandezza del Mio Amore, allora non potrete nemmeno più consideravi perituri, allora dovete riconoscere, che non posso lasciare queste Mie creature, ed allora dovete anche comprendere, perché Mi sforzo anche sempre e sempre di nuovo a rivolgere a Me i vostri cuori. E se questo è diventato chiaro per voi, la Mia Parola non vi lascerà intoccati, vi riconoscerete sempre il Mio Amore, e questa Parola diventerà davvero viva in voi. Ed Io Stesso Sarò con voi nella Parola, e vi renderete conto quale Spirito divino fluisce attraverso voi, e vi sarà facile ogni conoscenza. E pre-istruiti così, potrete anche agire nel e per il Mio Nome, perché allora avete pure la Forza in voi e sceglierete le Parole come Io ve le detto, e questa Parola troverà poi anche l’accesso nei cuori degli uomini. Ognuno che sta nella Benedizione della Mia Parola, rivive, perché la Parola è vera Vita per colui, che la cerca. Chi vive secondo la Mia Dottrina e Mi cerca continuamente, non deve mai più temere la morte terrena, perché non bada al suo corpo, ma la sua anima non morrà nell’Eternità. E così ogni amarezza della morte gli è tolta, perché la morte è notte, ma in lui è la Luce e la Vita, e la Luce diffonderà un chiaro Bagliore, e splenderà a coloro che vorrebbero fuggire all’oscurità. E così ognuno che è di buona volontà e sente la Mia Parola, si salverà dalla notte più buia e se l’accetta con cuore credente, sarà spezzato il potere dell’oscurità in eterno.

Amen

Traductor
Traducido por: Ingrid Wunderlich